NORMAS MÍNIMAS PARA HABLAR EN PÚBLICO
I PARTE
El
corazón late más deprisa, se sienten mariposas en el estómago, la boca se seca,
apenas se puede tragar saliva. Las manos suda, ,no se sabe donde meterlas, las
manos se hacen gigantes.Uno/a desearía que la tierra le tragase en aquel
momento .Se va hablar en público.
Todo
se aprende en la vida. Hasta a hablar en público.
Las
personas están nerviosas antes de hablar en público, incluso las que han
hablado muchas veces. Estar nervioso/a es una buena forma de estar preparado
para la acción..de hablar. Sólo los/as conferenciantes realmente malos no están
nervioso/a. Los/as buenos saben que van a estar nerviosos, lo esperan, incluso
desean estar nerviosos.saben que su nerviosismo va a estar bajo control .Necesitan
estar nerviosos para hacer un buen papel.El/la conferenciante primerizo ignora
todo esto.
Lo
importante no es no tener miedo, sino controlarlo. No dejarse vencer por el
pánico.El público se identifica normalmente con el(la conferenciante.El público
es pues el primer interesado en quien habla en público lo haga bien.
El
nerviosismo se nota mucho en las manos.No se sabe qué hacer con ellas.Un buen
truco es llevar un lápiz o pluma, y jugar con él. Sin embargo, nunca señalar
con la mano en un proyector de transparencia, el público verá inmediatamente
como la mano tiembla.
Una
buena relación conferenciante-público es imprescindible. Conocer pues al
público que asiste( su número, sus características, formación) y ser sensible
al mismo es esencial.
Fuente.
Cursos “Nomas para hablar en público”
NORMAS
MÍNIMAS PARA HABLAR EN PÚBLICO
II PARTE
También
es útil conocer la sala en que se va a hablar. Se sabe así donde se va a sentar
uno/a las distancias, la voz. Ayuda a prever la forma de dirigirse a las
personas.
Siempre
que se pueda, hablar de pie. El público ve más del conferenciante. El/la
conferenciante controla mejor la situación. Pero no moverse mucho, nunca
balancear, ni sentarse sobre la mesa. Todo movimiento distrae al público. Recordar
que la atención se conserva mirando al público.
Antes
de empezar a hablar mirar unos segundos al público, tratar de entenderlo,
respirar hondo varias veces. Y empezar pausadamente, sin atabalarse.
No
se necesita mucho para hablar en público de un tema científico. Basta con saber
algo más que las personas que están delante. Y eso es fácil si uno(a sabía con
antelación que iba a hablar en público sobre este tema y ha podido
preparárselo.
Tener
siempre un texto preparado. En el peor
de los casos siempre se puede leer, pausadamente .Sobre todo el comienzo y las
conclusiones.
Siempre
es mejor no leer. Hablar directamente mirando a los ojos del público. Barrer al
público con la mirada;no colocar toda la conferencia a una sola persona .Mirar
mejor al final de la sala. Mirar de atrás a adelante.
Si
hay que leer recordar que hay que hacerlo pausadamente, muy pausadamente. Si es
posible estilo TV, es decir lanzando una ojeada a la frase escrita y hablándola
mirando al público. Nunca se debe leer, ni hablar, a más de cien(palabras) por
hora.
Más
vale no decirlo todo, pero lo que se diga que se entienda. Pocas ideas pero muy
claras .Por escrito no se deben repetir las mismas ideas( la lectora puede
volver atrás ella misma).Sin embargo, cuando se habla en público hay que
repetir las ideas, sobre todo las más importantes.
Tener
preparadas las conclusiones. En el caso de que el pánico aumente ir
directamente a las conclusiones y leerlas de forma pausada. Toda buena
conferencia termina con unas conclusiones claras. No hay nada más penoso que
un/a conferenciante que no sabe terminar una charla( o una pregunta) en
público.
Calcular
bien el tiempo, y jamás traspasado. Una hoja a máquina(hoy ordenador)a doble
espacio,A4) son unos tres minutos.Si es posible, grabar la conferencia antes y
oírse en magnetofón(u otro medio ).El público perdona todo menos el
alargamiento de la agonía. Los otros/as conferenciantes tienen derecho a su
tiempo.
La
mejor forma de preparar una charla es con notas.En las hojas de papel o fichas,
por un solo lado (siempre se escribe sólo por un lado), se recogen los datos e
ideas principales.Los/as conferenciantes expertos saben que a menudo lo más
útil luego no son datos, sino los adjetivos y el tono de la charla lo que
conviene escribir en las notas, y sobre todo los principios de las frases o
secciones nuevas.
Fuente.
Cursos “Nomas para hablar en público”
NORMAS MÍNIMAS PARA HABLAR EN PÚBLICO
III PARTE
El orden de una conferencia no es el orden lógico de un
estudio, ni el de un artículo o libro;incluso si lo que se está explicando es
un texto escrito. De ahí la considerable dificultad de presentar un estudio
directamente del propio trabajo escrito.La conferencia tiene un orden
diferente, más llamativo,menos cronológico, con flas backs.Como una buena
novela.
Preparar las notas con tiempo.No es bueno preparar
conferencias la noche anterior.Las notas tienen que dormir para que sean buenas
(pero no invernar). Más vale empezar mucho antes, e ir añadiendo notas a las
notas.Incluso con tinta de colores diversos.
Conviene anunciar al público que se está terminando, pero
nunca varias veces (suena entonces a tomadura de pelo) .Cuando se anuncia que
se está terminando el público recupera su atención. Es entonces el momento
(hacia los 40 minutos de charla, en el caso de una conferencia larga) de máxima
atención del público.
De poco vale decir desigualdades si poca personas
escuchan. La cualidad más importante es mantener la atención del público. Eso
se conoce por la proporción de personas que continúan mirando al conferenciante
a los ojos.Un conferenciante que no mira al público no guarda la atención
nunca. Los ojos deben de mirar a la audiencia, no al techo, ni a las rodillas
de la primera fila.Conferenciar bien es un ejercicio de seducción. Pero hay
diversas formas de seducir-incluso titubeando-y los/as conferenciante lo saben.
Despertar de vez en cuando al público con un estímulo que
permita al conferenciante saber qué proporción del público atiende. Lo mejor es
un chiste, una contradicción, incluso un error premeditado.Lo peor es si el
público no reacciona al estímulo. El conferenciante puede quedar desmoralizado.
Por eso utilizar chistes sólo cuando se tiene confianza suficiente como para no
desmoralizarse si la gente se ríe.
De vez en cuando realizar una pausa, de varios segundos.
Un truco es quedarse callado)a y decir que se le ha ido el santo al cielo. El
público ayuda entonces a retomar el hilo, y vuelve a atender .Añade dramatismo,
silencia la sala(¡si es que no están todos/as dormidos¡), y permite averiguar
si todavía se conserva la atención del público. Ojo, que las pausas siempre
parecen mucho más largas al conferenciante que al público.
Las variaciones en el tono, modulación, énfasis, acento,
humor, decibelios, son imprescindibles. Un/a conferenciante vigoroso pero
monótono es insufrible. Tampoco conviene poner énfasis en cada frase; es
cansado y artificial. Ante todo hablar lentamente. Practicar frente al espejo,
en el cuarto de baño(resuena mejor), o en una cinta magnetofónica( u otro
elemento de voz).Oirse a si mismo/a es un buen ejercicio para detectar errores.
. Un/a buen conferenciante comunica emoción, muestra
sinceridad, se presenta con honestidad, dice siempre lo que piensa y como lo
piensa.
Si es posible, ensayar en la misma sala en la que se va a
hablar. Familiarizarse con el escenario. Medir la intensidad de voz. Conocer y
manejar los micrófonos o máquinas proyectoras etc. Hablar siempre alto:alto y
pausado.
Fuente. Cursos “Nomas para hablar en público”
NORMAS MÍNIMAS
PARA HABLAR EN PÚBLICO
IV PARTE
Nunca hablar de espaldas al público, o escribiendo en la
pizarra. Escribir en silencio ( o previamente) y luego volverse al público y
hablar. Nunca hablar mientras se escribe.
Evitar las excusas. Nunca decir que no se sabe del tema. No
ser humilde. Pedir perdón es embarazoso para los/as oyentes. El público está de
tu parte, y espera que lo hagas bien.
Ir al grano desde el principio. No empezar
protocolariamente(“Distinguidas autoridades, señoras y señores…”), ni de forma
aburrida ,Más bien buscar un hecho, una anécdota, o hipótesis sorprendente. Hay
que despertar al público desde el primer momento. Una espectadora dormida al minuto
cinco ya no se recupera en toda la charla. Pero ojo; no inventarse la frase
primera sobre la marcha. Decir exactamente lo que se llevaba previsto. La
tentación es grande, más aún en un conferenciante no primerizo/a.
La experiencia enseña que a la hora de la verdad nada
funciona. Los micrófonos siempre se estropean justo al principio de una
conferencia( igual que los parabrisas cuando empienza a diluviar). No hay tiza.
El proyector es pequeño o la pantalla. Las diapositivas están al revés,el
pendrai mal copiado, etc.El reproyector no enfoca. La luz se fundió.El carrusel
no entra .Tener preparado lo que se va a hacer si todo falla. Se dice que
los/as buenos profesionales- del hablar- viajan con tiza en los bolsillos.
Nunca decir que algo no es importante (idea,
diapositiva,cita). ¿ Si no era importante para qué se citó?.
Si hay nombres propios ( o palabras extranjeras) en la
conferencia preparar con cuidado su pronunciación .Incluso si no es la
correcta pronunciarlos con seguridad y
siempre de la misma forma.
Si el tema es abstracto conviene introducir ejemplos , a
ser posible llamativos e interesantes .El sistema debe ser el del biquini(de
jamón y queso) es decir ejemplos entreverados a los largo del discurso, nunca
juntos al final o al principio .Los ejemplos deben de estar preparados de
antemano, pues es difícil idear ejemplos entreverados a lo largo del discurso,
nunca jamás al final o anécdotas buenas para un discurso.Es casi la parte más difícil
de preparar.
El interés es máximo al principio de la conferencia.
Aprovechar para colocar entonces todas las ideas más importantes. Luego volver
a ellas para despertar el interés en medio de la charla. Incluso se debe
empezar por las conclusiones.
Concluir con el mensaje más importante, el que se desea
que el público recuerde con más intensidad. El público recuerda sobre todo el
principio y el final de la conferencia. La atención disminuye a partir de los
cinco minutos primeros y no empieza a aumentar hasta pasados los 35 minutos de
la charla. La atención se eleva considerablemente hacia el final de la charla, sobre
todo si se anuncia su terminación unos minutos antes.
Y al final el coloquio. No monopolizarlo. El público ya
oyó al conferenciante, y ahora quien tiene su turno es la audiencia.
La espera por la primera pregunta puede ser agónica. No desesperar .No seguir hablando.
Guardar silencio absoluto que ya preguntará alguien. Siempre
da resultado.
Desgraciadamente las preguntas suelen ir- en nuestro país-por
riguroso orden jerárquico. Es entonces buen momento de demostrar a la audiencia
que las preguntas de los/as importantes y poderosos son más estúpidas que las
de sus ayudantes o personas asistentes a la conferencia.
En nuestro país normalmente los que realizan preguntas no
preguntan, sino que lanzan mini-conferencias. Asentir o negar sin darle más
vueltas .A menudo son desahogos personales psicoanalíticos. Hay mucho loco
suelto ( y le gusta las conferencias).
Siempre es un buen truco contestar “Opino exactamente lo
mismo que usted” a una pregunta incordiante.
Se aprende a hablar en público hablando en público .Por
ello no se debe dejar pasar ninguna oportunidad de hablar en público, Las aulas
universitarias, muchas veces, son un buen banco de pruebas. Y de desguace.
Fuente. Cursos
“Nomas para hablar en público”
2 agosto 2012.
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