Casta
El origen de los sistemas de castas se remonta
a los albores mismos de la humanidad, cuando en las primeras comunidades
comenzaron a surgir grupos de guerreros y hechiceros con funciones y
prerrogativas claramente definidas.
Se llama casta a un grupo de personas que
comparte un determinado rango o nivel social, definido mediante la procedencia
familiar, el trabajo desarrollado, los vínculos matrimoniales establecidos,
etc.
En realidad, el sistema de castas ha existido
en muchas civilizaciones históricas, asentándose sobre bases étnicas,
religiosas, económicas, políticas o de otros tipos. En sentido estricto, sin
embargo, se desarrolló sobre todo en el sur de Asia, y de forma especial en la
India, entendido como sistema y principio activo que debería regular todas las
relaciones sociales, y apoyado, en último término, en determinados principios
religiosos. De hecho, la palabra portuguesa y española casta, que significa
raza o linaje, fue aplicada por primera vez a la sociedad india por los viajeros
portugueses del siglo XVI. La palabra india más usual en los distintos
dialectos es jati, y se emplea para referirse a una "raza" o grupo
que comparte las mismas características genéricas.
Una casta, entendida en este sentido, es la
más pequeña unidad social caracterizada de forma primordial por el rasgo de
endogamia: los miembros de la casta se definen como tales ante todo por el
hecho de contraer matrimonio entre ellos.
El término casta se empleó en la América
española, en tiempos coloniales, para distinguir a individuos con distintas
combinaciones de sangre indígena, negra y europea, que se diferenciaban de los
indígenas puros y de los españoles. Sistema indio de castas
El establecimiento del sistema de castas en la
India se asocia estrechamente con la religión brahmánica, y fue posiblemente
una imposición de los invasores arios para impedir su mezcla con los pobladores
primitivos del subcontinente indio.
Según la tradición, las jatis o castas se
agrupaban, de forma más o menos estricta, en cuatro varnas o clases (la palabra
varna significaba en sánscrito "color"). En el punto más alto de la
jerarquía se hallaban los brahmanes o sacerdotes; a continuación venían los
kshatriyas, que eran los nobles y los guerreros; después los vaisyas, esto es,
los comerciantes; y, por último, los sudras, artesanos y obreros.
El conjunto del sistema tendía a garantizar la
hegemonía de brahmanes y nobles, y dentro de las clases existían también
diversos niveles. La única forma de pasar de una casta a otra era la muerte y
reencarnación en una nueva existencia. Quienes contraían matrimonio con una
persona de otra casta pasaban a formar parte de los que desempeñaban los
trabajos de más bajo nivel, que se encontraban todavía por debajo de los
sudras, y constituían el grupo de los "intocables", "sin
casta" o parias. Mohandas Gandhi, en su intento de renovación espiritual,
cultural y social del pueblo indio, dio a este estrato social el nombre de
"hijos de Dios".
De hecho, desde la primera constitución de la
India independiente se trató de reformar el sistema de castas, y se estableció
la posibilidad de perseguir legalmente cualquier discriminación realizada por
este motivo. Sin embargo, en la India las castas siguen constituyendo grupos
con notable influencia social y, pese a existir una relativa movilidad entre
las distintas castas, el sistema pervive más o menos abiertamente, hasta el
punto de que la aparición de nuevos estamentos sociales y profesionales da
lugar, en ocasiones, al nacimiento de nuevas castas.
Análisis transcultural de las castas
Entre los científicos sociales se mantienen
dos posturas básicas respecto a la cuestión de si es posible encontrar el
sistema de castas fuera de la India: para algunos estudiosos, dicho sistema
sólo puede definirse en términos de sus atributos hindúes y, por tanto, es algo
exclusivo de la India o de su zona de influencia en el sur de Asia; según
otros, ha de definirse en términos de rasgos estructurales que no sólo se
encuentran en la sociedad india, sino también en otras zonas, como por ejemplo
en la península arábiga, Polinesia, el norte y este de África y el Japón.
En realidad, el sistema hindú de castas tiene
un carácter único. No obstante, resulta posible realizar una aplicación
transcultural del concepto de casta en cuanto que denota un conjunto de pautas
características de organización social -estratificación, pluralismo cultural,
adscripción social- que son recurrentes en otras sociedades diversas a su vez
entre sí.
Lo que distingue a las castas de otros
sistemas de estratificación social es, típicamente, la coexistencia de dos o
más tradiciones culturales diferentes, que hacen referencia a actitudes y
valores básicos.
Sin embargo, el parecido que este rasgo podría
implicar con un sistema de sociedad plural se rompe cuando se considera el
hecho de que en los sistemas de castas se manifiesta una fuerte discontinuidad
entre los diferentes segmentos sociales. En una sociedad de este tipo, por
consiguiente, la fuerza cohesiva no es el consenso, sino el poder.
Así, mediante el empleo de los criterios de
estratificación y diferenciación cultural cabe establecer una distinción entre
los sistemas de castas, considerados como tipos ideales, y otros sistemas de
organización:
Estratificados No estratificados
Grupos culturalmente Sistema de castas
Sociedad plural
distintos
Continuo cultural Sistema de clases Sociedad
homogénea
Y, utilizando los criterios de estratificación
y adscripción, puede diferenciarse el sistema de castas de otros agregados
sociales:
Estratificados No estratificados
Adscripción por nacimiento Casta Grupo
familiar
Adscripción por criterios Clase Comunidad
local
económicos
Salvador Pastor