Emilio García Gómez...(GRACIAS
POR ESTA COLABORACIÓN,,UN ESTUDIO SOBRE EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE HOY DÍA, QUE
NO ES NECESARIO COMPARTIR..PERO HAY QUE AGRADECER.). 1ªpARTE
El discurso político: Guía profesional
La verdad se pierde con demasiado discurso
(dicho árabe)
Hay que apoderarse del poder político, pero la revolución se
hace violentamente: luchando, y no con discurso
(Francisco Largo
Caballero, Congreso de Juventudes Socialistas, 23 de julio de 1933)
Francisco Largo Caballero. el Lenín español (Pravda)
Un período electoral se inicia con sesiones de toma de
conciencia para despertar o renovar la fe y la motivación de los militantes con
estrategias de dinámica de grupos. El objetivo principal es fortalecer la
unidad doctrinal, recuperar a los más débiles y alejar a los disconformes. El
trabajo se realiza preferentemente en pequeñas células -más fáciles de
controlar que los grupos numerosos- reunidas en torno a un líder y
convenientemente moderadas por personas de confianza del partido, con el fin de
suscitar temas que conduzcan a una correcta toma de postura. Las posibles
desviaciones doctrinales se resuelven en sucesivas reuniones antes de la gran
concentración, donde los responsables del programa recopilarán las ponencias
presentadas y propondrán las medidas que va a asumir el partido.
El siguiente paso es hacer correr una consigna del estilo de
“Elaborar una lista de argumentos que convenzan a los votantes de que deben
votarnos a nosotros, y otros tantos que les disuadan de entregar su voto al
enemigo por la cuenta que les trae.” Con ella se consigue, por un lado, reducir
la ansiedad del votante con mensajes positivos -mayor participación del pueblo
en el control de sus impuestos, menor carga impositiva, mayor grado de
bienestar, firme esperanza en la rehabilitación de la patria depauperada por el
gobierno saliente; y, por otro, ponerle en guardia ante la amenaza del terror
representado por el rival a batir: más impuestos, menos hospitales y escuelas,
menor libertad, mayor explotación, mayor corrupción.
Simultáneamente se selecciona a los personajes clave de la
etapa electoral, que no son los cabezas de lista, como cabría pensar, sino
ocultos emisarios y dispersores del mensaje entre las masas, técnicos en
psicología del control y liderazgo de grupos y, por supuesto, rostros u
organizaciones-fachada (en algunos países conocidos como “cruzados sociales”)
que entregan su esfuerzo y experiencia profesional, artística o sindical a la
causa del partido.
En todo proceso de movilización -mítines, manifestaciones
públicas- son imprescindibles los equipos de voceros, los que crean, memorizan
y gritan consignas y aplauden y se ríen ante las ocurrencias del gran líder de
forma coordinada y en secuencias preestablecidas -de menor a mayor intensidad-
para su repetición por las masas hasta lograr enardecerlas. Estos voceros
proceden de los cuadros del partido o son reclutados, en virtud de su
experiencia, entre las filas de los sindicatos como agentes dobles con
remuneración estacional. Se calcula que cada movilizador puede arrastrar hasta
cien personas: curiosos, insatisfechos, despechados, simpatizantes anónimos.
Fidel Castro
El discurso político casi siempre se basa en la división
maniquea entre buenos y malos. Por consiguiente, las exposiciones se elaboran
minuciosamente teniendo en cuenta los intensos estados mentales y emocionales
de la audiencia, muy sensible a la dualidad argumental: lo lógico y lo utópico,
lo vigorizante y lo deprimente.
Imagen procedente de Clarín.
http://www.clarin.com/suplementos/cultura/2005/06/11/u-993180.htm
Las reglas tradicionales de la retórica y las aportaciones
de la lingüística, la semántica y la pragmática son valiosos recursos para
conocer los secretos de la comunicación y sacar partido de todo ello: por
ejemplo, dar instrucciones, persuadir, requerir, solicitar, preguntar y
responder indirectamente, sin que el oyente sea consciente de que cuando oye
“sígueme” no lo interpreta como una orden, sino como un ruego; cuando le dicen
“ésos” el referente es “el enemigo”; cuando oye “hasta aquí hemos llegado”
entiende “los hemos soportado durante demasiado tiempo, necesitamos un cambio,
hay que echarlos”.
Rockbridge en España
Música para serpientes
La intención del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) al
recurrir a un comité de sabios para su campaña electoral de cara a las
elecciones generales del 9 de marzo de 2008, recién celebradas y ganadas por
ese partido, es bien clara: recargar sus agotados recursos dialécticos –con su
cantilena de la bronca, la crispación, la confrontación y la mentira de la
oposición, el Partido Popular (PP), frente a la paz, la serenidad, el diálogo y
la honestidad del actual gobierno- y ganar credibilidad en los meses que han
precedido a las elecciones.
El fichaje que más nos ha llamado la atención es el de un lingüista
de izquierdas, George Lakoff, hombre de buena reputación entre los
profesionales de su especialidad y respetado por sus aportaciones al análisis
del discurso y su teoría de las metáforas –fama que debe en parte a que su
nombre se cruza con otro, el de su mujer, Robin Lakoff, también profesora y
lingüista especializada en el discurso de género
George Lakoff
Lakoff se considera de izquierdas, como podría ser de
derechas o ni una cosa ni la otra. El asunto no tiene, en principio, por qué
aportar nada significativo a la especialidad que le da la fama. Si es
académico, el mérito lo adquiere por su trabajo científico, no por sus
inclinaciones políticas. Causaría sorpresa ver a un biólogo obtener resultados
distintos de sus análisis microscópicos según fuera su enfoque personal o su
estado emocional.
Bien está, sin embargo, que Lakoff aproveche sus organizadas
neuronas para describir el mundo en que vive y sienta deseos de arreglar los
desperfectos. Pero suponemos que la perspicacia intelectual de Lakoff le ha servido al PSOE para dos fines:
aprovechar, por un lado, el tirón de este personaje entre los círculos
liberales norteamericanos (ser allí liberal equivale a ser socialista o
comunista); y, por otro, su capacidad para revelar y denunciar el críptico discurso
de los políticos conservadores republicanos, situación que sería aplicable al
contexto electoral español, en el que el enemigo a destruir es el odiado
presidente norteamericano George Bush, el denostado ex-presidente español José
María Aznar, el líder del PP español Mariano Rajoy, el atizador de conciencias
y polemista Jiménez Losantos, director del programa matinal de la emisora COPE
(empresa de la iglesia española), y el director del periódico El Mundo, Pedro
J. Ramírez, rival directo de otro periódico nacional, El País, considerado como
el Pravda o el Granma del socialismo español.
Bush, Aznar, Rajoy,
Losantos, Ramírez
En Estados Unidos, la “izquierda” (hay que suponer el
Partido Demócrata) no ha sabido beneficiarse, según declara el propio Lakoff,
de las enseñanzas del discurso republicano, que tradicionalmente ha dado
prioridad al control de los medios de comunicación con gente experta en eso
mismo. El Instituto Rockbridge es un “think tank” (depósito de pensamientos)
fundado por Lakoff y otros siete colegas universitarios; un manantial de ideas
al que el PSOE acude frecuentemente a beber para mitigar su sequía doctrinal.
El objetivo de Lakoff es “enmarcar el debate público, crear un equilibrio desde
un ángulo progresista”. Lakoff pone, evidentemente, sus recursos a disposición
del mundo progresista para impartir instrucciones acerca de lo que se ha de
hacer para acabar con la hegemonía republicana.
Los periodistas del periódico conservador ABC Valentí Puig,
y antes que él Antonio Gimeno, adelantaron el pasado mes de julio (“Jóvenes,
rojos y con partido”) la estrategia de las juventudes socialistas, bendecidas
por los viejos y resabidos varones del socialismo, cuyo libro de cabecera,
según cree Puig acerca del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, es
nada menos que la biblia de Rockbridge, la denominada “guía esencial para los
progresistas”, el libro No pienses en un elefante, del citado Lakoff (el
elefante es el símbolo del republicanismo norteamericano desde hace más de un
siglo).
Puig, Gimeno, Blanco
El segundo referente que tienen los socialistas españoles
que conocen el inglés es Moral Politics: How Liberals and Conservatives Think,
2002 (“Política y moralidad: cómo piensan los liberales y los conservadores”),
en el que Lakoff comparaba, bajo una perspectiva de la lingüística cognitiva,
el concepto antagonista del mundo y la sociedad entre los conservadores y los
progresistas.
Tenemos que ver si George Lakoff es tan fiable como él mismo
predica de los valores de la izquierda. En una carta dirigida al director del
New York Review of Books (19 de julio de 1973), Noam Chomsky, refiriéndose a
una crítica a uno de sus libros realizada por Lakoff, acusó a éste de “discutir
puntos de vista que no existen sobre temas que no se han tratado, confundir
cuestiones suscitadas hasta hacerlas irreconocibles y distorsionar los
contenidos de prácticamente todas las fuentes que cita.”
Chomsky
Ha pasado mucho tiempo y suponemos que Lakoff ha tenido
ocasión de poner en orden su pensamiento y adquirir aunque sólo sea una cuarta
parte de la veteranía del que fuera su maestro, el citado Chomsky. Pero eso no
ha ocurrido para mejor, sino para peor.
Una cosa es, dice Lakoff, “analizar la lengua y el
pensamiento” y otra muy distinta “crearlo”. El propósito de esta creación,
obviamente, es que el lenguaje pueda ser utilizado eficazmente en el contexto
para el que ha sido creado. El PSOE y todos los partidos políticos del mundo
hace tiempo que recurren al truco retórico que Lakoff denomina “frames”
(marcos, clichés) y que consiste en combinaciones y asociaciones léxicas
aparentemente inofensivas pero que contienen una elevada carga semántica.
“Frames –propone Lakoff- are the mental structures that allow human beings to
understand reality -and sometimes to create what we take to be reality. [T]hey
structure our ideas and concepts, they shape how we reason, and they even
impact how we perceive and how we act. For the most part, our use of frames is
unconscious and automatic—we use them without realizing it.” Por ejemplo, con
la frase “Irak, el Prestige, la mentira…”, se está sugiriendo, a base de
repetirla mil veces, que dos importantes acontecimientos de nuestra historia
reciente –la imagen del presidente republicano norteamericano George Bush, el
jefe del gobierno socialista de Inglaterra Peter Blair y el jefe del gobierno
español José María Aznar reunidos en las Azores en marzo de 2003, en los
preámbulos de la guerra de Irak, y el hundimiento del petrolero Prestige frente
a las costas de Galicia en noviembre de 2002- están inevitable e
inequívocamente vinculados al gobierno del PP español, que supuestamente es un
mentiroso.
El "trío de las Azores"
El sonsonete queda impreso en la mente del votante, que
tendría muy en cuenta el aviso de cara a las elecciones. El mismo Lakoff es un
experto en crear marcos, como aparece en el título Don’t Think of an Elephant,
el libro citado arriba.
Una de los trucos de Lakoff es encasillar a la sociedad
norteamericana en dos facciones, siguiendo un pensamiento dicotómico, con esa
rancia y maniquea moralidad de separar los buenos de los malos. Los malos son
los conservadores republicanos, para quien “el mundo es peligroso y difícil y
los niños nacen malos y hay que mejorarles. El padre duro es la autoridad moral
que saca adelante y defiende a la familia, le dice a su mujer lo que tiene que
hacer y enseña a sus hijos a distinguir lo malo de lo bueno. La única forma de
conseguirlo es la dura disciplina…Los buenos son gente disciplinada…”
Por el contrario, el mundo progresista “asume que el mundo
es sustancialmente bueno y se puede mejorar y hay que trabajar para ello. Los
niños nacen buenos; los padres pueden hacerles mejor. Educarles implica empatía
y asumir el compromiso de cuidarse personalmente y cuidar de aquellos sobre los
que tenemos alguna responsabilidad. A mayor escala, hay que actuar con medidas
tales como protección gubernamental mediante una red de seguridad social y
reglamentación, educación universal para garantizar la competencia y la
justicia, libertades civiles y trato igualitario, pasar cuentas a la sociedad,
servicio público, gobierno abierto a la comunicación, y la promoción de una
economía que beneficia a todos y ayuda a promover estos valores, tradicionales
entre los progresistas de la política americana.”
(Las citas textuales, traducidas al español del original,
provienen de una entrevista realizada a Lakoff por Bonnie Azab Powell,
NewsCenter, Universidad de California en Berkeley, 27 de octubre de 2003).
Los autores del "Manual de Estrategia Progesista"
(“Progressive Strategy Handbook. A Crowd Funded and Open Source Roadmap to a
Progressive Vision for America's Future", by Joe Brewer Eric Haas y Sara
Robinson) utilizan este formato maniqueo para ayudar a la masa de potenciales
votantes en su ardua tarea de búsqueda de una identidad (el color del texto no
figura en el original):
CONSERVATIVE PROGRESSIVE
Lakoff denuncia el inmenso poder de los republicanos, que
controlan ilimitados recursos de poder a través de los medios de comunicación,
donde legalmente invierten ingentes cantidades de dinero a través de
“donaciones para infraestructura, cadenas de televisión, contratación de
intelectuales, compra de libros para situarlos en la lista de los más vendidos,
contrato de ayudantes de investigación para sus intelectuales…”
Por el contrario, el sistema conceptual de los progresistas
les impide malgastar un céntimo de sus inversiones. “Hay que asegurarse de que
todo se destina a la causa, no a la gestión, a la comunicación, a la
infraestructura…”
Lakoff toma la iniciativa con su proyecto Rockbridge para
cambiar la situación. Los progresistas tienen que tomar buena nota, salir de su
ingenua ignorancia sobre las técnicas de persuasión y control político y poner
en marcha una poderosa maquinaria que acabe con el monopolio de los conservadores
(allí todavía no se les da el mote de fascistas, como en España). El mensaje es
que les conviene acudir a su “think tank” y contratarle a él, como experto en
crear lenguaje ad hoc, un instrumento de comunicación sutilmente codificado y
de gran eficacia para conseguir que las cosas, las personas y el mundo parezcan
distintos de lo que realmente son o se perciben.
Por primera vez en muchas décadas resurge el espíritu de los
“liberales” (equivalente a socialistas) de los tiempos de la Gran Depresión, del
el beau monde, la jet society del pensamiento, la avant-garde, la
intelligentsia, la gauche divine que reinó, y sigue reinando, en muchos
escenarios europeos y sólo puntualmente en Estados Unidos. Los progresistas
norteamericanos ya no se encuentran solos ni atemorizados ante la posibilidad
de apuntalar su futuro, la posibilidad de compartir los privilegios de la
burguesía, alcanzar el galardón de la cultura, potenciar la reducción
doctrinal, el control del ser, estar y tener. Hay que seguir un protocolo
estratégico sin disimulos, único medio eficaz para destruir lo que ellos
consideran monopolio del discurso conservador en Estados Unidos.
Ambrose Bierce –atrevido y estrambótico escritor satírico
norteamericano que, a sus 71 años, se unió a la guerrilla de Pancho Villa poco
antes de desaparecer- definió la lengua como “música con la que encantamos a
las serpientes que guardan el tesoro de los otros.” (Diccionario del diablo,
1911).
Ambrose Bierce
Nosotros los electores somos las serpientes; el tesoro que vigilamos
es nuestro voto y nuestra fe en los valores democráticos; y la música la pone
el actual gobierno, recién elevado por segunda vez consecutiva al poder,
ayudado por Lakoff y otros asesores, listos para tocar su dulzaina. Eso nos
anunciaban durante la campaña electoral de 2008 y algo más tendrá lugar en la
de 2011. El encantamiento. Y también nos aguardan ahora tiempos duros y
perversos para el lenguaje, que procuraremos poner al descubierto en los
apartados siguientes.
Sonsonete electoral
Decíamos arriba que el PSOE, de cara a las elecciones de
2008, se vio en la necesidad de contratar a un comité de sabios de todas las
áreas que ocupan especial relevancia en su programa electoral. Y que nos llama
la atención la presencia de un conspicuo lingüista, George Lakoff, encargado de
impartir su doctrina acerca del empleo del idioma con fines políticos. Sin que
se pueda hablar de “lavado de cerebro” de los militantes y cabezas de lista del
partido socialista, los principales destinatarios son, evidentemente, los
electores españoles, cuya mente sí se pretende lavar, blanquear, centrifugar y
secar.
A todos los gobiernos les atormenta la misma pesadilla:
mejorar la imagen del ejecutivo, transmitir confianza entre los ciudadanos y
asegurarse su voto. Esa fue una de las grandes batallas que tuvo que liderar el
republicano Herbert Hoover, en medio de la Gran Depresión que colapsaba la
economía y la sociedad norteamericanas en los años 1930, para defender su
política liberal ante los incrédulos ciudadanos. En similar contienda se vio
envuelto su sucesor, el demócrata Franklin Delano Roosevelt, que, sentado en su
silla de ruedas ante los micrófonos de la radio, llenó las ondas con sus
famosas y populares “charlas al calor de la chimenea” para convencer al
ciudadano de que su política seudoestatalista conseguiría sacar adelante el
programa del New Deal (el Nuevo Pacto). Roosevelt se comportó como haría un
clérigo sentado cómodamente en su confesionario: indoctrinando a los fieles que
acudieran a él para exteriorizar su culpa por ser pobres y pecadores, pedir
consejo, recibir su perdón y cumplir penitencia.
Hoover, Roosevelt
El PSOE no necesitaba ni necesita a Lakoff, excepto para dar
un golpe de efecto. La situación que describe el lingüista en Estados Unidos es
precisamente la contraria de la española. Allí, asegura Lakoff, la derechona es
eficaz en comprar el discurso que le proporcionan sus técnicos en comunicación
de masas para alcanzar sus fines políticos. Mientras, la izquierda -asegura
Lakoff- se queda impasible o, si acaso, atónita, inexperta en aplicar las
mismas técnicas electorales de los republicanos y capaz de dirigir el cañón de
su escopeta contra su propio pie, en lugar de contra el adversario.
Eso resulta creíble para quienes no conocen aquel país e
incluso para quienes lo habitan. Pero en España nadie entiende que el equipo
del presidente Rodríguez Zapatero tenga que echar mano de un norteamericano
cuando es evidente que controla los medios de comunicación más poderosos de
nuestro país. Desde las postrimerías del régimen de Franco, el Partido
Socialista, hermanado con el Partido Comunista, ha mimado hasta la náusea a los
intelectuales y a pequeños grupos radicalizados de artistas de teatro y de
cine, que, tradicionalmente han trabajado activa o pasivamente para uno o para
otro, puesto que del gobierno reciben subvenciones y privilegios, y ha situado
convenientemente a sus militantes y simpatizantes en la industria del poder, en
las administraciones públicas y en los centros de irradiación y embalsamamiento
de la cultura.
Rodríguez Zapatero
Por otro lado, su discurso político abarca todo el espectro
de la retórica más sutil, más explícita, más simplona y más mugrienta, no tanto
por los recursos lingüísticos, prosódicos y semánticos de que dispone para ser
eficaz –es decir, para convencer a los indecisos, encandilar a los ingenuos,
asustar a los suspicaces y llevar a los incondicionales del partido al arrebato
místico-, sino especialmente porque, pareciendo inerte en superficie, vuelve al
ciudadano más confiado, más dispuesto a dejar en manos expertas la tarea de
gobernar.
Una de las muestras más sorprendentes de populismo
mitificador y grandilocuente de la historia del discurso político fue el
anuncio de la entonces Secretaria de Organización socialista y luego Ministra
de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, que predijo los sucesos
inmediatos con la precisión que una síquica en sus mejores momentos:
"Les sugiero que estén atentos al próximo
acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia
en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la
presidencia de Obama en EEUU y Zapatero presidiendo la UE.
Leire Pajín, ocupando su escaño en el Congreso de Diputados
de Madrid
A pesar de los augurios, el presidente Zapatero se iba a
convertir en pésimo estratega y un simple sosoman, como era conocido en los
despachos de Bruselas, donde bisbiseaban el mote que sus propios compañeros de
partido le había otorgado.
“Seguimos esperando la oposición que se merece este país.
Pero parece que tendremos que esperar a la próxima legislatura.” La exhortación
aparecía no hace mucho en el blog de José Blanco, secretario de Organización,
decíamos, del PSOE. No queda claro qué tipo de oposición esperan Blanco y su
equipo de periodistas-machacas. La frase procede de un arcano rincón, el “think
tank” del PSOE, su Rockbridge ibérico, desde el cual el partido tutela el
pensamiento de sus portavoces. El mismo sonsonete repetía la vicepresidenta
socialista Fernández De la Vega al afirmar: "Tenemos una oposición que no
hace los deberes."
Fernández de la Vega
Es imposible interpretar literalmente la frase “oposición
que se merece este país”, puesto que si la oposición no ha de ser dura y pelear
sin tregua, entonces ha de serlo suave, tierna e inocua, como el Platero de
Juan Ramón Jiménez. Y aún más impenetrable, por su desnuda argumentación, es la
reticencia (figura retórica) de la vicepresidenta del gobierno socialista,
Fernández de la Vega, dirigida a “una oposición que no hace los deberes",
dejando inacabada la frase y al albur, para que cada uno la interprete como
quiera: por ejemplo, que el deber esencial de la oposición es dejar de ser una
mosca cojonera.
En el discurso del presidente del Gobierno, Rodríguez
Zapatero, ante el pleno del Congreso, el 30 de junio de 2005, en defensa de la
reforma del Código Civil regulando el matrimonio entre personas del mismo sexo,
aparecía el siguiente litote:
“Se trata de un pequeño cambio en el texto legal: se agrega
apenas un escueto párrafo en el que se establece que el matrimonio tendrá los
mismos requisitos y los mismos efectos cuando los contrayentes sean del mismo o
de diferente sexo; un pequeño cambio en la letra que acarrea un cambio inmenso
en las vidas de miles de compatriotas.” La adjetivada atenuación de la palabra
“cambio” con “pequeño” y de “párrafo” con “escueto” contrasta con la exagerada
alusión al “cambio inmenso en las vidas de miles de compatriotas.” ¿Cómo puede
una pequeñez alcanzar tanta envergadura?
En una de sus últimas arengas a sus militantes, Rodríguez
empleaba la típica prolepsis inversa: “Quien no hace obras, no tiene problemas.
Quien hace obras, puede tener algún problema.” Quien no hace obras,
ciertamente, es el PP y quien las hace el PSOE. El problema de utilizar algunos
de estos trucos retóricos es que con frecuencia contienen auténticas
aberraciones semánticas. La terminación del contra-argumento de Rodríguez podía
ser que si se hacen obras, alguien va a tener que jorobarse, así que vale más
no hacerlas porque quien las hace tiene problemas. Argumentum ad nauseam.
Asimismo, la elevación del dialecto, el subdialecto, la
fonología exonormativa y hasta el lenguaje de signos –como el que el PSOE
estuvo empleando como herramienta electoral- nos parece fraudulento. Por ejemplo,
la reiteración en el uso de la z (fricativa dental sorda) o el símbolo
“zapatero” en lenguaje de sordos, arqueando el dedo índice sobre el ojo en
forma de V invertida-. Jörg Haider, el famoso líder ultranacionalista de
Carintia (Austria), no perdió oportunidad de recurrir a fullerías dialectales
cuando le vino en gana, puesto que favorecía sus intereses políticos.
Haider
El zezeo del zetapeo zapaterista fue una ocurrencia que
glorificaba, mediante una inelegante e innecesaria prosodia subestándar, ese
populismo inarmónico, prosaico y barato característico de quienes subliman su
propia autoestima sobre una sociedad que ellos consideran paleta, ordinaria y
potencialmente oligofrénica.
No podemos ser imparciales ante esta clase de discurso
porque no respeta las reglas del sentido común y está sembrado de ocultaciones
y eufemismos. Cuando llegue el PP al poder, si logra evitar seguir siendo
atropellado por la carreta de sabios extranjeros de Rodríguez, tendrá que
aprender muchas de las cosas que Rockbridge está enseñando: no tanto por sus
fines, tan lejanos de una democracia liberal, y tan próximos a una democracia
socialista, como por los instrumentos, que habría de mejorar.
Nos inquieta, sin embargo, que cuando alcance ese poder,
para desgracia de los votantes atolondrados, no habrá forma de parar la
defectuosa, aunque poderosa maquinaria dialéctica que el mismo PP habrá puesto
en marcha, teniendo en el PSOE tan buenos (más bien malos) maestros. No hay
espada más indicada para el combate que la que se arrebata al enemigo, excepto
cuando se emplea para combatirse a sí mismo.
Los siguientes dos ejemplos muestran la fragilidad del
discurso cuando el encargado de propagar un mensaje queda expuesto a la presión
sicológica y a las limitaciones de su poco profunda sustancia doctrinal o
argumental.
El miércoles, 9 de noviembre de 2012, durante el Debate
Presidencial del Partido Republicano de Estados Unidos, emitido por televisión,
el gobernador de Tejas, Rick Perry, trató de vender a la audiencia los activos
de su estado. Cuando intentaba describir su hoja de ruta respecto a los
impuestos, anunciando recortes legislativos, se quedó en blanco. Esto es lo que
dijo… y lo que no pudo decir.
Rick Perry. Fuente: http://www.rickperry.org
El segundo episodio tiene lugar a miles de kilómetros, pero
la situación es idéntica, posiblemente por contagio audiovisual:
El lunes, 14 noviembre de 2012, durante un mitin electoral
en Segovia, España, de cara a las elecciones generales del 20 de noviembre del
mismo año, el portavoz del Partido
Socialista Obrero Español, Secretario General del PSOE de Castilla y León y
Candidato a la Presidencia de Castilla y León por el Partido Socialista, Óscar
López Águeda, haciendo un escrutinio del programa del Partido Popular, comenzó
enumerando su plan de pensiones, el futuro del seguro de desempleo y… se olvidó
del tercero.
Óscar López Águeda. Fuente: http://www.periodistadigital.com
“Les voy a dar tres argumentos de peso, de mucho peso, para
votar el próximo domingo: uno tiene que ver con las pensiones, otro tiene que
ver con el subsidio… las ayudas por desempleo, y otro tiene que ver…
ahhh…ehhh... [risita] ya no son dos… ehh…empleos, pensiones y el tercero tiene
que ver… [pequeño resoplido; se oye una voz de refuerzo al fondo: ‘el paro…’].
No, no, ahora se lo diré… ahora se lo diré… voy a empezar por donde he
empezado… luego les hago… le digo los tres… sanidá (sic) [se oye una voz de
fondo indistinguible], no, no, no, no… bueno, perdonen, me he quedado en
blanco… Bueno, vamos con las pensiones, mire, es muy importante, estoy
escuchando hablar al Partido Popular de… pensiones… Sí, el tercero tiene que
ver con el derecho de los trabajadores y… con los convenios colectivos. [sigue
hablando, pero no encuentra el tercer punto]
Magdalena Álvarez y el método del discurso
Es difícil sustraerse al debate planteado por el deficiente
discurso de Magdalena Álvarez –conocida en algunos ambientes como Maleni- ,
Ministra de Fomento con José Luis Rodríguez Zapatero, jefe del Gobierno de
España (2004-2008, 2008-2012). Sobre su capacidad intelectual y política se han
hecho diversas interpretaciones a distintos niveles, a lo que ha contribuido su
acento regional.
Nosotros pensamos que el deje andaluz de la ministra es
parte de su cultura dialectal –es decir, su herencia social- y no hay
argumentos suficientes para negar su validez al compararlo con la cadencia o el
léxico del dialecto local de La Hoz de la Vieja, Caminomorisco, Montfalcó
Murallat o Peñamellera Alta. El rigor o falta de rigor de una variante no es
achacable a toda la comunidad, sino al idiolecto, es decir, la actuación –en el
sentido anglosajón de performancia- de cada individuo, que puede estar lleno de
idiotismos.
Las intuiciones lingüísticas de la gente en general y en
particular de algunos comentaristas políticos raramente tienen en cuenta la
importancia e influencia del dialecto o del acento en la autoestima de los
hablantes. Pero antes de opinar, como lo ha hecho Montserrat Nebrera, diputada
en el Parlamento Catalán, deberían saber de qué están hablando, porque, como
advertía el erasmista Juan de Valdés en su Diálogo de la lengua (1535) “es la
más rezia cosa del mundo dar reglas en donde cada plebeyo y vulgar piensa que
puede ser maestro.”
Cuando, por ejemplo, se dice que donde mejor se habla el
español es en Valladolid, o el mejor inglés hay que oírlo en Oxford, quien así
se expresa ignora que ese español y ese inglés tan refinados sólo se hallan
presentes en el interior de los claustros de las correspondientes
universidades, pero no hay más que salir a la calle para escuchar dejes y
discursos castizos –en el sentido de naturales, regionales, vulgares- que nada
tienen de cultos, si usamos por un momento la falsa argumentación de que la
cultura y la inteligencia de una persona viene determinada por su forma de
expresarse.
El curriculum académico y profesional de Magdalena Álvarez
–doctora en Ciencias Económicas y Empresariales e Inspectora de Finanzas del
Estado- supera con mucho la preparación del ciudadano medio español, aunque
difícilmente habría sobrevivido en las aulas universitarias con su atropellado
y confuso lenguaje. Los enunciados inconexos de la señora Álvarez son fácil
presa de lingüistas, políticos, periodistas e interlocutores, y es posible que
esa mujer necesite unas clases de gramática y metodología de la expresión
verbal, pero sobre todo le conviene una terapia en el despacho de un logopeda,
un sicólogo o un siquiatra, teniendo en cuenta que su verborrea casi siempre
apresurada y a veces entrecortada por invasivas cuñas discursales –eeeh, ehto…-
dándose tiempo a pensar en lo que va a decir a continuación, muestra la enorme
tensión a la que se ve sometida por su actividad como ministra, sobre todo
cuando la complejidad de la vida crea situaciones que se escapan de su control.
De quien confiesa, como la ministra de Fomento (destituida
en abril de 2009), su incapacidad para ordenar los papeles que tiene delante o
que su pensamiento va mucho más rápido que sus palabras, no puede esperarse un
despliegue de facultades narrativas, y menos retóricas. De ahí se deduce, pienso que injustamente,
que su cabeza es incapaz de pensar con arreglo a las leyes de la lógica, la
coherencia y la persuasión. "Cuido tanto hablar… el hablar” declaraba
patéticamente hace poco, “que hablo peor, porque si hablara como siempre he
hablao, pué… y no quisiera hablá despasito para no saltame determinada
terminasione que me lah sigo saltando y demá…pué… me costaría meno porque
pienso má rápido que ehtoy hablando y entonse se me va el…el… hilo de la
intervensión." En sus explicaciones ante el Parlamento Español acerca de
asuntos incómodos, se la ha podido ver pasar del ataque a la defensiva, y
viceversa, según fuera el flujo de sus ideas, su expresión discursal y la
reacción de su audiencia: sus propios camaradas del partido socialista y los
diputados de la oposición, que seguían atónitos a un recital del disparate.
“¿Cómo se atreve a hacer esa acusasión tan grave sin pruebah? ¿Cómo se atreve a
decir que hablar en el Parlamento é una filtrasió? ¿Pero qué rehpeto tienen uté
a la filtrasione.. qué reh…a el Parlamento? Mé equivocao, señoría. Sí, mé
equivocao. ¿Pasa algo?” En otro momento intentaba en vano justificar su
confusión ante las circunstancias de la acción política: “Hay determinada
cuestione… alguna de lah que uhtée me han planteao que éh, aun conociéndolah,
alguna no lah conozco.” (la h representa en los citados textos la aspiración de
la sibilante s en los plurales en variantes andaluzas).
Decididamente, la señora Álvarez habla mal; pero no habla
mal por hacerlo en su versión del llamado andaluz (una versión más del
castellano), sino porque su discurso está mal construido. Bastante tiene con
aguantar las arremetidas de los políticos y periodistas del espectro contrario,
que la acusan de ineficaz para el cargo que ocupa, como para, encima, sentirse
culpable de su propio lenguaje. La conclusión de que la pobre señora roza los
límites de la oligofrenia es tan perversa como perverso es el discurso político
en general, por lindo e impecable que parezca formalmente, tan lleno de
sofismas, manipulaciones retóricas, insultos, infamias, medias verdades y
envolturas. Ello no obsta para que la señora Álvarez, un año después de su
destitución, haya recibido la recompensa que suelen recibir casi todos los
políticos al abandonar su cargo: un puesto directivo en un banco público con un
sueldo de 240.000 € al año, además de su pensión vitalicia como ex-ministra.
Discurso y texto. Isabel López i Chamosa
El 16 de diciembre Isabel Lopez i Chamosa[1], portavoz del
PSOE en la Comisión del pacto de Toledo, declaraba en una rueda de prensa, en
la que trataba de explicar las negociaciones entre el gobierno de Rodríguez
Zapatero (PSOE) y la oposición para modificar el sistema de pensiones:
“Es decir yo creo que
en esa redacción que hemos hecho y que más o menos todos hemos estao de acuerdo en ningún momento decirmos que la
edá legal sea ni 65 ni 67, sino que hablamos de una serie de condicionantes [kh
kh] que han de reunir como por ejemplo incentivar la permanencia de la gente en
el puesto de trabajo, añadir ehhh la expectativaa de vida una vez eh llegada la jubilación refundir el tema de las
prejubilaciones, etc. etc. Es un ordenamiento eh bastante amplio, es decir, por
lo tanto es que’n la redacción que l’hemos dado a lo de la jubilación no aparece
ni los 65 ni los 67 años, y cada apartado lo hemos ido consensuando uno por
uno. Es cierto que Esquerrr.. Republicana y Izquierda Unida no estaban de
acuerdo y se han ido, pero el resto de la gente que hemos quedado allí hemos
ido redatando ese apartado punto por punto y hemos quedado que mañana el
letrado nos lo da pasado a limpio y le hacemos la última visión. Yo no sé lo
qu’el PP hará después, yo sé lo qu’a hecho en la Comisión y en la Comisión lo
que hemos ido consensuando apartados a si nos queda la…el tema de viudedá que
no creón yc on las mismas formas que se hizo la del 95 y la del 2003 ni en la
del dos mil ...de 1995 ni en la del 2003 cerraba ninguna edá de jubilación sino
qu’ incentivaba y decía que se fuera adaptando en el futuro. Pues bien, nosotros
vamos eh a defender esa misma y es lo qu’hemos estao haciendo esta tarde.
Los rasgos discursales de Isabel López -en los que no
aparece la prosodia por su imposible transcripción-, son obviamente debidos al
proceso de hibridación al que se ha sometido en virtud de su recorrido
geográfico vital. Hay que tener en cuenta que un orador tiene escasas
oportunidades para rectificar su discurso verbal sobre la marcha sin caer en
contradicciones ni mostrar vacilaciones; sin embargo, en los textos escritos no
hay margen para el error, a menos que el descuido se convierta en desidia o en
imagen de la ignorancia, algo impensable en una persona cuya biografía política
es tan extensa. En su Blog, creado en julio de 2010, aparecen [a fecha del 16
de diciembre de 2010] las siguientes entradas [las reproducimos en su
literalidad, respetando los errores ortográficos y signos de puntuación]:
martes 20 de julio de 2010
Para que me conozcais un poco mejor
Por fin me he dejado convencer por Lourdes y inicio mi blog.
Así conoceeis mi manera de pensar y por supuesto quiero que sea un espacio de
comunicación donde poder opinar y dialogar.
miércoles 21 de julio de 2010
REFLEXIONES ANTES DE VACACIONES
seguramente que la crisis ha cambiado las vacaciones a
muchos ciudadanos,perotambien es verdad que a la inmensa mayoria no ha sido a
si por dos razones fundamentales ,una hay mas de un tercio de la poblacion que
nunca han hecho vacaciones o las vacaciones les supone no ir a trabajar y poder
ir algun dia a la playa o a la montaña pero sin desplazarse de su ciudad, la
segunda es que mas de la mitad de la poblacion cuando se toma vacaciones se va
al pueblo lugar de nacimiento suyo , o de tus padres ,algún familiar o algún
amigo,que quiero decir que a pesar de la crisis la mayoría de los ciudadanos
estamos esperando poder irnos al pueblo de vacaciones.
Seguramente que muchos ciudadanos pensaran que los políticos
no nos las hemos ganado,y aqui hay de todo como en cualquier profesión,pero os
puedo asegurar que la mayoría de políticos al igual que la mayoría de
trabajadores no solo nos las merecemos si no que las necesitamos.,¿por que?
bueno yo puedo opinar en primera persona ,estos meses han sido muy dificiles
las turbulencias económicas mundiales la lentitud de los organismos de la unión
europea dar solución a los problemas Griegos ,ataque brutales al Euro y a la
economía Española,sentencia del estatut y por encima de todo el Paro la
preocupación constante del gobierno, del grupo y de esta diputada, han sido
meses dificiles para todo el pais.
Las políticas de ajuste de los últimos meses,necesarias,pero
que las tenemos que explicar pues los ciudadanos necesitan saber por que y como
a los ciudadanos hay que convencerlos con argumentos y os puedo asegurar que lo
intentamos y vamosde un lado para otro explicando las cosas por que los
socialista no tenemos problemas de cumunicacion,si no de medios de cumunicacion
eso significa masexplicacion mas contacto con los ciudadanos.
Por eso a todos mis mejores deseos en vacaciones sean donde
sean ser felices pasarlo bien mirar la vida con optimismo.
jueves 7 de octubre de 2010
Pension de viudedad
Siempre empiezo diciendo que es la mas injusta y la mas
generosa del sistema,pues permite que una mujer mayor de 65 años sin ingresos
tenga que vivir con 587 euros y por otro lado es compatible con rentas y con el
trabajo.
Creo que tenemos que reformar en profundidad esta pension
llevo tiempo dandole vueltas a la cabeza como y de que forma y no es facil pues
he aprendido con la ley 40/2007 que cada viuda es una circustancia,una
situacion y que es dificil encontrar formulas que sean justas y lo que es mas
importante que resuelban el problema de una familia que de golpe le falta el
padre o la madre y tienen que seguir adelante con sus vidas o una mujer mayor
que se queda sola con todos los gatos de la casa y con el 52% de los ingresos.
Pero estoy segura que entre todos lo conseguiremos
recuperando y empezando
Aun que no lo podais creer se me habia perdido la contraseña
y me a costado recuperarla,pero una vez hecho pues ya puedo estar en contacto
con vosotros/as
Esta semana retomamos las negociaciones del pacto de toledo
y seran duras pues no todos estan por la labor pero creo que nos saldremos
de entrada hemos dejado los temas mas peliagudos para el
final y empezamos con las primeras recomendaciones,ademas se han incorporado
dos asesores del ministerio por lo cual estamos en marcha.
2ªPARTE Emilio García
Gómez...lunes 15 de noviembre de 2010
ELecciones Catalanas
Como todos/as conocéis, el proximo 28 de noviembre
celebramos elecciones en Catalunya, por lo cual estamos emplena campaña
electoral. El primer fin de semana se han dicho cosas que desde mi punto de
vista de deberían sacar los colores al que lo dice: primero fue el Candidato
Artur MAS, que acusa al PSC de recurrir al primo de Zumosol (en referencia a
Zapatero ). Pues sí, señor MAS, los socialistas catalanes formamos parte de una
gran familia socialista con parientes en España, en Europa y en el mundo, de lo
cual nos sentimos muy orgullosos. Lo siento por usted si su familia es tan
pequeña que no pude contar con madie.
El siguiente fue el señor Duran Lleida, diciéndoles a las
mujeres de Catalunya que tenían que tener hijos porque los que nacen son
mayoritariamente de mujes imigrantes, y entonces Catalunya perdería población.
SEÑOR DURAN: los nacidos en Catalunya ¿no son catalanes, sean los padres de
donde sean? Por cierto, usted es un catalán nacido en Huesca y yo soy una
catalana nacida en Galicia ¿Qué pasa? ¿Que hay clases distintas de catalanes?
Pues NO, sr. DURAN, CATALAN es todo el que vive en Catalunya haya nacido donde
haya nacido y sean sus padres de donde sean. Catalanes, por cierto, con los
mismos derechos que usted.
Por último, el sr. Joan Puigcercós dice que los andaluces no
pagan impuestos. ¿Cómo se puede decir tal mentira? Primero, recordarle al sr.
Puigcercós que son los ciudadanos los que pagamos impuestos, y no los
territorios. Y segundo, que cada ciudadano paga en funcion de sus ingresos y no
del lugar donde vive. Por lo tanto,se pueden defender las propuestas de cada
partido con respecto a los ciudadanos vivan en en el territorio en el que
vivan.
[1]La propia autora del blog describe su biografía de esta
manera: Isabel López Chamosa. Sexo: Mujer. Ubicación: Barcelona, Catalunya,
España. Datos personales: Gallega de nacimiento, catalana de adopción,
asturiana de devoción, aragonesa consorte y llevo Andalucía en el corazón.
Empecé de tejedora de genero de punto, aprendí a militar sindicalmente en la
UGT, en la cual tuve diversos cargos, complete estudios y fui elegida diputada
al congreso, donde me dedico fundamentalmente a temas de pensiones , seguridad
social y empleo. Intereses: sindicalismo, socialismo, trabajadores, pensiones,
política.
La biografía complementaria oficial habla de los cargos que
ha ocupado y las actividades que ha realizado:
Vocal Suplente de la Diputación Permanente, Vocal de la
Comisión de Economía y Hacienda, Vocal de la Comisión de Trabajo e Inmigración,
Portavoz de la Comisión no perm. seguimiento y evaluación acuerdos Pacto de
Toledo, Ponente de la Ponencia Prop. Ley para mejorar las pensiones de viudedad
(122/5), Vocal de la Delegación española en el Grupo de Amistad con Chile,
Ponente de la Ponencia P.L. mod. Est. Legal del Consorcio de Comp. de Seg.
(121/19) desde el 26/05/2009 al 26/05/2009, Ponente de la Ponencia Proy.L.
prog. temporal prot. desempleo e inserción (121/39) desde el 30/09/2009 al
06/10/2009, Ponente de la Ponencia Proy.L. medidas urgentes mantenimiento
empleo (121/22) desde el 06/10/2009 al 14/10/2009, Ponente de la Ponencia Prop.
L. ampliación permiso paternidad (122/12) desde el 06/05/2009 al 27/05/2009.
Un think tank español
El modelo de Rockbrige no ha dejado de prosperar en formato
regional. El equivalente más próximo se puede ver en ASINYCO (Asociación Información
y Conocimiento), una organización "que vincula a más de 200 profesionales
con mentalidad progresista, entre empresarios, funcionarios y altos directivos
de grandes empresas." En su declaración institucional, ASINYCO
"aspira a convertirse en CENTRO DE PENSAMIENTO y contribuir a toda
reflexión que salga al paso de las visiones más tecnocráticas y elitistas sobre
la Sociedad de la Información, a menudo presentadas como modas vacías de
contenido." El objetivo esencial es influir y colaborar con los centros de
poder, sumando voluntades -personas e instituciones significativas en el ámbito
social y político- y articulando una "asociación con músculo" que
adquiera prestigio, autoridad y peso social.
En un estado democrático no hay más remedio que admitir la
posibilidad de que un grupo de presión nacido, como suele ocurrir
frecuentemente, de los superestratos sociales -las élites intelectuales- sirva
de aglutinante para mover y cambiar voluntades de forma organizada y
formalmente intachable. El único interrogante que flota en el aire es si el
pueblo tiene la capacidad suficiente de valorar la ética del poder y actuar en
consecuencia, dando por sentado que quienes se mueven en esos recintos actúan
no como formadores sino como dinamizadores del pensamiento. El clásico
postulado marxista de que las masas, per se, no intervienen en el cambio
social, y que para conseguir que se pongan en marcha hacen falta unos líderes
se ve perfectamente reflejado en la creación de think tanks, depósitos o
centros de pensamiento.
Agitprop
Como se puede observar en los últimos meses en los medios de
comunicación españoles y en el discurso político, parece estancado, en su
enorme simpleza, el viejo binomio derecha-izquierda, convenientemente
convertido en el trinomio derecha-centro-izquierda.
No es muy preciso hablar de la izquierda y la derecha,
puesto que los componentes de la taxonomía muestran una compleja relación
jerárquica y antagónica; las izquierdas y las derechas parecen estampas de una
dimensión casi metafísica. El joven y talentoso escritor y filólogo eusquérico
Kirmen Uribe, en su reciente relato Bilbao-New York-Bilbao, se refiere in
passim a “conservadores, nacionalistas y socialistas” como si fueran espacios
naturales en los que se reparte la sociedad vasca. Distribuida en un diagrama
horizontal menos simplista, la sociedad quedaría situada, con arreglo a sus
inquietudes o posiciones personales y grupales, en algún punto de los extremos
(anarquistas, comunistas, nazis, fascistas), los menos extremos (socialistas,
conservadores) y los intermedios –centristas, liberales-.
El léxico de los distintos dialectos políticos –más bien
jergas- está lleno de insultos y acusaciones mutuas. La izquierda sigue
empleando contra la derecha la coletilla “imperialista” y “fascista” hasta
degradarla a un nivel fático, carente de fuerza ilocutiva. Del mismo modo, la
derecha más reivindicativa ve en la izquierda el regreso al mundo de la
represión bolchevique, leninista, estalinista o trotskista. Las manifestaciones
de los líderes políticos, las columnas de opinión y la selección de las notas
de actualidad de la prensa, los enfoques de los noticiarios y los cada vez más
abundantes debates en las cadenas de televisión y radio aprovechan la situación
social y económica para derramar caldo hirviendo sobre la opinión pública.
No hace mucho un columnista de El País (Ignacio Muro, 23
diciembre 2009 p. 33) se lamentaba de la creciente derechización de los
intelectuales españoles, sin citar a ninguno en concreto, evocando con un frío
estilo académico la conveniencia de apretar las filas y soslayando la
posibilidad de que no se trate tanto de una derechización de parte de la
izquierda cuanto su desizquierdización, es decir, de su abandono de las tesis
ortodoxas de la izquierda. Es un fenómeno de deserción: falto de fe, me voy
antes de que me echen o me maten intelectualmente, sin que ello implique que el
disidente y el desafecto se convierta automáticamente en adepto a la causa
contraria.
El concepto y la calificación de izquierdas y derechas son
relativamente modernos. Durante la Revolución francesa los partidarios del rey
y del orden establecido solían sentarse en los bancos de la derecha del
Parlamento, frente a los partidarios del cambio y la abolición de la
aristocracia, situados en el ala izquierda del recinto. Tiempo atrás, las
Cortes británicas habían sido un reflejo de la división entre los whigs,
partidarios de la monarquía parlamentaria y lejanos parientes de la izquierda,
y los tories, defensores del absolutismo equivalentes a los conservadores.
Entre otras muchas cuestiones sociales y políticas, se ventilaba la cuestión de
los católicos, considerados como revolucionarios conspiradores contra el estado
y la iglesia anglicana y siendo reprobados a perpetuidad desde la llamada
“Gloriosa Revolución de 1688.”
Durante la guerra revolucionaria de Asturias (v.
asturias1934.com, los socialistas fueron calificados por los comunistas de
“social-fascistas” y los anarco-sindicalistas de “anarco-fascistas”, epítetos
de escaso alcance en presencia de otros argumentos considerados de mayor peso
para los propios comunistas como la unidad de acción, aceptación y consecución
de las nuevas orientaciones y culminación de las esperanzas revolucionarias. En
uno de los comunicados que emitió en
junio de 1934 el Partido Comunista (“Los perros de la Alianza Obrera se
disputan los huesos a dentelladas”) se empleaba el oxímoron “jesuitismo
marxista” para quejarse de que los anarquistas les calificaran de “traidores y
derrotistas”. Respecto al Partido Socialista, sería culpable de “frenar al
proletariado, conducirlo como manso rebaño al aprisco parlamentario” y estar
“decididamente predispuesto a cooperar en la necesaria armonía de las
clases", afirmación contradictoria y tramposa.
Cartel de propaganda (Imagen del Fondo Antiguo de
Ilustraciones de la Universitat de València)
La batalla sigue abierta en el año 2010 –siglo XXI- en un
frente de agitación y propaganda que raya en el agitprop más rancio y
tabernario. Aunque siempre han existido ambas a lo largo de la historia, con
diferentes recursos, siguen causando un enorme impacto en la sociedad. La
intromisión de los gobiernos y el capital en los medios de comunicación abre la
senda del monopolio de las ideologías y el absolutismo.
Pensamos que “izquierda” y “derecha” son ya términos
obsoletos e inválidos, excepto como referencia histórica, del mismo modo que no
se puede juzgar a Cromwell o a El Cid como fascistas ni como progresistas. La única trinchera a defender es la que
separa a los valedores de la libertad frente a los tiranos. Entre el paternal
estatalismo y el desalmado liberalismo hay mejores alternativas.
Barack Hussein Obama y sus fuentes de sabiduría. Notas sobre
la elección del último presidente de Estados Unidos (Noviembre de 2008).
Según la mitología nórdica, el dios Mimir se vio envuelto en
una trifulca entre divinidades y acabó siendo decapitado. Otro dios, Odín, se
hizo cargo de la cabeza y la depositó en un santuario. De este punto brotó un
manantial al que Odín acudía a beber en busca de la sabiduría.
El recorrido de Obama ha sido tan mágico como el
encantamiento escandinavo. Se puede aventurar, sin riesgo de alejarnos
demasiado de la verdad, que el actual presidente de Estados Unidos ha visitado
diversos manantiales para embeberse en el conocimiento social y el discurso
político. Ese ha sido su esfuerzo y su mérito personal. Pero su fuente de
sabiduría son los poderosos “think tanks” –depósitos de ideas-, creados y
subvencionados por entidades públicas, privadas y anónimas en cuya nómina
figuran lingüistas, estrategas políticos, creadores de opinión, economistas y
futurólogos.
Aún está en nuestro recuerdo el comité de sabios que
contrató el equipo del presidente del gobierno español Rodríguez Zapatero con
vistas a las elecciones generales de marzo de 2008. Entre ellos destacaremos,
aunque se le citó in passim, a George Lakoff, arriba citado, que ofreció al
Partido Socialista Obrero Español el aparato técnico de su Instituto Rockbridge
para ayudar a componer un discurso eficaz basado en marcos, metáforas y eslóganes
con los que cautivar a los votantes y machacar de paso al partido contrario.
Los manantiales de ideas políticas buscan la plataforma en
la que enmarcar el debate público y, como dice Lakoff, restablecer el
equilibrio político “desde un ángulo progresista.” Para ello habría que
insistir en la conveniencia de levantar la tapa del sarcófago en que ha
enterrado a la sociedad un partido -el de Bush- que lleva varios años
gobernando, y gobernando mal. y exponerse a la luz y los vientos del cambio y el progreso.
No puede sorprendernos que, además de sus ansias de quitarse
de encima la pesadilla de Bush, el gobierno socialista español se haya volcado
en Obama como antes lo hizo con su propio candidato ZP (Zapatero), hermanos que
se refrescan en las aguas del pozo de Mimir.
Por el momento, no vamos desglosar las fuentes y describir
la arquitectura del discurso de Obama. Pero podemos resaltar su asiento moral y
ético frente a la dura e intransigente postura del discurso
liberal-conservador. En diversas ocasiones ha declarado, más o menos con las
mismas palabras: “Tenemos un grave déficit presupuestario, un déficit comercial
en estado crítico. Pero lo que más me preocupa es nuestro déficit de empatía.
Cuando me dirijo a los estudiantes, les digo que hay que mirar a través de los
ojos de los demás. Hay que ponerse en los zapatos de los otros.”
Este es el discurso que cala, afirmó Lakoff no hace mucho:
“Obama dice que entre los norteamericanos hay valores tradicionales, entre
ellos el de la unidad, y él apela a estos valores.” La religión es otro activo;
si hay muchos americanos creyentes, también los hay que son progresistas. Y
también existe una conexión entre la capacidad de empatía y la moralidad
progresista.
El pensamiento social norteamericano se ha apoyado tradicionalmente
en la idea de que no hay que mostrar debilidad: no se debe andar con chismes
sobre la mala salud de uno, la pérdida del empleo, el fracaso escolar. «Duro,
aislado, estoico, asesino» son los atributos que D. H. Lawrence atribuía a la
esencia americana. El resultado, según Obama, es que en Estados Unidos la gente
es incapaz de ser amable. Hay que cambiar, pues, de estrategia y tratar de
re-humanizar a la sociedad, revitalizarla con aportes moralizantes que sirvan
de bálsamo en un mundo abocado a la recesión económica y a un descrédito
político irreparable.
Aunque las referencias a la raza de Obama nos parecen
ridículas, impertinentes y rotundamente obsoletas, se da por obvio que el
liderazgo del país ha pasado de las frías manos anglosajonas a las más cálidas
de un afrosajón, un personaje que en los años sesenta habría recibido el apodo
despectivo de white Negro, negro amestizado, culto y alejado de la realidad
africano-americana.
Pero Obama no tiene nada que ver con Martin Luther King, ni
con Eldridge Clever ni Malcolm X. Obama es el producto de sí mismo, de su
familia, de sus estudios y, por encima de todo, de los inmensos y arcanos
manantiales de la sabiduría.
Martin Luther King, Eldrige Cleaver y Malcolm X. El anillo
de este último induce a pensar que se trata de un Black Shriner
Nos sentimos ligeramente defraudados porque Obama se
presenta como un emisario de Odín, cuando en realidad es un estratega más de la
vigorosa maquinaria política norteamericana. Ante el eslogan “Necesitamos el cambio.
¿Podemos cambiar? Sí, podemos” nos limitamos a decir “Pues muy bien.”
Exemplum de simia
Es imposible sustraerse a la corriente de opinión que
arrastran los episodios nacionales, regionales y locales de cualquier país,
exceptuando a los de régimen autocrático, donde la expresión individual se
mueve en la intimidad. Aunque los políticos han llegado ya a un “plateau” más
allá del cual no tienen nada nuevo que decir, los ciudadanos siguen creyendo
ingenuamente, desde su esquina de mutilados e indigentes civiles, que aún
pueden aportar ideas razonables. “Mientras se espera”, suspiraba Miguel de
Unamuno, “se vive, aunque con amargura; lo peor es cuando las esperanzas se
convierten en recuerdos.” Luego la gente se arrepiente de airear su verecundia
e irritación ante los desmanes de quienes, no hace mucho, se metieron en el
bolsillo sus votos y, a no tardar, los emplean contra sus votantes. Actúan como
siempre hicieron los gobiernos de las tribus, las monarquías, las repúblicas y
las dictaduras a lo largo de la historia: incitando al pueblo a combatirse a sí
mismo.
En diciembre de 2009, en su arenga durante la Cumbre sobre
el Cambio Climático celebrada en Copenhague, el presidente del gobierno español
Rodríguez Zapatero, en un alarde de
fantasía ramplona, declaró, en medio de la estupefacción general: “La tierra no
pertenece a nadie, salvo al viento." Meses más tarde, después de haber
disuelto las Cortes y convocar elecciones generales, obligado por la situación
catastrófica de la economía del país, no pudo resistirse a satisfacer su afán
de notoriedad y expresar su falta de sensibilidad hacia la ruina nacional,
arrancando en un acto académico con una cita del escritor Ramón Gómez de la
Serna –autor, entre otras obras, de Los muertos, las muertas y otras fantasmagorías
(1935)-: “El mejor destino es el de supervisor de nubes acostado en una hamaca
y mirando al cielo”. Con semejantes discursos, sus propios camaradas terminaron
por considerarle un apestado. La abrumadora derrota electoral ante el partido
de la oposición en la noche del 20 de noviembre de 2011 no ha debido causarle
mella alguna, puesto que este tipo de personalidad es incapaz de asumir la
responsabilidad de sus propias acciones. Sus palabras pasarán al mausoleo de la
estupidez.
Todos los líderes son básicamente radicales, aunque unos
muestren un rostro de beatitud y otros de fiereza, en especial los
nacionalistas y los populistas, dedicados a propagar dogmas inverosímiles y
empujando a la gente a quemar la tierra que pisa. Después, una vez alcanzada la
notoriedad personal, regresan a la espesura de donde salieron, bien cargados de
canonjías. Como apostilló San Buenventura (“Comentarios al Evangelio de San
Juan”, 47-6), son el paradigma de la inmodestia y la ostentación: “exemplum de
simia: quando plus ascendit, plus apparent posteriora eius” -cuanto más alto
trepa el primate, mejor enseña el trasero-. Con sus invenciones, sus
apariencias, sus chillidos, sus cargos y sus pensiones vitalicias, la casta
política muestra constantemente su brillante culo.
En muchos países los políticos tratan a los críticos del
sistema como un bruto aplasta a las termitas: bicho que se mueve, ¡zas! ¡otro
que se mueve! ¡zas! ¡zas! “¡Que aprenda ese protestón de mierda, un peligro
para mi poder y mis prebendas!” Cuando Rudyard Kipling describió en 1891 su
viaje a Estados Unidos, no evitó citarlos como una estirpe especial “que no
perdía el tiempo en hablar de libertad, sino que a la chita callando iba
imponiendo su voluntad a los ciudadanos.”
Acción parlamemtaria (© Teoprépides 2011)
El tiempo cambia como categoría subjetiva y es imparable;
pero las personas –muchas de las personas que adquieren cada cuatro años la
condición de representantes del pueblo- pueden permanecer clavadas como estacas
en el tiempo y el espacio, tiesas e imperturbables a los vientos que soplan.
Así están, y con eso se quedan los votantes, mirando a los
monos saltarines.
Reparto de canonjías. (© Teoprépides 2011)
Fatiga de la tragedia
El 18 de noviembre de 2011, dos días antes de la Elecciones
Generales de 2011 en España, un profesor norteamericano de Economía
Internacional residente en Viena, Gene Tuttle, me hablaba del concepto de
“fatiga de la tragedia”, reacción sicológica que nos lleva a perder la
sensibilidad de los males que afectan al mundo. Me sugería que, en un mundo
globalizado, nos hallamos desbordados por la información sobre los continuos
desastres que tienen lugar a nuestro alrededor. “La deteriorada situación
económica” escribía mi amigo “es sin duda una fuente de preocupación por sus
implicaciones para la paz social y la inestabilidad política.” En tales
circunstancias, los centros de poder político y mediático aprovechan cualquier
nimiedad para liberar breves, aunque intensas, noticias –una infidelidad, un
atraco, un caso de corrupción- que oculten temporalmente la verdadera
naturaleza de la miseria humana y nos evite el colapso emocional.
El cansancio de poder y el pesimismo del PSOE, inerme ante
la tragedia económica, se nos ha contagiado con la misma intensidad y rapidez
con que se extiende la plaga de chinches que afecta últimamente a muchos
hogares y hoteles en Estados Unidos. Nos deja hundidos en la desesperanza y la
incertidumbre, aguzando nuestro instinto de supervivencia, como los personajes
de Too late the hero (Robert Aldrich, Comando en el Mar de China, 1970),
temiendo que en cualquier momento nos arrojen al Tártaro. Los políticos y los
depredadores sociales se han pasado la vida batiendo alrededor del matorral,
evitando meterse directamente en busca de la presa. “Hoy” escribió hace cien
años el poeta irlandés Oscar Wilde “casi todos se mueren de un reptante sentido
común; descubren demasiado tarde que las únicas cosas que jamás han lamentado
son sus propios errores.” (Retrato de Dorian Grey, 1891). Pues bien, como diría
otro poeta, Siegfried Sassoon, podemos aceptar la conducción de la guerra, pero
nunca admitir los errores políticos que empujan a tantos al sacrificio.
(“Finished with the War: A Soldier’s Declaration”. The Times, 31 de Julio de
1917)
Reproducimos aquí un interesante documento redactado en
julio de 2005 por el partido derechista británico British National Party (BNP)
y aireado por WikiLeaks el 23 de abril de 2009.
Se trata de un "manual de disciplina lingüística y
conceptual" dirigido a sus militantes con el objetivo de asear la imagen
pública del partido respecto a sus tendencias xenófobas y racistas. Su nueva
estrategia de comunicación política utiliza recursos de elevada simpleza, como
el cuidado de la expresión verbal, evitando el histrionismo verbal y la violencia
conductual. En este manifiesto se ha omitido o borrado la "regla nº
20".
GRACIAS POR ESTA COLABORACIÓN,,UN ESTUDIO SOBRE EL
PENSAMIENTO POLÍTICO DE HOY DÍA, QUE NO ES NECESARIO COMPARTIR..PERO HAY QUE
AGRADECER.
3ªPARTE Emilio García Gómez
El discurso del Islam
El discurso, sea político o tenga otros fines, se ha visto
como la plastilina: una materia deformable, polisémica y polifórmica, es decir,
puede adquirir múltiples formas y significados en función del efecto que se
persiga. Es habitual, con este tipo de análisis, encontrar objetos genéricos
que se prestan a múltiples interpretaciones y que resultan difíciles de
rechazar. Por ejemplo, el concepto del bien frente al mal, la tiranía frente a
la democracia, la justicia social frente a la explotación, la caridad y la
generosidad frente al egoísmo y la ingratitud.
En el mundo islámico, que se halla inundado por el espíritu
religioso, la palabra yihad (pronunciada más o menos como dyijad), puede
adquirir un valor de
1) guerra armada contra un enemigo físico declarado;
2) resistencia a lo que se aleja del código moral del Corán;
3) simplemente, lucha interior contra las debilidades de la
naturaleza humana, al estilo de los místicos españoles como San Juan de la Cruz
y Santa Teresa de Ávila.
El fondo de la cuestión es el grado de alejamiento del
contrario respecto a la ortodoxia que guía a la sociedad o al partido que
gobierna el estado en un momento concreto. En términos sociológicos, ser
ortodoxo equivale a ser fiel a los principios y la los dogmas oficiales, y eso
equivale a ser puro, auténtico, conservador y reaccionario.
Los redactores de discursos políticos y expertos lingüistas
como alguno de los citados son auténticos creadores de lenguaje arbitrario y
artero. Encadenando y repitiendo los mismos conceptos, verbalizándolos con
distintas formaciones sintácticas, recurriendo a la sinonimia, a la
simplificación o a su contraria, la hipergeneralización, se consigue el mayor
de los deseos de un profesional de la política: la eficacia. Lo que menos
importa es la equivalencia del uno por uno, el pan, pan y el vino, vino. Lo
esencial es que diciendo uno se diga, imperceptiblemente, dos, se entienda tres
y se consiga un efecto cuatro.
Por eso se puede leer y oír con tanta facilidad e
indistintamente acerca del fascismo americano respecto al religiosismo
islámico, y del fascismo islámico ante el democratismo norteamericano. La
manipulación del lenguaje por unos pocos expertos lleva a condenar o a
glorificar a naciones enteras; una cultura y una civilización pueden quedar
demonizadas en unos segundos por un uso inteligente del lenguaje que se presta
a múltiples interpretaciones (indudablemente, al menos para nosotros,
inteligente no equivale en este caso a honesto, sino a indecente.
La maleabilidad del discurso islamista ha sido claramente
expuesto por Farish A. Noor, miembro del Instituto de Estudios Estratégicos e
Internacionales de Malaysia, en su ensayo “The Evolution of ‘Jihad’ in Islamic
Political Discourse: How a Plastic Concept Became Harder”. Conceptos e ideas,
dice Noor, inundan el discurso islamista con fines políticos utilitarios y
metas instrumentales. Pero idénticos objetivos se pretenden conseguir, en el
lado contrario, cuando se citan y cuestionan conceptos tan etéreos como
“democracia”, “derechos humanos” y “justicia."
El profesor Ali Khan, de la Washburn University School of
Law de Kansas, Estados Unidos, antepone el argumento verdaderamente democrático
al discurso de la eficacia a través de la ambigüedad y la tergiversación. Una
sociedad multicultural como la norteamericana, incapaz de imponer restricciones
de ninguna clase a que un ciudadano elija sus ideas en un mercado libre, no
puede impedirle que exhiba sus derechos religiosos si se mantiene en los
límites que marcan las leyes. "Se da por sentado en los círculos políticos
americanos que el Islam es una religión forastera, ajena."
Esta falta de precisión respecto a la tradición religiosa
norteamericana que denuncia el profesor Khan es más evidente cuando se
recuerdan los movimientos de conversión al Islam de tantos y tantos líderes y
seguidores del movimiento pro-derechos civiles afroamericanos de los años 1960
y 1970. O cuando se observa el mapa religioso de Estados Unidos, que da un
elevado porcentaje de conversos al Islam en un país que los políticos
consideran laico, cristiano o, al menos, judeo-cristiano. "El Islam ha
llegado a este país [Estados Unidos] no para convertir por la fuerza a nadie,
sino para enriquecer la cultura norteamericana, su diversidad, su historia, su
arquitectura, las ciencias y, cómo no, las leyes." El enriquecimiento de la cultura
norteamericana se produce, supuestamente, a través de la teoría y la práctica
del Islam, como pudo beneficiarse en su tiempo la España cristiana.
Una de las cuestiones que no puede dilucidarse con nitidez
es la de si existe una sola tipología de discurso político aplicable a todos, o
si cada concepto es subsidiario de la cultura en la que se presenta. Por
ejemplo, Brown y Levinson diseñaron un método de análisis de la cortesía que se
comenzó inmediata e indiscriminadamente a aplicar como si el discurso fuera una
categoría universal. Este modelo anglosajón, analizado de cerca, es viable en
unas culturas (y sus lenguas) e insostenible en otras. La tesis doctoral de
Saïda Anssari, en fase de terminación (prevista para 2008 en la Universidad de
Valencia), es muy ilustrativa de la imposibilidad de aplicar los criterios de
Brown y Levinson a la lengua árabe regional –la de Marruecos-. El paradigma
anglosajón no sirve para explicar la cortesía del mundo del Islam. Y tampoco se
conoce un modelo de discurso político que abandone los postulados de la
retórica clásica y se adapte automáticamente a todos los procesos discursales
que inundan a nuestro mundo.
De hecho, lo que está ocurriendo es que el discurso islámico-musulmán
se está adaptando al modelo europeo-occidental y utiliza más o menos las mismas
estrategias, en lugar de recuperar o materializar un discurso que nazca de las
tradiciones y la cultura islámica. Eso es lo que sugiere Iqbal Siddiqui
(Crescent International, Junio 16-30, 2000): “El movimiento islámico necesita
urgentemente la emergencia de un lenguaje de discurso político que nazca de las
tradiciones políticas y académicas musulmanas, en lugar de ser importado y
adaptado de la terminología política occidental." Cuando se emplean
términos como “revolución” y “estado” adjetivándolos con la palabra “islámico”,
les acompaña un equipaje conceptual occidental. Para Siddiqui, construir un
discurso político al modo occidental resulta imposible entre musulmanes porque
no refleja los ideales y la cultura del Islam.
La naturaleza del discurso nativo del Islam aún no se ha
descrito adecuadamente y es posible que no pueda hacerse sino a través de la
retórica de los imames y la exégesis del Corán. Esta retórica se halla más
próxima a la tradición escolástica cristiana, que pretendía ordenar el
pensamiento lógico, que a la del discurso político occidental diseñado con
fines electorales.
Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán
Ejemplo de estructura de un discurso musulmán:
Expresión de una opinión
Abajo se enumeran algunos de los recursos retóricos más habituales
en el discurso político:
1. Arranque, normalmente con una pulla o un chiste rápido
destinado a causar un pequeño impacto, reforzado por las risas y los aplausos
de los voceros, como forma de asegurarse la atención y las simpatías de la
audiencia.
2. Enunciación: presentación de los temas que se van a
desarrollar durante la sesión, dejando algunos cabos sueltos a modo de anzuelo
para asegurarse la continuidad de la atención del seguidor.
3. Argumentación: exposición de los distintos razonamientos,
invariablemente por el siguiente orden: primero la antítesis, los argumentos
negativos; después los positivos. El efecto sicológico es salir de una
situación de estrés e incomodidad para pasar a otra placentera en la que se
obtiene, o se va a obtener, algún tipo de recompensa. Los redactores del
discurso suelen intercalar citas de respetables políticos, escritores o
pensadores como soporte intelectual, como garantía de que el argumento es tan
válido para ellos como lo fue para los clásicos.
4. Conclusión o recapitulación, en la que se sintetiza lo
expuesto y se abren los brazos para recibir el aplauso y el apoyo incondicional
de la audiencia.
Las ayudas retóricas más habituales con las que cuenta el
político profesional son las siguientes (por orden alfabético):
Anadiplosis o reduplicación: la última palabra de una frase
se repite en la primera de la siguiente: “Se ha reducido un 25% la inversión en
infraestructuras; las infraestructuras están al borde del colapso; el colapso
es el destino que nos espera a todos si no ponemos remedio a la situación.”
Anáfora: repetición sistemática de una palabra o una frase
al comienzo de una oración: “Debemos continuar, debemos perseverar, debemos
resistir.”
Antítesis: juego semántico que permite invertir el argumento
inicial: “Los pensionistas siempre han pagado los platos rotos de una mala
administración. ¿Pedían una subida de pensiones? Obtuvieron más inflación.
¿Pedían unas pensiones más justas? Recibieron un recorte asistencial.
¿Reclamaban una paga extra? Aumentaron las retenciones. Los pensionistas son el
forjado en el que se asienta el país. Los pensionistas son el testigo de si una
administración funciona bien o funciona mal . Los pensionistas tienen la última
palabra.”
Comparación: Permite exponer los puntos fuertes del programa
propio y ridiculizar los del contrario: “Nuestro partido representa el progreso
y la innovación. ¿Que ofrecen ellos? ¿Qué tienen ellos que ofrecer? El regreso
a la caverna.”
Comunicación: lanzar un interrogante y contestarlo
inmediatamente: “¿No han acabado con nuestras libertades? Pronto acabarán con
todos nosotros. En seguida probaremos el sabor del horror y la tortura. No es
que vayan a ponernos el fusil en la nuca, pero sí que nos van a privar de
nuestro derecho a expresarnos libremente en la lengua de nuestros mayores.”
Concesión: se utiliza un dato positivo del contrincante
reduciendo su carga semántica y aprovechando el mismo argumento para resaltar
las enormes grietas del sistema que se pretende combatir. “Pues claro que ha
descendido el paro en el país. En todos los países lo ha hecho. Pero aquí
seguimos con una tasa muy superior a la del resto del continente.”
Exhortación: petición enérgica de hacer o no hacer algo.
“Necesitamos vuestro apoyo, necesitamos vuestra confianza, necesitamos vuestro
voto. Pero si queréis el caos, si buscáis la nada, votad a ésos.”
Expresiones retóricas que ayudan a introducir un argumento
en el que lo más importante no son las buenas palabras, sino los contenidos,
lamentando una supuesta pobreza argumental y apelando a la magnanimidad y la
nobleza de sentimientos de la audiencia: “Ellos disponen de la fuerza,
controlan los medios de comunicación, tienen el apoyo del gran capital, dirigen
los sindicatos; pero nosotros somos los únicos
conocedores del verdadero valor de la honradez, el sentido de la verdad
y la justicia.”
Interrogación: hipótesis que, si se confirma, deriva en una
respuesta o una acción, a veces llena de ambigüedad.“Si ganan ellos, no nos
quedará más remedio que echarnos a la calle, dormir en la calle.”
Invocación, apóstrofe, exclamatio: apelación a entidades
supra-humanas para ponerlas de testigo, solicitar algo o evitar un mal
proveniente de terceros: “Si llegan ellos, que Dios nos pille confesados.” “Si
ganan y realmente hacen lo que dicen que van a hacer, que venga el diablo y lo
vea.”
Ironía: decir lo contrario de lo que se piensa: “Prometieron
empleo; prometieron gasolina más barata; prometieron un turismo de calidad;
dijeron que nos apañarían en breve tiempo. Pues bien, ahí tenéis el empleo; ahí
está la gasolina; buen turismo nos ha llegado; apañados estamos.”
Litote o atenuación: Pequeño argumento que contiene una
exageración: “Sólo han robado mil millones; sólo han ocultado cien mil millones
a la hacienda pública; simplemente han dejado en pelotas al país entero.”
Preterición: estrategia que pretende mencionar unos datos in
passim, como tratando de ocultárselos a la audiencia, para inmediatamente
dárselos con todo detalle: “No quiero hablar de corrupción; no quiero sacar a
relucir la asquerosa utilización de fondos públicos para el provecho personal;
el manejo de información privilegiada para realizar grandes pelotazos; la
compraventa de votos a cambio de sueldos y puestos de trabajo para familiares y
amigos.”
Prolepsis: contra-argumento derivado de otro que lo
anticipa: “Hay quien piensa que si ganamos las elecciones se acabará el estado
del bienestar. Se equivocan. El pueblo tiene derecho a una vida digna, a un
trabajo digno, a un salario acorde con sus necesidades. Nosotros se lo
ofrecemos.”
Repetición para dar énfasis y que sirva al mismo tiempo de
refuerzo: “¿Cuándo ha habido nunca tanto paro? Cuando estaban los otros.
¿Cuando ha habido nunca tanta miseria? Cuando gobernaban los otros. ¿Cuándo ha
habido nunca tanto desorden? Cuando mandaban ellos.”
Reticencia: dejar un argumento inacabado para que sea la
audiencia la que ponga las palabras finales: “Anunciaron nuevos trasvases; aún
los estamos esperando. Dijeron: impuestos más bajos; los subieron un 20%.
Juraron combatir el desempleo; toma desempleo. Ahora prometen subir las
pensiones....”
Silogismo: introducción de tres argumentos, de los cuales
los dos primeros llevan necesariamente al tercero. “El país es un mar de
corrupción. Fulano y Mengano son unos corruptos. El partido de Fulano y Mengano
naufraga en la corrupción.”
Sinonimia: empleo de términos con significado parecido:
“Hemos reducido el paro, hemos acelerado la ocupación, hemos incrementado los
contratos fijos.”
Slogan: Inserción constante de una frase o conjunto de
palabras en el discurso político que suele integrarse fácilmente en el lenguaje
periodístico y en el de los ciudadanos: "Nuestro partido busca el diálogo,
la paz, la democracia. La oposición no es más que bronca, agitación,
confrontación."
Actualizado 5 de marzo de 2011
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GRACIAS POR ESTA COLABORACIÓN,,UN ESTUDIO SOBRE EL
PENSAMIENTO POLÍTICO DE HOY DÍA, QUE NO ES NECESARIO COMPARTIR..PERO HAY QUE
AGRADECER.