jueves, 7 de agosto de 2014

Casta
El origen de los sistemas de castas se remonta a los albores mismos de la humanidad, cuando en las primeras comunidades comenzaron a surgir grupos de guerreros y hechiceros con funciones y prerrogativas claramente definidas.
Se llama casta a un grupo de personas que comparte un determinado rango o nivel social, definido mediante la procedencia familiar, el trabajo desarrollado, los vínculos matrimoniales establecidos, etc.
En realidad, el sistema de castas ha existido en muchas civilizaciones históricas, asentándose sobre bases étnicas, religiosas, económicas, políticas o de otros tipos. En sentido estricto, sin embargo, se desarrolló sobre todo en el sur de Asia, y de forma especial en la India, entendido como sistema y principio activo que debería regular todas las relaciones sociales, y apoyado, en último término, en determinados principios religiosos. De hecho, la palabra portuguesa y española casta, que significa raza o linaje, fue aplicada por primera vez a la sociedad india por los viajeros portugueses del siglo XVI. La palabra india más usual en los distintos dialectos es jati, y se emplea para referirse a una "raza" o grupo que comparte las mismas características genéricas.
Una casta, entendida en este sentido, es la más pequeña unidad social caracterizada de forma primordial por el rasgo de endogamia: los miembros de la casta se definen como tales ante todo por el hecho de contraer matrimonio entre ellos.
El término casta se empleó en la América española, en tiempos coloniales, para distinguir a individuos con distintas combinaciones de sangre indígena, negra y europea, que se diferenciaban de los indígenas puros y de los españoles. Sistema indio de castas
El establecimiento del sistema de castas en la India se asocia estrechamente con la religión brahmánica, y fue posiblemente una imposición de los invasores arios para impedir su mezcla con los pobladores primitivos del subcontinente indio.
Según la tradición, las jatis o castas se agrupaban, de forma más o menos estricta, en cuatro varnas o clases (la palabra varna significaba en sánscrito "color"). En el punto más alto de la jerarquía se hallaban los brahmanes o sacerdotes; a continuación venían los kshatriyas, que eran los nobles y los guerreros; después los vaisyas, esto es, los comerciantes; y, por último, los sudras, artesanos y obreros.
El conjunto del sistema tendía a garantizar la hegemonía de brahmanes y nobles, y dentro de las clases existían también diversos niveles. La única forma de pasar de una casta a otra era la muerte y reencarnación en una nueva existencia. Quienes contraían matrimonio con una persona de otra casta pasaban a formar parte de los que desempeñaban los trabajos de más bajo nivel, que se encontraban todavía por debajo de los sudras, y constituían el grupo de los "intocables", "sin casta" o parias. Mohandas Gandhi, en su intento de renovación espiritual, cultural y social del pueblo indio, dio a este estrato social el nombre de "hijos de Dios".
De hecho, desde la primera constitución de la India independiente se trató de reformar el sistema de castas, y se estableció la posibilidad de perseguir legalmente cualquier discriminación realizada por este motivo. Sin embargo, en la India las castas siguen constituyendo grupos con notable influencia social y, pese a existir una relativa movilidad entre las distintas castas, el sistema pervive más o menos abiertamente, hasta el punto de que la aparición de nuevos estamentos sociales y profesionales da lugar, en ocasiones, al nacimiento de nuevas castas.

Análisis transcultural de las castas
Entre los científicos sociales se mantienen dos posturas básicas respecto a la cuestión de si es posible encontrar el sistema de castas fuera de la India: para algunos estudiosos, dicho sistema sólo puede definirse en términos de sus atributos hindúes y, por tanto, es algo exclusivo de la India o de su zona de influencia en el sur de Asia; según otros, ha de definirse en términos de rasgos estructurales que no sólo se encuentran en la sociedad india, sino también en otras zonas, como por ejemplo en la península arábiga, Polinesia, el norte y este de África y el Japón.
En realidad, el sistema hindú de castas tiene un carácter único. No obstante, resulta posible realizar una aplicación transcultural del concepto de casta en cuanto que denota un conjunto de pautas características de organización social -estratificación, pluralismo cultural, adscripción social- que son recurrentes en otras sociedades diversas a su vez entre sí.
Lo que distingue a las castas de otros sistemas de estratificación social es, típicamente, la coexistencia de dos o más tradiciones culturales diferentes, que hacen referencia a actitudes y valores básicos.
Sin embargo, el parecido que este rasgo podría implicar con un sistema de sociedad plural se rompe cuando se considera el hecho de que en los sistemas de castas se manifiesta una fuerte discontinuidad entre los diferentes segmentos sociales. En una sociedad de este tipo, por consiguiente, la fuerza cohesiva no es el consenso, sino el poder.
Así, mediante el empleo de los criterios de estratificación y diferenciación cultural cabe establecer una distinción entre los sistemas de castas, considerados como tipos ideales, y otros sistemas de organización:
Estratificados No estratificados
Grupos culturalmente Sistema de castas Sociedad plural
distintos
Continuo cultural Sistema de clases Sociedad
homogénea
Y, utilizando los criterios de estratificación y adscripción, puede diferenciarse el sistema de castas de otros agregados sociales:
Estratificados No estratificados
Adscripción por nacimiento Casta Grupo familiar
Adscripción por criterios Clase Comunidad local

económicos

Salvador Pastor

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