Los silencios de las fuerzas política emergentes….
No están. No se les ve. Han convertido el silencio, los
silencios, en un arma política poderosa, acaso la más importante de la que
disponen. Y los adversarios políticos, ese río revuelto de desencanto y de
frustraciones en el que pescan, ni siquiera son conscientes porque nadie les
había enseñado a combatir los silencios en política; porque sería como enviar a
un ejército entrenado en el cuerpo a cuerpo a luchar contra fantasmas
invisibles, que se esfuman como el humo, porque están y no están.
Los silencios de Podemos, que pasan inadvertidos, pueden ser
su mayor fuerza electoral, la principal atracción con la ciudadanía porque
sutilmente logran afianzar cada día aquello en lo que más insisten, el
deterioro de las fuerzas políticas tradicionales; eso que llaman "la
casta". Subliminalmente, convierten la ausencia en la presencia más
poderosa.
Los silencios de Podemos, que pasan inadvertidos, pueden ser
su mayor fuerza electoral, la principal atracción con la ciudadanía, porque
sutilmente logran afianzar cada día aquello en lo que más insisten, el
deterioro de las fuerzas políticas tradicionales; eso que llaman ‘la casta’
Enfrente, si ha lugar porque no se hayan visto afectados por
ese escándalo, se convocará otra rueda de prensa en la que se exigirán
dimisiones “al más alto nivel” en el partido rival, y se anunciará una batería
de medidas parlamentarias para exigir comparecencias y solicitar, de inmediato,
“una comisión de investigación”. Luego, durante varios días o semanas, más
ruedas de prensa de desmentidos y matizaciones. Alguien, para defenderse,
recordará los escándalos judiciales de los que está pendiente el de enfrente y
reprochará el caso aquel de un diputado, de un concejal o de un alcalde que
está procesado por prevaricación y sigue siendo uno de los hombres fuertes del
otro partido. “No admitimos lecciones de nadie”, que es la frase con la que se
concluyen los rifirrafes.
¿Cuántas veces hemos asistido al mismo debate? ¿Cuántas
veces las mismas palabras repetidas? Debe haberlo entendido así Podemos porque
no se le conocen ruedas de prensa para meterse en esa refriega diaria; han
renunciado a la mayor obsesión de todos los partidos políticos, la presencia
diaria para rebatir al contrario. La confrontación sistemática. Deben haber
pensado los de Podemos que el mayor beneficiario de esas disputas es quien no
participa en ellas. A Podemos, en definitiva, les vale con el silencio porque
les distancia de la melé y, subliminalmente, les acerca a quien asiste hastiado
a la misma historia repetida desde la soledad de un currante que vuelve a su
casa y se empapa de las noticias de la radio en el atasco de las ocho de la
tarde. Cuando impera el ruido, el silencio es el arma más eficaz. Deben haberlo
pensado así.
Esos tipos, que son estrategas de la comunicación política,
van subiendo como la espuma en las encuestas (ya no hay nadie que discuta ese
fenómeno político) por estrategias como esta, que rompen con lo establecido.
Otra cosa será, bien es cierto, que la misma estrategia se pueda mantener en
las siguientes etapas de crecimiento de esta nueva formación, si se confirman
los porcentajes crecientes de las encuestas que se conocen.
La estrategia de consolidación de Podemos cambiará en cuanto
sus dirigentes tomen asiento en las instituciones porque entonces ya no servirá
sólo el silencio, ni las denuncias reiteradas de ‘la casta’ privilegiada que
ocupa los cargos públicos en España. Entonces sólo servirán las respuestas ante
problemas concretos, y es ahí, precisamente, donde está aflorando ya la
principal incógnita de Podemos sobre su futuro mismo.
La estrategia de consolidación de Podemos cambiará en cuanto
sus dirigentes tomen asiento en las instituciones, porque entonces ya no
servirá sólo el silencio, ni las denuncias reiteradas de ‘la casta’
privilegiada que ocupa los cargos públicos en España. Entonces sólo servirán
las respuestas ante problemas concretos
. No les sirve, en definitiva, eso que tanto repiten no ser
ni de izquierdas ni de derechas; que igual desdeña la política del PSOE como la
del Partido Popular, como la de la extrema izquierda española, “que no sabe
mirar más allá de su ombligo y reconocer que fuera de sus parámetros
ideológicos puede haber inteligencia” .
Unos y otros, dentro de Podemos, se encuentran y se
reconocen en los movimientos, en las asambleas, en “las mareas” del
descontento, pero edificar una estructura de poder sobre ese sustento arenoso
ha sido hasta ahora un imposible físico. Jerarquía o caos. Como los silencios,
que pueden ser una estrategia perfecta de oposición. La más eficaz. Pero se
rompe en cuanto llega el poder y empieza exigir soluciones y respuestas a los
problemas diarios.
“Breve resumen ideas de Javier Caraballo
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