Fracaso rotundo. El Congreso de los Diputados da la
espalda a las políticas sociales
¿Están locos sus señorías? Deben estarlo si no han sido capaces de ponerse de
acuerdo para encontrar una fórmula que hiciera posible la aprobación del
dictamen sobre “políticas sociales” elaborado por la Comisión para la
Reconstrucción, tan vapuleada durante su andadura.
Permítanme
recordarles que tras la conmoción sufrida por nuestro país como consecuencia de
la pandemia ocasionada por el Covid-19, la economía nacional está por los
suelos y el producto interior bruto, el PIB como se le conoce popularmente, ha
caído, según dice la OCDE, un 23,3%. Esto supone un fuerte retroceso de la
actividad productiva del país cuya principal consecuencia es el aumento del
paro y por ende un duro varapalo al estado del bienestar. Es decir que muchos
millones de conciudadanos nuestros están al borde de la miseria.
Para poner
remedio a los males presentes y a los anunciados, la Mesa del Congreso de los
Diputados acordó, el día 7 de mayo, crear una Comisión para la
Reconstrucción Social y Económica siendo elegido para presidir sus trabajos
el diputado Patxi López. Y para racionalizar adecuadamente sus propuestas,
la Comisión creó cuatro grupos de trabajo:
- Políticas Sociales y Sistema de Cuidados
- Unión Europea
- Reactivación Económica
- Sanidad y Salud Pública.
- Unión Europea
- Reactivación Económica
- Sanidad y Salud Pública.
No
me extenderé en hacer un breve resumen de las competencias atribuidas a cada
grupo porque mi objeto al redactar este comentario es denunciar la
incompetencia de nuestros legisladores para aprobar medidas urgentes, eficaces
y consensuadas en lo referente al primer grupo que es donde se debían proponer
las políticas sociales.
“Primum vivere, deinde filosofare”
Primero vivir y luego
filosofar. Aunque en sus orígenes, el pensamiento que encierra la frase es de Aristóteles,
se le atribuye más a Thomas Hobbes, el filósofo inglés del siglo XVII
considerado uno de los fundadores de la filosofía política moderna.
Posiblemente la mayoría de nuestros conciudadanos que no han leído jamás el
“Leviatán”, ni tienen conocimiento de lo que él llama “Leyes de la Naturaleza”,
estarán de acuerdo con él, como también lo estoy yo, en que primero hemos de
vivir, es decir, atender a las necesidades primarias de alimentarnos, tener un
refugio en el que guarecernos del frio y el calor, disponer de los medios
indispensables para garantizar nuestras vidas y propiedades, y gozar de la
protección que merecen los miembros de nuestra familia. Es decir “Primum
vivere”, primero vivir, porque si no vivimos, todo lo demás importa un
pimiento.
Aquí
es donde han fallado nuestros Diputados.
Parece que han
dado más valor al “deinde filosofare”, que se encuentra en los restantes
grupos de trabajo de la Comisión, que a las “Leyes de la Naturaleza” que
dimanan directamente del grupo de trabajo de “Políticas Sociales y Sistemas
de Cuidados”.
Ya sé, ―se me
podrá argumentar―, que el desarrollo armónico de la sociedad no depende solo
del voluntarismo con que los políticos más comprometidos con las condiciones de
vida de la gente exijan a los poderes públicos los medios para garantizarles el
bienestar. No vivimos en un mundo donde la autarquía se basta por sí misma para
cubrir sus necesidades. La globalización ha puesto de relieve hasta qué punto
somos todos interdependientes, por lo tanto, aplaudo sinceramente que se hayan
aprobado los restantes dictámenes elaborados por la Comisión para la
Reconstrucción Social y Económica, aunque su aprobación lo haya sido por un
solo voto. Lo que pone de manifiesto la profunda división que hay en nuestro
máximo órgano legislativo. Sin embargo, lo que no acierto a entender es por qué
no se han puesto de acuerdo para aprobar también las medidas propuestas por el
grupo de “Política Sociales”.
Y no será porque
sus señorías no hayan tenido fuentes de información. Yo no recuerdo de mi larga
vida parlamentaria, que una comisión haya tenido, como ésta, 370 intervenciones
de los diputados, además de la comparecencia de 104 expertos y el testimonio
personal de ocho ministros del Gobierno. Sin contar que durante el mes y medio
en que se han producido los debates, más de 600 ciudadanos han podido hacer uso
de un buzón habilitado en la página web del Congreso de los Diputados para que
aportaran sus ideas y sugerencias con el fin de hallar los mejores resultados
esperados.
Pues, ni por esa.
Al final la iniciativa ha conseguido 172 votos a favor, 175 en contra y una
abstención. Pírrico resultado tanto para unos como para otros. En un lado de la
frontera se situaron los parlamentarios del PSOE y de Unidas Podemos y al otro
un batiburrillo de intereses tan diversos y enfrentados como pueden ser los del
Partido Popular, Ciudadanos, PNV, JxCat, ERC, Bildu, CUP, Coalición Canaria,
Foro Asturias y UPN.
Triste
y lamentable
La ciudadanía no
lo entiende. Y mucho menos que los diputados se hayan podido poner de acuerdo
en temas tan áridos como son la Energía Eólica y la Unión Fotovoltaica, o tan
comprometidos como el campo sanitario, la política internacional o el sector
verde y no hayan sido capaces de encontrar un camino por el que transitar
juntos en las políticas sociales. Luciano Poyato es el presidente de la Plataforma
del Tercer Sector compuesta por 28.000 entidades sociales, ha expresado su
malestar de forma bien clara: “La
falta de acuerdo no hace más que agravar las necesidades de las personas más vulnerables
en un momento socialmente crítico. Los millones de personas que atendemos no
pueden quedar atrás en este proceso, ya que son las que más están sufriendo las
consecuencias de la pandemia”.
Para añadir más adelante que: “el trabajo de las ONG necesita del compromiso
político y de las medidas adecuadas de apoyo y refuerzo ya que, si no, no se
podrán defender los derechos de las personas que más lo necesitan, ni avanzar
en el proceso real de reconstrucción social que tanto necesita el país”.
Para la comunidad gitana española
esto supone una nueva y grave decepción
Dos
representantes de la comunidad gitana española intervinieron en los trabajos de
la Comisión de Reconstrucción. Una mujer y un hombre. Ella, María Teresa Suárez
Vega puso de manifiesto que “La crisis económica y
social post‐Covid19 va a tener un impacto devastador
sobre las personas en situación de mayor vulnerabilidad, como la población
gitana, si no se toman las medidas oportunas. La reconstrucción no puede seguir
las recetas de la crisis de 2008, de la que la población gitana, como muchos
otros grupos vulnerables, no se ha recuperado”. De la misma forma que
Iñaki Vázquez Arencón remarcó
“la necesidad de abordar de manera inequívoca el antigitanismo como fenómeno
estructural e institucional, la necesidad de actuar urgentemente para rescatar
el sector económico de la venta ambulante, que está inmerso ya en una situación
de crisis humanitaria, y denunciar la vergüenza que supone la segregación
residencial y educativa en la que está inmersa gran parte de la población
gitana en España”.
Los
más pobres siempre han sido los más perjudicados
Y lo han sido
hasta en la tarea legislativa como se ha puesto de manifiesto. Nos lo tendrán
que explicar porque la cruel realidad nos dice que los habitantes de Sarriá o
Pedralbes de Barcelona sufren las consecuencias del Covid-19 en mucha menor
intensidad que los barceloneses que viven en Nou Barris o en El Raval. En
Madrid los distritos más afectados son Moratalaz, Tetuán y Puente de Vallecas
que son las zonas tradicionalmente obreras de la capital.
Nuestros
representantes en Las Cortes deberían meditar sobre las consecuencias que para
la ciudadanía puede tener el resultado de la votación. Siquiera sea para que
los más vulnerables no tengan que padecer las consecuencias del Covid-19 con
mayor intensidad que el resto de la sociedad.
Las cosas no
suceden, así como así. Por eso es bueno pensar sobre las causas que las
originan, porque de lo contrario podría sucedernos que, como dice Francis
Cooke Bacom, padre del empirismo filosófico: “Quien no quiere pensar, es un
fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no se atreve a pensar, es
un cobarde”.
Juan
de Dios Ramírez-Heredia Montoya
Abogado y periodista
Abogado y periodista
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