viernes, 16 de diciembre de 2016

LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN. Cristian Felber ( Editorial Deusto 2012)(Resección)
.Democracia directa en tres pasos.
La democràcia directa està avanzando a nivel mundial: desde 1951 hasta 1960 hubo tan solo 52 referéndums, desde 1991 hasta el 2000 ya fueron docientos  y durante la primera dècada  del tercer milenio llegaran a mil. E Alemania , en los últimos cinco años , se implantó  el plesbiscito  como instrumento  en la maypria de los Estados federados  y también  a nivel municipal.En Baviera existent  desde 1995 los referèndums; en el Tirol del Sur hay una primera forma de democràcia- aunque todavía ni satisfactòria-desde 2008.
Pese a esta tendència  común  hacia una mayor democràcia , se siguen manteniendo generalizadas  y en parte  irritantes reparos y miedos contra la democràcia  directa: se podria introduir la pena de muerte; la derecha populista podria acosar a las minories; la población en general  no es tan ilustrada y judiciosa  como un gobierno electo.La votación  en Suiza para prohibir los miravetes parace confirmar esos temores. Por este motivo ,quiero  hacer un pequeño  incisoacerca  de las reserves actuales contra la democràcia directa y aclarar los derechos fundamentales en relación con la prohibición Suiza de los miravetes:
Mito 1.
Ya tenemos una democràcia representativa.
El truco  es viejo.Cuando alguien reclama pausas o día libres  en el Trabajo, a veces surge  el argumento  en contra:” pero si el Trabajo  no es nada malo”.La democràcia directa  no quiere reemplazar a la democràcia, sinó complementarla, de la misma manera  que las pausas  y las vacaciones  no cuestionan el Trabajo, sinó que lo hacen  más productivo.El Parlamento  puede conservar  el poder legislativo  central, però,si se auerda algo que vaya en contra de la voluntad del pueblo soberano , éste  tiene que tenir  la posibilidad  de corregir a sus representantes.O, si  todos los partidos  que presentan candidaturas  al Parlamento  han prescindido de algo  en su programa electoral que sin embargo  es importante  para el pueblo soberano , éste debe poder, por sí mismo , iniciar la ley.O, si el electorado  vota por mayoría  a un gobierno concreto  pero,sin embargo , en una cosa  concreta quiere algo diferente , se deben  poder tener ambas; su gobierno favorito y las leyes  de su elección.Lo decisivo : la última palabra tiene que ser del pueblo soberano.

Mito2:
El pueblo sí puede deslegir el gobierno.

En el peor de los casos , como muy pronto a os cinco años.A los gobiernos  les gusta tomar decisions  impopulares justo después de las elecciones ,para repartir azúcar  en las pròximidades  de la fecha electoral.Hasta entonces , muchas cosas se olvidan.Y a enudo no sería e interès de los decepcionados votantes no volver  a elegir un gobierno que ha hecho muchas cosas  buenas  por culpa de una decisión  errònia.Las elecciones  parlamentarias  por lo general “son insuficientes” porque solo  se puede elegir  entre grandes paquetes  de promeses electorales , sin que  ninguna de elles  se garantice  de manera vinculante.La democràcia directa  permite al pueblo  soberano  seleccionar cuestiones  individuales  y decidir por sí mismos .La democràcia  se vuelve mucho más eficiente y satisfactòria  cuando el pueblo, entre los processos electorales, puede participar activamente  en vez de estar tutelado y desposeido de poder.

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