sábado, 29 de junio de 2013

Un placer más que saludable
Los 5 grandes beneficios de la siesta

Beatriz G. Cabrera, EFE

Bondades para el corazón
Estrés a raya, arteriosclerosis afuera
Después del almuerzo sentimos que nuestro cuerpo pesa más de la cuenta y el sofá nos envuelve en sus mullidos cojines. El sueño se apodera de nosotros, pero la vida moderna impide que podamos disfrutar de este placer tan sencillo, ¿qué consecuencias tiene para nuestro organismo la eliminación de este descanso?
Muchos tachan de perezosos a los que, invadidos por la modorra tras una buena comida sucumben a los encantos de una cabezadita vespertina. Pero estudios científicos certifican las bondades de esta sana costumbre.
Ya a finales de los ochenta, Scott Campbell, investigador del sueño  del Instituto de Fisiología Circadiana de Boston (Estados Unidos) corroboró esta teoría gracias a estudios empíricos.

Pero no ha sido el único. A pesar de que los países mediterráneos y latinoamericanos conocían los beneficios de esta sana costumbre desde hacía décadas, proliferan los estudios que intentan demostrar que los que la practican no son unos vagos.




Hace tan sólo un mes la revista “Archives of Internal Medicina” publicaba un artículo en el que el doctor Androniki Naska, de la Universidad de Atenas, alentaba a dormir la siesta porque, según el estudio realizado, "ayuda a prevenir enfermedades cardíacas".

Entre los efectos conocidos de la siesta también se encuentra el de “recargar baterías”, tal y como lo llamaba el primer ministro británico Winston Churchill.

Está comprobado que tras una buena siesta se rinde más en el trabajo. Esto se produce porque necesitamos al día entre 8 y 9 horas de sueño para estar despejados. Ya que el ritmo de vida actual hace casi imposible cumplir esta necesidad biológica la siesta es una perfecta opción de reposo.

Lo ideal es de veinte a treinta minutos. Nunca hay que exceder la hora y media o nos despertaremos todavía con más sueño y no dormiremos por la noche. Desgraciadamente vivimos tan aprisa que muchas veces descansar se convierte en una tarea casi imposible.

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