LA
ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN. Cristian Felber ( Editorial Deusto 2012)
.RESUMEN
EN VEINTE PUNTOS BÁSICOS:
. Los fundamentos habían
sido desarrollados por Christian Felber en Nuevos valores para la economía
(Deuticke, 2008) y más tarde pulidos por un, cada día mayor, círculo de
empresarios. El fin es escapar de la discusión estéril: “Quien está contra el
capitalismo, está con el comunismo” y ofrecer un camino concreto y viable para
el futuro. Hasta finales del 2011 apoyaron la iniciativa más de 500 empresas de
13 países. 200 empresas pioneras aplicarán el corazón del modelo, el Balance
del Bien Común. El movimiento crece globalmente en cada día más ramas de
actuación. 31 “Campos de energía” (grupos de apoyo local) se han fundado hasta
la fecha en Austria, Alemania, Italia, Suiza, Liechtenstein, España, Argentina
y Honduras.
Aquí presentamos los 20 puntos centrales:
1. La economía del bien
común se basa en los mismos valores que hacen florecer nuestras relaciones:
confianza, cooperación, aprecio, democracia, solidaridad. Según recientes
investigaciones científicas conseguir buenas relaciones es la mayor fuente de
motivación y felicidad de los seres humanos.
2. El marco legal
económico experimenta un giro radical, cambiando las reglas del juego de afán
de lucro y competencia por cooperación y contribución al bien común: Empresas
que practican la cooperación serán recompensados. En cambio, el comportamiento
competitivo conlleva desventajas.
3. El éxito económico no
es medido por indicadores monetarios como el beneficio financiero o el BIP,
sino con el balance del bien común (a nivel de empresas) y el producto del bien
común (a nivel de sistema). El balance del bien común se convierte en el
balance principal de todas las empresas. Cuanto más social, ecológica,
democrática y solidaria sea la actividad, mejores serán los resultados del
balance del bien común alcanzados. Mejorando los resultados del balance del
bien común de las empresas en una economía nacional, mejorará el producto del
bien común.
4. Las empresas con
buenos balances del bien común disfrutarán de ventajas legales: tasas de
impuestos reducidas, aranceles ventajosos, créditos baratos, privilegios en
compra pública y a la hora de reparto de programas de investigación, etc. La
entrada en el mercado se verá, por tanto, más favorecida para actores éticos y
sus productos y servicios, que los de los no-éticos, indecentes y no
ecológicos.
5. El balance financiero
será el balance secundario. El beneficio financiero pasa de ser fin a ser
medio. Éste sirve sólo para aumentar el ‘nuevo’ fin empresarial: Aportación al
bien común. Los excedentes del balance financiero deberán utilizarse para:
inversiones con plusvalía social y ecológica, devolución de créditos, depósitos
en reservas limitadas, bonificación a los empleados de forma restringida, así
como créditos sin intereses a empresas cooperadoras. No se utilizarán los
excedentes para bonificar a personas que no trabajan en la empresa, adquisición
hostil de otras empresas, inversión en mercados financieros (éstos dejarán de
existir), o aportaciones a partidos políticos. En contrapartida, el impuesto
sobre el beneficio empresarial será eliminado.
6. Como el beneficio
financiero es ahora un medio, y deja de ser un fin, las empresas pueden
esforzarse hacia su tamaño óptimo. No tienen que temer ser adquiridas, o
sentirse obligadas a crecer para ser más grandes, más fuertes o con mayores
beneficios. Todas las empresas están liberadas de la coerción de crecer y
tragar.
7. Exisitiendo la
posibilidad de aspirar sin miedo al tamaño óptimo, habrá muchas empresas
pequeñas en todas las ramas. Como no tienen que crecer más, les será más fácil
cooperar y practicar la solidaridad. Se pueden ayudar mutuamente con
conocimientos, tecnología, encargos, personal o créditos sin interés. Serán
recompensadas con resultados del balance del bien común positivos. Las empresas
van formando una red de aprendizaje solidaria, la economía se transforma en un
sistema win-win.
8. Las diferencias de
ingresos y patrimonios serán limitadas: Ingresos máximos de por ejemplo 20
veces el salario mínimo. Propiedades que no excederán p. ej. los 10 millones de
euros, el derecho de cesión y herencia, 500.000 euros por persona, en empresas
familiares a 10 millones de euros por hijo. El excedente sobre estos límites
serán repartidos a través de un “fondo de generaciones” como “Dote democrático”
a las siguientes generaciones: igualdad de capital inicial significa mayor
igualdad de oportunidades. (Los márgenes exactos deberán ser definidos
democráticamente en una asamblea económica.)
9. En grandes empresas a
partir de un elevado numero de empleados (por ejemplo, más de 250) los derechos
de decisión y propiedad pasan parcial y progresivamente a los empleados y
ciudadanos. La población podrá ser representada directamente a través de
“parlamentos económicos regionales”. El gobierno no posee derecho decisorio o
de intervención en empresas publicas.
10. Esto es igualmente
válido para los bienes democráticos, la tercera categoría de propiedad, junto a
una mayoría de pequeños y medianos empresarios y grandes empresas de propiedad
mixta. Por bienes democráticos entendemos instituciones económicas públicas en
campos de enseñanza, salud, acción social, movilidad, energía, o comunicación:
la infraestructura básica.
11. Un bien democrático
importante es el banco democrático. Éste sirve, como todas las empresas, al
bien común y, como todos ellos, controlado por la ciudadanía soberana y no por
el gobierno. Sus servicios consisten en depósitos de ahorro garantizados,
cuentas corrientes gratuitas, créditos de interés reducido y créditos de riesgo
con plusvalía social y ecológica. El Estado se financia primordialmente a
través de créditos sin interés del Banco Central. El Banco Central obtiene el
derecho exclusivo de la creación de dinero y efectúa las transacciones de
capitales internacionales para impedir evasión fiscal. Los mercados financieros
en la forma actual ya no existen.
12. Siguiendo la
propuesta de John Maynard Keynes del 1944, se establece una cooperación
monetaria global a base de una unidad de calculación (p. ej. “globo”, “terra”)
para el comercio internacional. A nivel local, monedas regionales pueden
complementar la moneda nacional. Para protegerse de la competencia injusta, la
UE inicia una zona de comercio justo (Zona del Bien Común) con estándares
armonizados o con tarifas aduaneras correlacionadas con el resultado del BBC de
la empresa productora. A largo plazo, la meta es una Zona del Bien Común en la
ONU.
13. A la naturaleza se
le concede un valor propio por lo cual no puede transformarse en propiedad
privada. Quien necesite un pedazo de tierra para vivir, agricultura o comercio,
se le cede una superficie limitada de forma gratuita o pagando una tasa de
utilización. El uso de la tierra está condicionado a criterios ecológicos y al
uso concreto. Esto será el final de la especulación inmobiliaria, el
“landgrabbing” (apropiación de grandes superficies por multinacionales u otros
países) y el latifundismo. En contrapartida, se anula el impuesto sobre el
terreno.
14. El crecimiento
económico deja de ser un fin. Un nuevo objetivo será la reducción de la huella
ecológica de personas privadas, empresas y naciones, hacia un nivel globalmente
sostenible y justo. El imperativo categórico de Kant será extendido a la
dimensión ecológica. Nuestra libertad de elegir un estilo de vida determinado
encuentra su fin cuando limita la libertad de otros de elegir el mismo estilo
de vida o por lo menos llevar und vida en dignidad. Personas privadas y
empresas serán incentivadas para medir su huella ecológica y reducirla a un
nivel globalmente sostenible y justo.
15. El horario de
trabajo retribuido se verá reducido escalonadamente hacia la marca, deseada por
mayoría de 30 a 33 horas semanales. De este modo queda tiempo libre para otros
tres campos de trabajo de gran importancia: trabajo de relaciones y cuidados
(niños, enfermos, ancianos), trabajo de crecimiento personal (desarrollo de la
personalidad, arte, jardín, ocio), trabajo en la política y actividades
públicas. Como consecuencia de este reparto más equilibrado entre las distintas
actividades, el estilo de vida se hará más suficiente, menos consumidor, y más
sostenible.
16. Cada décimo año en
la profesión es un “año sabático” que será financiado a través de un salario
mínimo incondicional. Las personas pueden hacer en este tiempo lo que quieran.
Esta medida descarga el mercado de trabajo en un diez por ciento de la tasa de
desempleo en la Unión Europea.
17. La democracia
representativa será completada por la democracia directa y la democracia
participativa. La ciudadanía soberana debería poder controlar y corregir su
representación, decretar leyes por si misma, modificar la constitución y poder
controlar las infraestructuras de abastecimiento: ferrocarril, energía, agua,
correos, bancos. En una democracia real son idénticos los intereses de los
representantes y los de la ciudadanía soberana. Requisitos para ello son
derechos constitucionales de co-legislar y de controlar por parte de la
ciudadanía soberana.
18. Todos los puntos
angulares deberán madurarse a través de discusiones intensas en un amplio
proceso de bases, antes de que se conviertan en leyes elaboradas por una
asamblea económica directamente elegida; su resultado se votará
democráticamente por la ciudadanía soberana. Lo que sea aceptado, se
introducirá en la constitución y sólo podrá volverse a cambiar con el respaldo
de la ciudadanía soberana. Aparte de la asamblea económica del bien común puede
haber otras
convenciones para
profundizar la democracia: asamblea para la educación, asamblea para los medios
de comunicación o una asamblea para el desarrollo de la democracia.
19. Para afianzar en los
niños los valores de la economía del bien común y poderlos practicar, el
sistema de educación debería estar orientado igualmente hacia el bien común.
Esto requiere otra forma de enseñanza y otros contenidos, como por ejemplo:
emociono logia, ética, comunicación, educación democrática, experiencia de la
naturaleza y sensibilización corporal.
20. Debido a que en la
economía del bien común, el éxito empresarial posee un significado muy
diferente al que actualmente recibe, se demandan otras competencias de gestión.
Las empresas ya no buscan a los gerentes más duros y ejecutivos de la
“eficiencia cuantitativa”, sino a los más responsables y socialmente
competentes, los más empáticos y sensibles que consideran la determinación como
una oportunidad y un beneficio para todos.
La economía del bien
común no es ni el mejor de los modelos económicos ni el final de una historia,
sólo el paso siguiente hacia un futuro más sostenible, justo y democrático. Se
trata de un proceso participativo, de desarrollo abierto que busca sinergia en
procesos similares como: economía solidaria, economía social, movimiento de
bienes comunes, economía del poscrecimiento o democracia económica. Juntando
sus esfuerzos, una gran cantidad de personas y actores son capaces de crear
algo fundamente nuevo. La implementación de la visión requiere motivación
intrínseca y autorresponsabilidad, incentivos económicos, un orden
político-legal coherente, así como concienciación. Todas las personas, empresas
y comunidades están invitadas a participar en la reconstrucción de la economía
hacia el bien común.
Nota. Para
ciertas formaciones políticas emergentes , este es su ideario para la renocaión
o sustitucion de la socialdemocràcia ( economia ni capitalista mi comunista)
Salvador Pastor Blasco
Periodista….www.convivenciaysolidaridad.blogspot.com
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