POLÍTICA E IDEOLOGÍA EN LA
TEORIA MARXISTA.(1978)Ernesto Laclau
.HACIA UNA TEORÍA DEL POPULISMO.
…..De análisis anterior se deriva que es posible afirmar la pertenencia de clase de un movimiento o una ideología y, al mismo tiempo , afirmar el carácter
no clasista de algunas de las
interpelaciones que constituyen a esta última .Comencemos en este punto
a intuir en dónde reside el
enigma del “populismo” , y a
atisbar una posible vía de la salida
del círculo vicioso al que el
análisis de las diversas teorías
relativas al mismo nos había conducido. Si probáramos que el elemento estrictamente “populista”
no reside en el movimiento como tal, ni
en el discurso ideológico característico del mismo – que , como tales,
tendrán siempre ina pertenencia de clase-, sino en una
contradicción no clasista específica
articulada a dicho discurso ,
habríamos resuelto la aparente paradoja. Nuestra próxima tarea, en consecuencia, debe ser determinar si dicha
contradicción existe.
.Comencemos preguntándonos si hay un núcleo
común de sentido presente
en todos los usos que del término “populismo” se han hecho. Que el término es ambiguo es evidente, pero el problema está
en determinar de qué tipo de ambigüedad
se trata.. Aristóteles distinguía entre
tres tipos de términos :llamaba
“unívocos” a aquellos que sólo admiten
un sentido :equívocos a aquellos que
admiten dos sentidos, pero sin
ninguna relación entre sí
más allá de la unidad verbal del nombre; finalmente analógicos
a aquellos que tienen sentidos
muy diversos , pero en todos los
cuales podemos encontrar las referencias a un elemento común que constituye por tanto, el fundamento analógico de todos los posibles usos del término (por ejemplo “sano”, que se puede aplicar
a una persona , a un paseo, a un clima, a una comida, pero a través de sus diferentes usos mantiene
una común referencia a la salud.
La salud sería así el fundamento analógico
de todos los posibles usos del
término “sano).Pues bien, la ambigüedad que advertimos
en el término “populismo” ,¿ es
equívoca o analógica ¿.La
respuesta debe ir en el segundo
sentido , porque , pese en todos ellos la referencia común a un fundamento analógico que es el pueblo. Según una teoría
muy difundida , lo característico del
populismo sería la apelación al pueblo
por encima de divisiones de
clase. Este enfoque peca a la vez de
exceso y por defecto: por defecto ,por
cuanto un discurso populista puede hacer referencia a la vez
al pueblo y a las clases(presentando, por ejemplo , a una clase como realizadora histórica de los intereses del pueblo);
por exceso, en cuanto según veremos , no
toda referencia al “pueblo” ocupa un
lugar central en el populismo. Y es aquí donde encontramos la fuente fundamental de la ambigüedad que rodea al “populismo”: pueblo es un concepto que carece de estatus
teórico definido; pese a la
frecuencia de sus uso en el discurso
político , su precisión conceptual no va
más allá del plano puramente alusivo o
metafórico.
..Decíamos al comienzo que “populismo” es un concepto a
la vez elusivo y recurrente. Ahora entendemos por qué es alusivo: porque todo s
los usos del término lo refieren a un fundamento analógico que, a su vez, carece de precisión conceptual. Quedaría por explicar la recurrencia del término. La
pertinaz continuidad de su utilización
quedaría aclarada si lográramos
mostrar que la noción de
“pueblo” está ligada a una contradicción
específica que, pese a no
haber sido precisada teóricamente
,reviste una importancia decisiva en el
análisis de toda coyuntura política.
En este punto , precisamente ,
en el que nuestro previo análisis
permite arrojar cierta
luz.Según hemos visto ,”pueblo” no es un
mero concepto retórico, sino una determinación
objetiva, uno de los dos polos en la contradicción dominante al nivel de una formación social concreta. Recordemos
, al respecto , las conclusiones esenciales de nuestro análisis: 1)la
contradicción pueblo/bloque de poder es
un antagonismo cuya
inteligibilidad no depende de las
relaciones de producción, sino del conjunto
de las relaciones políticas e
ideológicas de dominación constitutivas
de una formación social
dominante.2) si la contradicción
dominante a nivel de una
formación social concreta
constituye el campo
específico de la lucha
popular-democrática.3)como, sin embargo , la lucha de clases tiene prioridad sonre la lucha popular-democrática , esta última sólo se da articulada a proyectos de clase.
Pero, a su vez, como la lucha política e
ideológica de las clases se verifica
en un terreno constituido por
interpelaciones y contradicciones que no son de clase , esa lucha sólo puede consistir en proyectos articulatorios antagónicos de las interpelaciones y contradicciones no
clasistas.
Esta perspectiva abre el camino
para entender un fenómeno que no ha
recibido una explicación adecuada en la teoría marxista: la relativa
continuidad de las tradiciones populares
frente a las discontinuidades
históricas que caracterizan a la
estructura de clases.El discurso
político-marxista –como todo
discurso popular radical. Abunda en referencias a 2 la lucha secular del
pueblo frente a la opresión- a
“tradiciones populares de lucha “, a la clase obrera como “realizadora de tareas
populares inconclusas.etcétera.Y, como sabemos, estas tradiciones están
cristalizadas en símbolos, valores
etc.en los que los sujetos interpelados por las mismas encuentran
un principio de identidad .Se dirá
de que se trata de símbolos de valor
meramente emocional , y que la apelación emocional es –aparte de no aclarar por qué la apelación
emocional es eficaz- no
logra resolver un claro dilema.. Si aceptamos la universalidad del criterio
de clase obrera, ya que ésta sólo surge con el industrialismo
moderno.
..Pero , entonces, la
apelación a esta tradición en el
discurso socialista constituiría un craso oportunismo, ya que se trataría de empañar la pureza de la ideología proletaria
con la introducción de elementos
ideológicos característicos de otras clases. Si tomamos el camino inverso y aceptamos
que dichas tradiciones no
constituyen ideologías de clase . se nos
presenta un problema de determinar la naturaleza de las mismas. La perspectiva
teórica que hemos esbozado antes nos
permite superar este impasse. Las “tradiciones
populares” constituyen el conjunto de
interpretaciones que expresan el conjunto de interpelaciones que expresan
la contradicción pueblo/bloque de poder
como de una distinta de una
contradicción de clase. Esto permite
explicar dos hechos. En primer término , en tanto las “tradiciones
populares” representan la cristalización
ideológica de la resistencia a la opresión en general , es decir , a la forma
misma del Estado, tendrán una perduración mayor que las ideología de clase y constituirán un marco
estructural de referencia más estable que estas últimas. Pero, en segundo término . las tradiciones populares no constituyen discursos coherentes y organizados, sino puramente
elementos que ´solo existen articulados
a discursos de clase.Esto explica por qué las políticas más divergentes apelan a los mismos símbolos ideológicos. La figura de Tupac
Amaru es evocada por diversos
movimientos guerrilleros y por el
presente gobierno militar peruano; los símbolos
del nacionalismo chino fueron
evocados a la vez por Chiang
Kai-shek y por Mao; los del nacionalismo
alemán , por Hitler y por Thälman.Pero , aún constituyendo
meros elementos , las tradiciones populares están lejos
de ser arbitrarias y no pueden
ser modificadas a voluntad . Son el
precipitado de una experiencia histórica
única e irreductible y, en cuanto
tal, constituyen una estructura de significados más sólida
y perdurable que la misma
estructura social .Esta doble
referencia al pueblo y a las clases constituye
lo que podríamos denominar la doble articulación del discurso político.”
.Tomemos un ejemplo
particularmente ilustrativo : el
excelente análisis que de “Las guerras campesinas en Alemania” de
Engels, han efectuado recientemente
Alain Badiu y Francois Balmés .Ambos
autores llegan en algunos
aspectos a conclusiones
similares a las mías, si
bien desde una perspectiva
teórica y práctica con la que estoy lejos de coincidir . Según señalan , el
texto de Engels constituye una pieza privilegiada
para observar los límites que
encuentra un mero análisis de clase.
Afirma Engels: Los plebeyos constituían
la única clase que entonces se hallaba enteramente al margen de la sociedad existente….NO tenían privilegio s ni
propiedad ; no la tenían ni siquiera
gravada con cargas abrumadoras, como los
campesinos y pequeños burgueses. Estaban desposeídos
y sin derecho, en su vida
normal ni siquiera entraban
en contacto con las instituciones
de un Estado que ignoraba hasta
su existencia…Así se explica que ya
entonces la fracción plebeya
no pudiera contentarse con
combatir tan sólo al feudalismo y a la burguesía privilegiada de los gremios , sino que
debiera ir, por lo menos en su imaginación, más allá de la propia sociedad
burguesa apenas naciente.Ello explica ,
igualmente , por qué esta fracción desposeída
tuvo que regenerar de ideas
y conceptos que son comunes a todas
las sociedades basadas en el antagonismo de clases…La anticipación
del comunismo en la imaginación condujo, en realidad a una anticipación de la sociedad burguesa moderna…Pero en el
caso de Münzer estos brotes de comunismo expresan los
anhelos de toda una fracción de la sociedad .Desde que él los formuló por
primera vez con cierta claridad, los encontramos en todos los
grandes movimientos populares hasta que
por fin se unieron en el movimiento obrero moderno”.
Los términos del problema son
claros. Encontramos en Münzer un
programa comunista que perdurará como tema ideológico en todos los
levantamientos populistas de la época mercantilista hasta fundirse con el programa del proletariado moderno(
Engels llega a afirmar que las sectas comunistas del siglo XIX, en vísperas de la revolución de marzo , no contaban con
un arsenal teórico mejor equipado
que el de los seguidores de Münzer.).El problema que se plantea , según Badiu y Balmès, es
determinar de qué práctica de clase
constituye la expresión de este
programa. La respuesta de Engels a este
respeto es vacilante .Por un lado ,
trata de resolver el problema
dentro de un marco estrictamente
clasista : un programa comunista
sólo puede ser el programa del proletariado, y, en tal sentido , los plebeyos
münzeranos del siglo XVI
constituirían un
proletariado embrionario que se
expresaría ideológicamente a través de un cierto comunismo de masa. Pero, como
señalan Badiou y Balmès, esta respuesta no es convincente, ya que toda la
evidencia muestra que se trata
de una ideología comunista que refleja y unifica una revuelta campesina. Las
insurrecciones campesinas generan
ideas de tipo igualitario y comunista, y
fueron estas ideas las que Thomas Münzer sistematizó.En consecuencia, es preciso
inclinarse hacia una segunda solución………………..De los análisis precedentes
derivan las siguientes conclusiones teóricas:
Todas las grandes revueltas de
masa de las sucesivas clases
explotadas( esclavos,campesinos,proletarios) encuentran su expresión ideológica
en las formaciones igualitarias , antipropietarias y antiestatales, que
constituyen los rasgos de un programa comunista.
A los elementos de esta toma de postura general de los productores insurrectos es a lo que llamamos invariantes comunistas; invariantes ideológicas
de tipo comunista constantemente
regeneradas por el proceso de unificación de las grandes revueltas populares
de todos los tiempos.
Las invariantes comunistas no tienen
un carácter de clase
definido: sintetizan la
aspiración universal de los
explotados al derrocamiento de todo principio de explotación y opresión. Nacen en el terreno de la contradicción entre las masas y el Estado. Naturalmente , esta
contradicción está ella misma
estructurada en términos de clase , pues
el Estado es siempre el Estado de una
clase dominante particular. Sin embargo, existe una forma general del Estado , ligada orgánicamente a la existencia misma de las clases y de la explotación , y
contra la cual, invariablemente , se sublevan
las masas , portadoras como son
de su disolución y del movimiento
histórico que enviará toda la
máquina del Estado al lugar que
entonces la ha de corresponder : el
museo de antigüedades , junto a la rueca
y el hacha de bronce.
.Este análisis tiene el mérito
indudable de haber aislado al pueblo como polo
de una contradicción que no es de
clase y de haber planteado dicha contradicción como la oposición entre las masas y el Estado. El inconveniente
de la formulación de Badiou,y Balmes,
sin embargo, es que confunde la forma
de resolución lógica de la contradicción que analizan-esto es , la
supresión del Estado – con las formas
concretas e hostóricas de existencias de dicha contradicción.Ninguno de los dos
términos de la denominación que utilizan –invariantes comunistas- puede
justificarse sin más.El comunismo no
representa la forma normal de existencia
de la ideología “ igualitaria,
antipropietaria y antiestatal” de las
masas , sino una articulación muy particular de la misma : aquella, precisamente, que
permite, que permite el desarrollo de todo el antagonismo potencial de dicha ideología.Normalmente , el
antagonismo inherente a esta contradicción
es neutralizado y absorbido parcialmente en el discurso de las clases dominantes. C.B.
Mcpherson ha estuadiado, por ejemplo, la forma
en que la ideologóa popular,
democrática fue progresivamente desligada de sus elementos antagónicos que a principios del siglo XIX la identificaban con el gobierno de “los de abajo” y con el
odiado jacobinismo, hasta permitir sus
absorción y neutralización por parte de
la ideología liberal dominante. Afirma: Cuando llegó la democracia , en
los actuales países liberal-democráticos
, ya no era opuesta a la sociedad y el Estado liberales. No era, entonces un intento por parte
de las clases bajas e ocupar su lugar competitivo pleno y abierto
dentro de aquellas
instituciones y aquel sistema de sociedad. La democracia se había trasformado. De una amenaza contra
el Estado liberal se había convertido en una culminación del Estado liberal…..El Estado liberal culminó
su propia lógica. Al hacerlo, ni se destruyó ni se debilitó, se fortaleció a sí mismo
y a la sociedad de mercado .Liberalizó
la democracia a la vez democratizaba el liberalismo……………………………………………………
…Cuando el bloque dominante
experimenta una crisis profunda a causa de que una nueva fracción que
intenta imponer su hegemonía no consigue hacerlo dentro de la estructura existente de dicho bloque de poder, una de las soluciones puede ser un llamamiento directo por parte de aquélla a las masas para desarrollar su antagonismo frente al Estado. Según he señalado en otro lugar , tal fue el caso del nacismo…..
…El capital monopolítico no podía imponer su hegemonía
dentro del sistema institucional
existente – como lo había hecho en Inglaterra o en Francia- y tampoco
podía apoyarse en el ejército , que
constituía un enclave bajo la influencia feudal
de los Junkers. La única solución
era un movimiento de masas que
desarrollara el potencial
antagonismo de las
interpretaciones populares , pero articuladas
en forma tal que se impidiera su canalización en una dirección revolucionaria.
El nazismo constituyó , en consecuencia,
una experiencia populista-, y como todo
populismo de las clases dominantes, debió apelar a un conjunto de distorsiones ideológicas- el racismo, por
ejemplo- para evitar que el potencial
revolucionario de las
interpelaciones populares se
orientara hacia sus verdaderos
objetivos.El populismo de las clases
dominantes es siempre altamente
represivo porque intenta una
experiencia más peligrosa que un régimen parlamentario corriente: mientras que el segundo neutraliza simplemente el potencial revolucionario de las interpelaciones populares, el primero
trata de desarrollar dicho antagonismo ,
pero de mantenerlo dentro de unos límites.
..b) Para los sectores dominados , la lucha
ideológica consiste en expandir el antagonismo
implícito en las interrelaciones democráticas
y articularlo al propio discurso de clase. La lucha de la clase obrera
por su hegemonía consiste en lograr el máximo posible de fusión
entre ideología popular –democrática
e ideología socialista. En este sentido , un populismo
socialista no es la forma más atrasada
de ideología obrera, sino su forma más avanzada: el momento en que la clase obrera ha logrado condensar en su ideología el conjunto de la ideología democrática en
una formación social determinada .De ahí el carácter inequívocamente “populista” que adoptan los movimientos
socialistas victoriosos: piénsese en
Mao, piénsese en Tito, i piénsese, incluso, en que el Partido Comunista
Italiano- el que más se ha acercado en Europa occidental a una posición hegemónica- ha sido numerosas veces calificado de populista.
Se ve, así, por qué es
posible calificar de populista a la vez a Hitler , a Mao o a
Perón.No porque las bases sociales de
sus movimientos fueran similares; no
porque sus ideologías expresaran los
mismos intereses de clase, sino porque en los discursos ideológicos
de todos ellos las
interpelaciones populares aparecen presentadas bajo la forma del antagonismo y no sólo
de la diferencia. Su oposición a
la ideología dominante puede ser más
o menos radical y, en
consecuencia , el antagonismo estará
articulado a los discursos de clase más divergentes, pero, en todo caso , siempre
está presente, y esta presencia es la
que intuitivamente se percibe como
constitutiva del elemento específicamente populista en la ideología de los tres
movimientos. .
.Recordemos,para terminar, lo que en
nuestro estudio sobre el fascismo hemos dicho a cerca del jacobinismo. Después
de indicar la forma en que las
interpelaciones populares se articulan
en los discursos de tipo clientelístico y en aquellos propios de los partidos populares , señalamos
que, en el jacobinismo , las interpelaciones
popular-democráticas adquieren el
máximo de autonomía compatible con una sociedad de clase. Dijimos
, que también ,que éste es un momento puramente transitorio que, tarde o temprano, se disuelve con la reabsorción de las interpelaciones populares por los discursos ideológicos de clase. Lo importante es que esta
reabsorción puede efectuarse de dos maneras : o bien los elementos popular-democráticos se mantienen al nivel de meros elementos en y tanto se acepta crecientemente el marco
ideológico vigente, o bien se
produce una cristalización de la inflexión jacobina: organización de las interpelaciones popular-democráticas en una totalidad, sintética que, unida a otras interpelaciones que adaptan el jacobinismo a los intereses de las clases que a través de
él se expresan , se presenta como
alternativa antagónica a la ideología vigente.”
.La primera solución significa una recorversión del estadio del jacobinismo al estadio de los partidos populares. La segunda solución es el
populismo .Que claro, pues : 1) que lo populista es una ideología es la
presencia de las interpelaciones popular-democráticas en su antagonismo; 2) que
el conjunto ideológico del que el populismo
es sólo, un momento consiste en la articulación de ese momento antagónico a discurso de clase
divergentes.No puede afirmarse , en consecuencia, que las ideología populistas
concretas sean supraclasistas, pero tampoco
puede vincularse en el
momento estrictamente populista del discurso a una clase social determinada.
Si los desarrollos anteriores son
correctos , el populismo surge históricamente ligado a una crisis del discurso ideológico dominante, que es a su vez, parte de una crisis más general. Esta
crisis puede ser el bien el resultado de
una fractura en el bloque de poder , en
el que una clase o fracción de clase necesita, para reafirmar su hegemonía ,
apelar al pueblo contra la ideología
vigente en su conjunto, o bien una clara
crisis en la capacidad del sistema
para neutralizar a los
sectores dominados; es decir, una crisis
del transformismo.
.Desde luego , una crisis
histórica importante combina los dos ingredientes.
Lo que queda claro es que las causas del
populismo tienen poco que ver con un determinado estadio del desarrollo ,tal
como las tesis funcionalistas suponen. Es cierto que el largo proceso de expansión de las fuerzas productivas que caracterizó en Europa el estadio del capitalismo
monopolista aumentó la capacidad del sistema de absorber y neutralizar
sus contradicciones. Pero es cierto también que cada vez que el sistema capitalista
experimentó en Europa occidental una crisis grave . florecieron diversas formas de populismo. Piénsese que la primera crisis de la primera posguerra
provocó el triunfo del fascismo, que la crisis económica mundial condujo al ascenso del nacismo y que
hoy la recesión mundial se acompaña de la
aparición de diversos fenómenos-como el florecimiento de los regionalismo-
que tienden a expresarse en ideología que hacen del populismo un momento
central……
.Tomemos , como ejemplo de articulación populista de las
interpelaciones democráticas, un caso
particularmente ilustrativo por las múltiples
metamorfosis que experimentó: el
peronismo. Ninguna otra ideología latinoamericana se constituyó
a partir de la articulación de
interpelaciones más dispares, ninguna
otra tuvo tanto éxito en el esfuerzo por
transformarse en denominador común del lenguaje
popular-democrático de las masas
; ninguna otra, finalmente, fue articulada a tan diversos discursos de clase. El
peronismo ha sido considerado – junto
con el varguismo- uno de los ejemplos típicos
de movimiento populista- latinoamericano. Del desarrollo anterior podemos deducir que esta expresión – movimientos populistas-
encierra un equívoco que es preciso aclarar . Es ciertamente inexacta si con ella
se alude a la presencia quiere
caracterizar la naturaleza de
dichos movimientos, pero es correcta si
con ella se alude a la presencia del
“populismo” como momento en la estructura ideológica de los mismos. Una
ideología no es “populista” en el mismo
sentido en que es “conservadora”,
“liberal” o “socialista”, por la simple
razón de que , mientras estos
tres términos aluden a los principios articulatorios de las respectivas
ideología consideradas en su conjunto , “populismo” alude a un tipo de
contradicción que sólo existe como momento abstracto de un discurso
ideológico….”
…Por tanto , la pregunta acerca de las razones de la
proliferación de movimientos populistas
en América Latina con posterioridad a
1930 podría reformularse, con una mayor exactitud, en los siguientes términos;¿por qué a partir de
1930 en América Latina los discursos ideológicos de movimientos políticos de
orientación y base social muy distintas
debieron recurrir crecientemente al populismo, es decir, a desarrollar el
antagonismo potencial de las interpretaciones popular-democráticas?.
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