lunes, 24 de septiembre de 2012



2ªPARTE Emilio García Gómez...lunes 15 de noviembre de 2010(PARA REFLEXIONAR)
ELecciones Catalanas 2010
Como todos/as conocéis, el proximo 28 de noviembre celebramos elecciones en Catalunya, por lo cual estamos emplena campaña electoral. El primer fin de semana se han dicho cosas que desde mi punto de vista de deberían sacar los colores al que lo dice: primero fue el Candidato Artur MAS, que acusa al PSC de recurrir al primo de Zumosol (en referencia a Zapatero ). Pues sí, señor MAS, los socialistas catalanes formamos parte de una gran familia socialista con parientes en España, en Europa y en el mundo, de lo cual nos sentimos muy orgullosos. Lo siento por usted si su familia es tan pequeña que no pude contar con madie.
El siguiente fue el señor Duran Lleida, diciéndoles a las mujeres de Catalunya que tenían que tener hijos porque los que nacen son mayoritariamente de mujes imigrantes, y entonces Catalunya perdería población. SEÑOR DURAN: los nacidos en Catalunya ¿no son catalanes, sean los padres de donde sean? Por cierto, usted es un catalán nacido en Huesca y yo soy una catalana nacida en Galicia ¿Qué pasa? ¿Que hay clases distintas de catalanes? Pues NO, sr. DURAN, CATALAN es todo el que vive en Catalunya haya nacido donde haya nacido y sean sus padres de donde sean. Catalanes, por cierto, con los mismos derechos que usted.
Por último, el sr. Joan Puigcercós dice que los andaluces no pagan impuestos. ¿Cómo se puede decir tal mentira? Primero, recordarle al sr. Puigcercós que son los ciudadanos los que pagamos impuestos, y no los territorios. Y segundo, que cada ciudadano paga en funcion de sus ingresos y no del lugar donde vive. Por lo tanto,se pueden defender las propuestas de cada partido con respecto a los ciudadanos vivan en en el territorio en el que vivan.
[1]La propia autora del blog describe su biografía de esta manera: Isabel López Chamosa. Sexo: Mujer. Ubicación: Barcelona, Catalunya, España. Datos personales: Gallega de nacimiento, catalana de adopción, asturiana de devoción, aragonesa consorte y llevo Andalucía en el corazón. Empecé de tejedora de genero de punto, aprendí a militar sindicalmente en la UGT, en la cual tuve diversos cargos, complete estudios y fui elegida diputada al congreso, donde me dedico fundamentalmente a temas de pensiones , seguridad social y empleo. Intereses: sindicalismo, socialismo, trabajadores, pensiones, política.
La biografía complementaria oficial habla de los cargos que ha ocupado y las actividades que ha realizado:
Vocal Suplente de la Diputación Permanente, Vocal de la Comisión de Economía y Hacienda, Vocal de la Comisión de Trabajo e Inmigración, Portavoz de la Comisión no perm. seguimiento y evaluación acuerdos Pacto de Toledo, Ponente de la Ponencia Prop. Ley para mejorar las pensiones de viudedad (122/5), Vocal de la Delegación española en el Grupo de Amistad con Chile, Ponente de la Ponencia P.L. mod. Est. Legal del Consorcio de Comp. de Seg. (121/19) desde el 26/05/2009 al 26/05/2009, Ponente de la Ponencia Proy.L. prog. temporal prot. desempleo e inserción (121/39) desde el 30/09/2009 al 06/10/2009, Ponente de la Ponencia Proy.L. medidas urgentes mantenimiento empleo (121/22) desde el 06/10/2009 al 14/10/2009, Ponente de la Ponencia Prop. L. ampliación permiso paternidad (122/12) desde el 06/05/2009 al 27/05/2009.
Un think tank español
El modelo de Rockbrige no ha dejado de prosperar en formato regional. El equivalente más próximo se puede ver en ASINYCO (Asociación Información y Conocimiento), una organización "que vincula a más de 200 profesionales con mentalidad progresista, entre empresarios, funcionarios y altos directivos de grandes empresas." En su declaración institucional, ASINYCO "aspira a convertirse en CENTRO DE PENSAMIENTO y contribuir a toda reflexión que salga al paso de las visiones más tecnocráticas y elitistas sobre la Sociedad de la Información, a menudo presentadas como modas vacías de contenido." El objetivo esencial es influir y colaborar con los centros de poder, sumando voluntades -personas e instituciones significativas en el ámbito social y político- y articulando una "asociación con músculo" que adquiera prestigio, autoridad y peso social.
En un estado democrático no hay más remedio que admitir la posibilidad de que un grupo de presión nacido, como suele ocurrir frecuentemente, de los superestratos sociales -las élites intelectuales- sirva de aglutinante para mover y cambiar voluntades de forma organizada y formalmente intachable. El único interrogante que flota en el aire es si el pueblo tiene la capacidad suficiente de valorar la ética del poder y actuar en consecuencia, dando por sentado que quienes se mueven en esos recintos actúan no como formadores sino como dinamizadores del pensamiento. El clásico postulado marxista de que las masas, per se, no intervienen en el cambio social, y que para conseguir que se pongan en marcha hacen falta unos líderes se ve perfectamente reflejado en la creación de think tanks, depósitos o centros de pensamiento.
Agitprop
Como se puede observar en los últimos meses en los medios de comunicación españoles y en el discurso político, parece estancado, en su enorme simpleza, el viejo binomio derecha-izquierda, convenientemente convertido en el trinomio derecha-centro-izquierda.
No es muy preciso hablar de la izquierda y la derecha, puesto que los componentes de la taxonomía muestran una compleja relación jerárquica y antagónica; las izquierdas y las derechas parecen estampas de una dimensión casi metafísica. El joven y talentoso escritor y filólogo eusquérico Kirmen Uribe, en su reciente relato Bilbao-New York-Bilbao, se refiere in passim a “conservadores, nacionalistas y socialistas” como si fueran espacios naturales en los que se reparte la sociedad vasca. Distribuida en un diagrama horizontal menos simplista, la sociedad quedaría situada, con arreglo a sus inquietudes o posiciones personales y grupales, en algún punto de los extremos (anarquistas, comunistas, nazis, fascistas), los menos extremos (socialistas, conservadores) y los intermedios –centristas, liberales-.
El léxico de los distintos dialectos políticos –más bien jergas- está lleno de insultos y acusaciones mutuas. La izquierda sigue empleando contra la derecha la coletilla “imperialista” y “fascista” hasta degradarla a un nivel fático, carente de fuerza ilocutiva. Del mismo modo, la derecha más reivindicativa ve en la izquierda el regreso al mundo de la represión bolchevique, leninista, estalinista o trotskista. Las manifestaciones de los líderes políticos, las columnas de opinión y la selección de las notas de actualidad de la prensa, los enfoques de los noticiarios y los cada vez más abundantes debates en las cadenas de televisión y radio aprovechan la situación social y económica para derramar caldo hirviendo sobre la opinión pública.
No hace mucho un columnista de El País (Ignacio Muro, 23 diciembre 2009 p. 33) se lamentaba de la creciente derechización de los intelectuales españoles, sin citar a ninguno en concreto, evocando con un frío estilo académico la conveniencia de apretar las filas y soslayando la posibilidad de que no se trate tanto de una derechización de parte de la izquierda cuanto su desizquierdización, es decir, de su abandono de las tesis ortodoxas de la izquierda. Es un fenómeno de deserción: falto de fe, me voy antes de que me echen o me maten intelectualmente, sin que ello implique que el disidente y el desafecto se convierta automáticamente en adepto a la causa contraria.
El concepto y la calificación de izquierdas y derechas son relativamente modernos. Durante la Revolución francesa los partidarios del rey y del orden establecido solían sentarse en los bancos de la derecha del Parlamento, frente a los partidarios del cambio y la abolición de la aristocracia, situados en el ala izquierda del recinto. Tiempo atrás, las Cortes británicas habían sido un reflejo de la división entre los whigs, partidarios de la monarquía parlamentaria y lejanos parientes de la izquierda, y los tories, defensores del absolutismo equivalentes a los conservadores. Entre otras muchas cuestiones sociales y políticas, se ventilaba la cuestión de los católicos, considerados como revolucionarios conspiradores contra el estado y la iglesia anglicana y siendo reprobados a perpetuidad desde la llamada “Gloriosa Revolución de 1688.”
Durante la guerra revolucionaria de Asturias (v. asturias1934.com, los socialistas fueron calificados por los comunistas de “social-fascistas” y los anarco-sindicalistas de “anarco-fascistas”, epítetos de escaso alcance en presencia de otros argumentos considerados de mayor peso para los propios comunistas como la unidad de acción, aceptación y consecución de las nuevas orientaciones y culminación de las esperanzas revolucionarias. En uno de los comunicados que emitió en  junio de 1934 el Partido Comunista (“Los perros de la Alianza Obrera se disputan los huesos a dentelladas”) se empleaba el oxímoron “jesuitismo marxista” para quejarse de que los anarquistas les calificaran de “traidores y derrotistas”. Respecto al Partido Socialista, sería culpable de “frenar al proletariado, conducirlo como manso rebaño al aprisco parlamentario” y estar “decididamente predispuesto a cooperar en la necesaria armonía de las clases", afirmación contradictoria y tramposa.
Cartel de propaganda (Imagen del Fondo Antiguo de Ilustraciones de la Universitat de València)
La batalla sigue abierta en el año 2010 –siglo XXI- en un frente de agitación y propaganda que raya en el agitprop más rancio y tabernario. Aunque siempre han existido ambas a lo largo de la historia, con diferentes recursos, siguen causando un enorme impacto en la sociedad. La intromisión de los gobiernos y el capital en los medios de comunicación abre la senda del monopolio de las ideologías y el absolutismo.
Pensamos que “izquierda” y “derecha” son ya términos obsoletos e inválidos, excepto como referencia histórica, del mismo modo que no se puede juzgar a Cromwell o a El Cid como fascistas ni como progresistas.  La única trinchera a defender es la que separa a los valedores de la libertad frente a los tiranos. Entre el paternal estatalismo y el desalmado liberalismo hay mejores alternativas.
Barack Hussein Obama y sus fuentes de sabiduría. Notas sobre la elección del último presidente de Estados Unidos (Noviembre de 2008).
Según la mitología nórdica, el dios Mimir se vio envuelto en una trifulca entre divinidades y acabó siendo decapitado. Otro dios, Odín, se hizo cargo de la cabeza y la depositó en un santuario. De este punto brotó un manantial al que Odín acudía a beber en busca de la sabiduría.
El recorrido de Obama ha sido tan mágico como el encantamiento escandinavo. Se puede aventurar, sin riesgo de alejarnos demasiado de la verdad, que el actual presidente de Estados Unidos ha visitado diversos manantiales para embeberse en el conocimiento social y el discurso político. Ese ha sido su esfuerzo y su mérito personal. Pero su fuente de sabiduría son los poderosos “think tanks” –depósitos de ideas-, creados y subvencionados por entidades públicas, privadas y anónimas en cuya nómina figuran lingüistas, estrategas políticos, creadores de opinión, economistas y futurólogos.
Aún está en nuestro recuerdo el comité de sabios que contrató el equipo del presidente del gobierno español Rodríguez Zapatero con vistas a las elecciones generales de marzo de 2008. Entre ellos destacaremos, aunque se le citó in passim, a George Lakoff, arriba citado, que ofreció al Partido Socialista Obrero Español el aparato técnico de su Instituto Rockbridge para ayudar a componer un discurso eficaz basado en marcos, metáforas y eslóganes con los que cautivar a los votantes y machacar de paso al partido contrario.
Los manantiales de ideas políticas buscan la plataforma en la que enmarcar el debate público y, como dice Lakoff, restablecer el equilibrio político “desde un ángulo progresista.” Para ello habría que insistir en la conveniencia de levantar la tapa del sarcófago en que ha enterrado a la sociedad un partido -el de Bush- que lleva varios años gobernando, y gobernando mal. y exponerse a la luz  y los vientos del cambio y el progreso.
No puede sorprendernos que, además de sus ansias de quitarse de encima la pesadilla de Bush, el gobierno socialista español se haya volcado en Obama como antes lo hizo con su propio candidato ZP (Zapatero), hermanos que se refrescan en las aguas del pozo de Mimir.
Por el momento, no vamos desglosar las fuentes y describir la arquitectura del discurso de Obama. Pero podemos resaltar su asiento moral y ético frente a la dura e intransigente postura del discurso liberal-conservador. En diversas ocasiones ha declarado, más o menos con las mismas palabras: “Tenemos un grave déficit presupuestario, un déficit comercial en estado crítico. Pero lo que más me preocupa es nuestro déficit de empatía. Cuando me dirijo a los estudiantes, les digo que hay que mirar a través de los ojos de los demás. Hay que ponerse en los zapatos de los otros.”
Este es el discurso que cala, afirmó Lakoff no hace mucho: “Obama dice que entre los norteamericanos hay valores tradicionales, entre ellos el de la unidad, y él apela a estos valores.” La religión es otro activo; si hay muchos americanos creyentes, también los hay que son progresistas. Y también existe una conexión entre la capacidad de empatía y la moralidad progresista.
El pensamiento social norteamericano se ha apoyado tradicionalmente en la idea de que no hay que mostrar debilidad: no se debe andar con chismes sobre la mala salud de uno, la pérdida del empleo, el fracaso escolar. «Duro, aislado, estoico, asesino» son los atributos que D. H. Lawrence atribuía a la esencia americana. El resultado, según Obama, es que en Estados Unidos la gente es incapaz de ser amable. Hay que cambiar, pues, de estrategia y tratar de re-humanizar a la sociedad, revitalizarla con aportes moralizantes que sirvan de bálsamo en un mundo abocado a la recesión económica y a un descrédito político irreparable.
Aunque las referencias a la raza de Obama nos parecen ridículas, impertinentes y rotundamente obsoletas, se da por obvio que el liderazgo del país ha pasado de las frías manos anglosajonas a las más cálidas de un afrosajón, un personaje que en los años sesenta habría recibido el apodo despectivo de white Negro, negro amestizado, culto y alejado de la realidad africano-americana.
Pero Obama no tiene nada que ver con Martin Luther King, ni con Eldridge Clever ni Malcolm X. Obama es el producto de sí mismo, de su familia, de sus estudios y, por encima de todo, de los inmensos y arcanos manantiales de la sabiduría.
Martin Luther King, Eldrige Cleaver y Malcolm X. El anillo de este último induce a pensar que se trata de un Black Shriner
Nos sentimos ligeramente defraudados porque Obama se presenta como un emisario de Odín, cuando en realidad es un estratega más de la vigorosa maquinaria política norteamericana. Ante el eslogan “Necesitamos el cambio. ¿Podemos cambiar? Sí, podemos” nos limitamos a decir “Pues muy bien.”
Exemplum de simia
Es imposible sustraerse a la corriente de opinión que arrastran los episodios nacionales, regionales y locales de cualquier país, exceptuando a los de régimen autocrático, donde la expresión individual se mueve en la intimidad. Aunque los políticos han llegado ya a un “plateau” más allá del cual no tienen nada nuevo que decir, los ciudadanos siguen creyendo ingenuamente, desde su esquina de mutilados e indigentes civiles, que aún pueden aportar ideas razonables. “Mientras se espera”, suspiraba Miguel de Unamuno, “se vive, aunque con amargura; lo peor es cuando las esperanzas se convierten en recuerdos.” Luego la gente se arrepiente de airear su verecundia e irritación ante los desmanes de quienes, no hace mucho, se metieron en el bolsillo sus votos y, a no tardar, los emplean contra sus votantes. Actúan como siempre hicieron los gobiernos de las tribus, las monarquías, las repúblicas y las dictaduras a lo largo de la historia: incitando al pueblo a combatirse a sí mismo.
En diciembre de 2009, en su arenga durante la Cumbre sobre el Cambio Climático celebrada en Copenhague, el presidente del gobierno español Rodríguez Zapatero,  en un alarde de fantasía ramplona, declaró, en medio de la estupefacción general: “La tierra no pertenece a nadie, salvo al viento." Meses más tarde, después de haber disuelto las Cortes y convocar elecciones generales, obligado por la situación catastrófica de la economía del país, no pudo resistirse a satisfacer su afán de notoriedad y expresar su falta de sensibilidad hacia la ruina nacional, arrancando en un acto académico con una cita del escritor Ramón Gómez de la Serna –autor, entre otras obras, de Los muertos, las muertas y otras fantasmagorías (1935)-: “El mejor destino es el de supervisor de nubes acostado en una hamaca y mirando al cielo”. Con semejantes discursos, sus propios camaradas terminaron por considerarle un apestado. La abrumadora derrota electoral ante el partido de la oposición en la noche del 20 de noviembre de 2011 no ha debido causarle mella alguna, puesto que este tipo de personalidad es incapaz de asumir la responsabilidad de sus propias acciones. Sus palabras pasarán al mausoleo de la estupidez.
Todos los líderes son básicamente radicales, aunque unos muestren un rostro de beatitud y otros de fiereza, en especial los nacionalistas y los populistas, dedicados a propagar dogmas inverosímiles y empujando a la gente a quemar la tierra que pisa. Después, una vez alcanzada la notoriedad personal, regresan a la espesura de donde salieron, bien cargados de canonjías. Como apostilló San Buenventura (“Comentarios al Evangelio de San Juan”, 47-6), son el paradigma de la inmodestia y la ostentación: “exemplum de simia: quando plus ascendit, plus apparent posteriora eius” -cuanto más alto trepa el primate, mejor enseña el trasero-. Con sus invenciones, sus apariencias, sus chillidos, sus cargos y sus pensiones vitalicias, la casta política muestra constantemente su brillante culo.
En muchos países los políticos tratan a los críticos del sistema como un bruto aplasta a las termitas: bicho que se mueve, ¡zas! ¡otro que se mueve! ¡zas! ¡zas! “¡Que aprenda ese protestón de mierda, un peligro para mi poder y mis prebendas!” Cuando Rudyard Kipling describió en 1891 su viaje a Estados Unidos, no evitó citarlos como una estirpe especial “que no perdía el tiempo en hablar de libertad, sino que a la chita callando iba imponiendo su voluntad a los ciudadanos.”
Acción parlamemtaria (© Teoprépides 2011)
El tiempo cambia como categoría subjetiva y es imparable; pero las personas –muchas de las personas que adquieren cada cuatro años la condición de representantes del pueblo- pueden permanecer clavadas como estacas en el tiempo y el espacio, tiesas e imperturbables a los vientos que soplan.
Así están, y con eso se quedan los votantes, mirando a los monos saltarines.
Reparto de canonjías. (© Teoprépides 2011)
Fatiga de la tragedia
El 18 de noviembre de 2011, dos días antes de la Elecciones Generales de 2011 en España, un profesor norteamericano de Economía Internacional residente en Viena, Gene Tuttle, me hablaba del concepto de “fatiga de la tragedia”, reacción sicológica que nos lleva a perder la sensibilidad de los males que afectan al mundo. Me sugería que, en un mundo globalizado, nos hallamos desbordados por la información sobre los continuos desastres que tienen lugar a nuestro alrededor. “La deteriorada situación económica” escribía mi amigo “es sin duda una fuente de preocupación por sus implicaciones para la paz social y la inestabilidad política.” En tales circunstancias, los centros de poder político y mediático aprovechan cualquier nimiedad para liberar breves, aunque intensas, noticias –una infidelidad, un atraco, un caso de corrupción- que oculten temporalmente la verdadera naturaleza de la miseria humana y nos evite el colapso emocional.
El cansancio de poder y el pesimismo del PSOE, inerme ante la tragedia económica, se nos ha contagiado con la misma intensidad y rapidez con que se extiende la plaga de chinches que afecta últimamente a muchos hogares y hoteles en Estados Unidos. Nos deja hundidos en la desesperanza y la incertidumbre, aguzando nuestro instinto de supervivencia, como los personajes de Too late the hero (Robert Aldrich, Comando en el Mar de China, 1970), temiendo que en cualquier momento nos arrojen al Tártaro. Los políticos y los depredadores sociales se han pasado la vida batiendo alrededor del matorral, evitando meterse directamente en busca de la presa. “Hoy” escribió hace cien años el poeta irlandés Oscar Wilde “casi todos se mueren de un reptante sentido común; descubren demasiado tarde que las únicas cosas que jamás han lamentado son sus propios errores.” (Retrato de Dorian Grey, 1891). Pues bien, como diría otro poeta, Siegfried Sassoon, podemos aceptar la conducción de la guerra, pero nunca admitir los errores políticos que empujan a tantos al sacrificio. (“Finished with the War: A Soldier’s Declaration”. The Times, 31 de Julio de 1917)
Reproducimos aquí un interesante documento redactado en julio de 2005 por el partido derechista británico British National Party (BNP) y aireado por WikiLeaks el 23 de abril de 2009.
Se trata de un "manual de disciplina lingüística y conceptual" dirigido a sus militantes con el objetivo de asear la imagen pública del partido respecto a sus tendencias xenófobas y racistas. Su nueva estrategia de comunicación política utiliza recursos de elevada simpleza, como el cuidado de la expresión verbal, evitando el histrionismo verbal y la violencia conductual. En este manifiesto se ha omitido o borrado la "regla nº 20".
GRACIAS POR ESTA COLABORACIÓN,,UN ESTUDIO SOBRE EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE HOY DÍA, QUE NO ES NECESARIO COMPARTIR..PERO HAY QUE AGRADECER.
Salvador Pastor
Periodista...septiembre 2012

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