Agenda Global.Elecciones EE.UU 2020
Firmado por: Jennifer
Piscopo jueves 5 noviembre 2020
LOS VOTANTES LATINOS, MUY PRESENTES
En las elecciones estadounidenses, Florida fue uno de los
primeros estados en cerrar las urnas y en reportar los resultados la noche del
3 de noviembre.
Para Donald Trump, ganar Florida era esencial. Para Joe
Biden, aunque no era fundamental, lograrlo le abriría un camino fácil hacia la
Casa Blanca. Pero una victoria simple no estaba en las cartas del ex
vicepresidente y candidato demócrata. Su oponente ha triunfado en este Estado,
y los comentaristas se preguntan qué ha pasado con el voto latino.
Los electores latinos normalmente apoyan al Partido
Demócrata y mucha gente había contado con ellos para cambiar Florida y otros
estados del rojo –el color republicano– al azul –el demócrata. En 2016, el 79%
de los votantes latinos prefería a la candidata Hillary Clinton. Las encuestas
a pie de urna confirmaron esta tendencia: el 66% había votado por ella. Y dado
que estos sondeos tienden a subestimar el voto de esta procedencia, porque
normalmente no ofrecen opciones bilingües, entraba dentro de lo posible que el
apoyo de este colectivo a Clinton fuera mucho más alto, cercano al 79%
estimado.
Los demócratas disfrutan de la lealtad de los latinos no
sólo por su posicionamiento progresista respecto a la inmigración, sino porque
el partido impulsa políticas públicas que aumentan los sueldos de los
trabajadores, facilitan el acceso al seguro de salud y promueven explícitamente
la diversidad multicultural dentro de la propia formación y en el país. En todo
Estados Unidos, y en comparación con los caucásicos, los latinos tienen menos
ingresos, un acceso limitado al sistema de salud y padecen una discriminación
generalizada.
De esta forma, en 2020 los latinos han seguido votando
demócrata, a pesar de que Biden les ha prestado mucha menos atención en
comparación con sus predecesores en elecciones pasadas. Una encuesta de Latino
Decisions realizada la víspera de los comicios mostraba un patrón claro: los
latinos tenían la intención de votar por Biden en mucha mayor medida que por
Trump, en una proporción de 70%-27%.
Había diferencias importantes en función de otros elementos
de identidad como la clase social y el género. Entre los votantes latinos con ingresos
anuales superiores a los 80.000 dólares, solamente el 66% declaró su intención
de apoyar a Biden, cantidad que subía hasta el 73% para los de menos de 50.000
dólares. Éste último es el mismo porcentaje de las latinas que se pronunciaron
a favor de votar por el candidato demócrata, frente al 67% de los hombres; una
brecha de género de seis puntos.
En estos términos, los latinos se parecen a los demás
votantes: la clase social y el género dan forma al voto. Las mujeres,
especialmente, son un grupo con tendencia fuerte y estable a votar demócrata.
Sin embargo, en ninguna división del voto latino por clase, género, educación
universitaria o lenguaje preferido el apoyo por Trump supera el 35%.
La noche electoral no fue diferente. En todos los estados salvo
en Florida, alrededor del 70% de los latinos depositó su papeleta por Biden. En
los estados competitivos –esenciales para éste tras la pérdida de Florida–, el
voto latino a favor del rival de Trump ha sido del 69% en Pennsylvania, el 76%
en Michigan, el 77% en Wisconsin y el 71% en Arizona. Y en el momento de
escribir este análisis, Biden había ganado, o era muy probable que lo hiciera,
en todos ellos.
La victoria de Biden en Arizona ha sido especialmente
notable, porque el Estado cambia del rojo al azul: lo ganó Trump en 2016, pero
Biden ha salido victorioso en 2020. Ha sido clave la movilización masiva para
motivar el voto dentro de las comunidades latinas. Muchos de sus residentes en
Arizona –y en otros estados del suroeste– son jóvenes y de la primera
generación de inmigrantes, grupos cuya tasa de participación es aún más baja.
Persuadirles para abandonen la abstención no es tarea fácil: es ir casa por
casa, preguntando a la gente si está registrada, si tiene los documentos
necesarios para hacerlo, si conoce cómo y adónde ir a votar; y cuando respondan
negativamente, darles los recursos para realizar todos los trámites necesarios.
Este trabajo lo lideran las latinas, porque las mujeres conforman una parte
significativa de los militantes del Partido Demócrata.
Pues bien, lo lograron. En Arizona votaron por primera vez
más de 110.000 latinos. En Texas, un Estado tradicionalmente republicano, lo
hicieron 500.000; y aunque ganó Trump, ha habido cambios importantes en las
ciudades. Por ejemplo, en la zona metropolitana de Houston los demócratas han
mejorado su margen de victoria del 54% del voto en 2016 al 56% cuatro años
después.
Lo mismo pasó en Florida, donde 360.000 latinos han acudido
por primera vez a las urnas. Y han favorecido a Biden (un 59%, frente al 38%).
Es verdad que este margen es más estrecho si lo comparamos con los de otros
estados competitivos, pero también que Biden ha ganado el voto latino en
Florida. Entonces, ¿cuál es el porqué de la narrativa de que lo ha perdido?
La razón tiene que ver con la concentración, en ese Estado,
de latinos de origen cubano y venezolano. Son grupos más afines al Partido
Republicano, dado su posicionamiento en contra de los regíenes de los hermanos
Castro, en Cuba, y de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en Venezuela. De hecho, en
la encuesta de ‘Latino Decisions’, el único grupo de de esta procedencia que
apoya mayoritariamente a Trump (el 52%) es el cubano. Además, en las últimas
semanas se han detectado campañas coordinadas de información falsa sobre Biden
–por ejemplo, sosteniendo que iba a instaurar el socialismo en Estados Unidos–
dirigidas específicamente a los latinos floridenses.
Sin embargo, todavía no hay evidencia clara de que el voto
cubano o el venezolano hicieran la diferencia en este Estado. Es verdad que
solamente el 53% de la zona metropolitana de Miami-Dade –donde residen muchos
latinos de esos grupos nacionales– votó por Biden, en comparación con el 64%
que apostó en 2016 por Clinton. Sin embargo, en otras ciudades –como Orlando,
Tampa, y Jacksonville, todas ellas con poblaciones latinas crecientes–, el
Partido Demócrata ha incrementado el número de papeletas en comparación con las
elecciones anteriores, incluso convirtiendo la zona de Jacksonville en ‘azul’.
Como en Texas, los latinos están cambiando poco a poco los comicios.
Mientras no haya una narrativa singular sobre el voto latino
en las elecciones estadounidenses, un patrón claro es que siguen claramente
favoreciendo al Partido Demócrata, con mayorías decisivas en muchos estados
competitivos. En la competencia para la Presidencia de este año, y con la
posible excepción de Florida, los latinos han dado un paso al frente y pueden
contribuir a la (probable) victoria de Biden.
LATINOS.Estados Unidos por JENNIFER PISCOPO
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