RESUMEN , DEDICADO,PARA SU CONOCIMIENTO, AL PRIMER TENIENTE
DE ALCALDE DE BARCELONA, EN REFERENCIA A SU PROCEDENCIA ARGENTINA Y AL PARECER,SEGÚN
DICEN, UN TARDIO PERONISTA. IDEOLOGÍA Y
DOCTRINA NACIONAL.
IDEOLOGÍA Y DOCTRINA NACIONAL
Generalmente no existe una idea clara al hablar de VALORES y
PRINCIPIOS, pues éstos suelen ser confundidos con la doctrina o la ideología.
Ambas (la doctrina y la ideología) están fundadas sobre la base de valores y
principios que le dan sustento.
Para quienes se inspiraban en el Positivismo (corriente
filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento
científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación
positiva de las teorías a través del método científico), las doctrinas estaban
ya elaboradas por pensadores y filósofos europeos y lo que correspondía era
adaptarlas o -en no pocos casos- adoptarla.
El general Perón define con mucha claridad y precisión este
tema, cuando manifiesta: “Nuestra Patria necesita imperiosamente una ideología
creativa que marque con claridad el rumbo a seguir y UNA DOCTRINA QUE
SISTEMATICE LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE ESA IDEOLOGÍA...Para ello debemos
tener en cuenta que la conformación ideológica de un país, proviene de la
adopción de una ideología foránea o de su propia creación. Con respecto a la
importación de las ideologías -directamente o adecuándolas- se alimenta un
vicio de origen y es insuficiente para satisfacer las necesidades espirituales
de nuestro pueblo y del país”. (Perón, El Proyecto Nacional, 1974)
“El mundo nos ha ofrecido dos posibilidades extremas: El
Capitalismo y el Comunismo. Interpreto que ambas carecen de los valores
sustanciales que permitan concebirlas como únicas alternativas
histórico-políticas. Paralelamente, la concepción cristiana presenta otra
posibilidad, pero sin una versión política, suficiente para el ejercicio
efectivo del gobierno”. (Perón, El Proyecto Nacional, 1974).
“Los argentinos tenemos una larga tradición en esto de
importar ideologías, ya sea en forma parcial o total. Es contra esa actitud que
ha debido enfrentarse permanentemente nuestra conciencia. Las bases fértiles
para la concepción de una ideología nacional coherente con nuestro espíritu
argentino, han surgido del mismo seno de nuestra patria. El pueblo, fuente de
permanente creación y autoperfeccionamiento, estaba preparado desde hacía ya
muchos años para conformar una ideología nacional, social y cristiana.” (Perón,
El Proyecto Nacional, 1974).
"Sin embargo no fuimos comprendidos cuando,
respondiendo a esa particular exigencia histórica, propugnamos la justicia social
como inmanente al ser nacional, a pesar de que la justicia social está en la
base de la doctrina cristiana que surgió hace dos mil años...Al calor de
intereses políticos y económicos se originaron numerosos equívocos - como la
identificación de la democracia con el liberalismo- promoviendo confusiones
ideológicas que -en su momento- configuraron el marco necesario para el
mantenimiento de los intereses imperialistas”. (Perón, El Proyecto Nacional,
1974)
“La aparición y la evolución de la concepción Justicialista
es la del desarrollo histórico natural de nuestras ideas, y es patrimonio de
todo el pueblo argentino; en esa medida el ideólogo es sólo un intérprete”.
(Perón, El Proyecto Nacional, 1974).
“En nuestro país persisten todavía muchos esclavos de la
injusticia. Ni la Justicia Social ni la Libertad -recíprocamente apoyadas- son
comprensibles en una comunidad integrada por hombres que no se han realizado
plenamente en su condición humana”. (Perón, El Proyecto Nacional, 1974)
“Es por eso que el Justicialismo quiere para el hombre
argentino:
• Que se realice en sociedad, armonizando los valores
espirituales con los materiales y los derechos del individuo con los derechos
de la sociedad; que haga una ética de su responsabilidad social;
• Que se desenvuelva en plena libertad en un ámbito de
justicia social; Que esa Justicia Social esté fundada en la ley del corazón y
la solidaridad del pueblo;
• Que tal solidaridad sea asumida por todos los argentinos,
sobre la base de compartir los beneficios y los sacrificios equitativamente
distribuidos;
• Que comprenda a la Nación como unidad abierta
generosamente con espíritu universalista, pero consciente de su propia
identidad.
“La comunidad a la que aspiramos es aquella donde la
libertad, la justicia y la responsabilidad son fundamento de una alegría de
ser, basada en la certeza de la propia dignidad.” (Perón “El proyecto Nacional”
1974)
Una DOCTRINA - como hemos visto - supone principios y
valores que la sustenten, sin los cuales no puede existir ninguna claridad
sobre el rumbo a seguir.
Efectivamente, las doctrinas - en nuestro caso la
JUSTICIALISTA- tienen una intrínseca vinculación con la situación en la que
surgen, pero deben estar orientadas por principios y valores coherentes con las
opciones de construcción social y política elegidas.
Todo proyecto político supone una doctrina, y toda doctrina
supone principios y valores que la sustenten.
DIFERENCIA ENTRE DOCTRINA, PRINCIPIOS Y VALORES
Las doctrinas se deben actualizar, pero los principios y
valores son inmanentes, absolutos, trascienden la circunstancia histórica y las
diversas coyunturas.
DOCTRINA
Surge de la reflexión social (filosófica, política,
teológica, sociológica, de la sabiduría popular). Como hemos visto, cada
sociedad determina los requerimientos particulares para su desarrollo y
crecimiento de acuerdo a un proyecto político.
De acuerdo con el pensamiento del General Perón, las
doctrinas políticas reúnen las siguientes características:
1. Son formas de pensamiento y acción.
2. Son, en general, síntesis de grandes líneas de
orientación y representan apenas el enunciado de innúmeros problemas.
3. Son “el alma colectiva” de la sociedad. Afirmaba Perón al
respecto: “La doctrina política es el grupo de postulados que responden a las
aspiraciones, necesidades, y conveniencias nacionales, y por extensión,
populares. La doctrina peronista es exclusivamente argentina, el Justicialismo
es Universal. La doctrina nos da una configuración espiritual colectiva, vale
decir un alma ”.
4. Las doctrinas son permanentes solo en sus grandes
principios, pero es necesario ir adaptándolas a los tiempos y a las
necesidades. Por ello requieren de permanente actualización, para mantener su
vigencia. “No pensamos que las doctrinas sean permanentes, porque lo único
permanente es la evolución y las doctrinas no son sino una montura que creamos
para cabalgar sobre esa evolución sin caernos ” (Perón, 1974).
5. Las doctrinas constituyen factores de unidad, porque nos
permiten percibir y analizar los fenómenos sociales de manera similar (unidad
de concepción) y actuar del mismo modo (unidad de acción). “La doctrina tiene
como finalidad formar un alma colectiva, para que todos los peronistas, viendo
los problemas de una misma manera, los aprecien y los resuelvan de una forma
similar. Solamente así tendremos el germen de la organización indestructible ”
VALOR
El valor vale, no es. Por ejemplo: Dios no vale, simplemente
es. En cambio el valor vale y para que sea debe encarnarse en una cosa o en una
acción. De este modo la cosa se transformará en un bien y la acción será
correcta.
En la actualidad, algunos sectores de opinión manifiestan
que existen nuevos valores. Para nosotros esto es absolutamente falso, dado que
los valores son inmanentes y trascendentes.
La sociedad posmoderna, que tiene una propuesta única en lo
ético-cultural, que habla del mundo uno (The one World), en el que las
diferencias desaparecen para dar lugar a sociedades virtuales y vídeo
culturales (en la que teóricamente somos todos iguales y todos pensamos lo
mismo); está comenzando a hablar de nuevos valores. Se refieren a diversos
temas, algunos de los cuales tienen una importancia decisiva en estos momentos
(como por ejemplo los derechos humanos y a la ecología). Pero para nosotros no
hay nuevos valores, sino circunstancias diferentes a las que conocíamos, que
desafían nuestra creatividad y ponen a prueba nuestra capacidad de comprender
dimensiones nuevas y hasta ahora desconocidas. Los valores no caducan, porque
si así fuera no existiría ninguna posibilidad de construir absolutamente nada
que tenga sentido estratégico. Lo que sí ocurre es que ante los desafíos nuevos
y desconocidos, hay que interpretar los valores correctamente para evitar la
anomia de criterios y el vale todo (ya sea en lo ético, en lo político o en lo
social).
Por ejemplo, nadie pone en duda que los mercados tienen que
cumplir un papel como instrumentos válidos de la economía, pero solamente a
quienes no tienen los valores ni los principios históricos y comunes del peronismo,
se les puede ocurrir que sea el mercado el regulador absoluto e inefable de las
relaciones individuales, sociales, interpersonales e interinstitucionales.
Hay que tener cuidado cuando se habla de nuevos valores e
inmediatamente se descalifican a todos los actores sociales y a la política
como responsables del atraso social y de la corrupción política generalizada.
Si no tenemos valores, a partir de los cuales podemos
descifrar las novedades de la historia, no tenemos ninguna capacidad de influir
en el desarrollo o en la modificación de los procesos políticos.
Sin embargo, nos señalaba Perón que no es conveniente “la
apelación a la utopía que es, con frecuencia, un cómodo pretexto para rehuir
las tareas concretas y refugiarse en un futuro hipotético que significa deponer
las responsabilidades inmediatas. Así como también es frecuente presentar
situaciones utópicas para hacer fracasar auténticos procesos revolucionarios”;
“nuestro modelo político propone el ideal no utópico de realizar dos tareas
permanentes: acercar la realidad al ideal y revisar la validez de ese ideal
para mantenerlo abierto a la realidad del futuro”. (Perón, El Proyecto
Nacional, 1974).
PRINCIPIOS
Se define como lo que está primero en el ser, el hacer y el
conocer. Para el Justicialismo los principios son las banderas históricas;
Justicia Social, la Independencia Económica, la Soberanía Política, a las que
Perón agrega en el Proyecto Nacional el nacionalismo cultural continental, que
es el que explica la solidaridad entre los pueblos de América Latina, el ABC
(integración de Argentina, Brasil y Chile) y que son la base fundante del
MERCOSUR.
Para Perón, “el Justicialismo encarna principios permanentes
emanados de la esencia misma del hombre.... porque el pueblo ha impregnado al
Justicialismo de las constantes básicas de nuestra nacionalidad, y... porque
define una histórica determinación de autonomía e identidad nacional. Sin tales
principios constantes, sin esa identidad, no hay posibilidad de conformar un
Modelo, con el cual cada argentino que ama a su patria se reconozca” (Perón, El
Proyecto Nacional).
El General Perón manifestaba en “La comunidad organizada”
que “El hombre y la sociedad, se enfrentan con la más profunda crisis de
valores que registra su evolución”, para luego afirmar : “El Hombre puede
desafiar cualquier mudanza, si se halla armado de una sólida verdad”...”si se
ignoran las viejas verdades centrales -con nuevas verdades circunstanciales,
con nuevos sofismas-......Sin embargo, “...es posible que la acción del
pensamiento haya perdido en los últimos tiempos contacto directo con las
realidades de vida de los pueblos . También es posible que el cultivo de las
grandes verdades, la persecución infatigable de las razones últimas, hayan
convertido a una ciencia abstracta y docente por naturaleza en un virtuosismo
técnico, con el consiguiente distanciamiento de las perspectivas en que el
hombre suele desenvolverse... Acaso sobre el gran fondo filosófico que es la
verdad hayan prevalecido las tendencias...En ausencia de tesis fundamentales
defendidas con la perseverancia debida, surgen las pequeñas tesis, muy capaces
de sembrar el desconcierto ".
Otro de los principios fundantes de la concepción
justicialista es la de la Subsidiariedad.
Esto significa que el Estado no debe hacer lo que pueden
asumir los privados (en las diversas formas posibles de asociación o iniciativa
privada), pero a la vez no puede desentenderse de la suerte y el destino de los
pobres, los excluidos del mercado y de los marginados de la sociedad
Basado en reflexiones de estudiosos de la ideología de Juan
Domingo Perón.
www.convivenciaysolidaridad.blogspot.com
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