ES VIABLE LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN?, RESUMEN DE SUS 20 PUNTOS
CENTRALES
Economía Solidaria
Un modelo económico con futuro
Resumen en 20 puntos.
Según una encuesta de la fundación Bertelsmann, el 80 por
ciento de los alemanes y el 90 por ciento de los austriacos esperan un nuevo
orden económico. La economía del bien común (Deuticke, 2010) es un sistema
económico alternativo completo, los fundamentos habían sido desarrollados por
Christian Felber en Nuevos valores para la economía (Deuticke, 2008) y más
tarde pulidos por un, cada día mayor, círculo de empresarios. El fin es escapar
de la discusión estéril: “Quien está contra el capitalismo, está con el
comunismo” y ofrecer un camino concreto y viable para el futuro. Hasta finales
del 2011 apoyaron la iniciativa más de 500 empresas de 13 países. 200 empresas
pioneras aplicarán el corazón del modelo, el Balance del Bien Común. El
movimiento crece globalmente en cada día más ramas de actuación. 31 “Campos de
energía” (grupos de apoyo local) se han fundado hasta la fecha en Austria,
Alemania, Italia, Suiza, Liechtenstein, España, Argentina y Honduras.
Aquí presentamos los 20 puntos centrales:
1. La economía del bien común se basa en los mismos valores
que hacen florecer nuestras relaciones: confianza, cooperación, aprecio,
democracia, solidaridad. Según recientes investigaciones científicas conseguir
buenas relaciones es la mayor fuente de motivación y felicidad de los seres
humanos.
2. El marco legal económico experimenta un giro radical,
cambiando las reglas del juego de afán de lucro y competencia por cooperación y
contribución al bien común: Empresas que practican la cooperación serán
recompensados. En cambio, el comportamiento competitivo conlleva desventajas.
3. El éxito económico no es medido por indicatores
monetarios como el beneficio financiero o el BIP, sino con el balance del bien
común (a nivel de empresas) y el producto del bien común (a nivel de sistema).
El balance del bien común se convierte en el balance principal de todas las
empresas. Cuanto más social, ecológica, democrática y solidaria sea la
actividad, mejores serán los resultados del balance del bien común alcanzados.
Mejorando los resultados del balance del bien común de las empresas en una
economía nacional, mejorará el producto del bien común.
4. Las empresas con buenos balances del bien común
disfrutarán de ventajas legales: tasas de impuestos reducidas, aranceles
ventajosos, créditos baratos, privilegios en compra pública y a la hora de
reparto de programas de investigación, etc. La entrada en el mercado se verá,
por tanto, más favorecida para actores éticos y sus productos y servicios, que
los de los no-éticos, indecentes y no ecológicos.
5. El balance financiero será el balance secundario. El
beneficio financiero pasa de ser fin a ser medio. Éste sirve sólo para aumentar
el ‘nuevo’ fin empresarial: Aportación al bien común. Los excedentes del
balance financiero deberán utilizarse para: inversiones con plusvalía social y
ecológica, devolución de créditos, depósitos en reservas limitadas,
bonificación a los empleados de forma restringida, así como créditos sin intereses
a empresas cooperadoras. No se utilizarán los excedentes para bonificar a
personas que no trabajan en la empresa, adquisición hostil de otras empresas,
inversión en mercados financieros (éstos dejarán de existir), o aportaciones a
partidos políticos. En contrapartida, el impuesto sobre el beneficio
empresarial será eliminado.
6. Como el beneficio financiero es ahora un medio, y deja de
ser un fin, las empresas pueden esforzarse hacia su tamaño óptimo. No tienen
que temer ser adquiridas, o sentirse obligadas a crecer para ser más grandes,
más fuertes o con mayores beneficios. Todas las empresas están liberadas de la
coerción de crecer y tragar.
7. Exisitiendo la posibilidad de aspirar sin miedo al tamaño
óptimo, habrá muchas empresas pequeñas en todas las ramas. Como no tienen que
crecer más, les será más fácil cooperar y practicar la solidaridad. Se pueden
ayudar mutuamente con conocimientos, tecnología, encargos, personal o créditos
sin interés. Serán recompensadas con resultados del balance del bien común
positivos. Las empresas van formando una red de aprendizaje solidaria, la
economía se transforma en un sistema win-win.
8. Las diferencias de ingresos y patrimonios serán
limitadas: Ingresos máximos de por ejemplo 20 veces el salario mínimo. Propiedades
que no excederán p. ej. los 10 millones de euros, el derecho de cesión y
herencia, 500.000 euros por persona, en empresas familiares a 10 millones de
euros por hijo. El excedente sobre estos límites serán repartidos a través de
un “fondo de generaciones” como “Dote democrático” a las siguientes
generaciones: igualdad de capital inicial significa mayor igualdad de
oportunidades. (Los márgenes exactos deberán ser definidos democráticamente en
una asamblea económica.)
9. En grandes empresas a partir de un elevado numero de
empleados (por ejemplo, más de 250) los derechos de decisión y propiedad pasan
parcial y progresivamente a los empleados y ciudadanos. La población podrá ser
representada directamente a través de “parlamentos económicos regionales”. El gobierno
no posee derecho decisorio o de intervención en empresas publicas.
10. Esto es igualmente válido para los bienes democráticos,
la tercera categoría de propiedad, junto a una mayoría de pequeños y medianos
empresarios y grandes empresas de propiedad mixta. Por bienes democráticos
entendemos instituciones económicas públicas en campos de enseñanza, salud,
acción social, movilidad, energía, o comunicación: la infraestructura básica.
11. Un bien democrático importante es el banco democrático.
Éste sirve, como todas las empresas, al bien común y, como todos ellos,
controlado por la ciudadanía soberana y no por el gobierno. Sus servicios
consisten en depósitos de ahorro garantizados, cuentas corrientes gratuitas,
créditos de interés reducido y créditos de riesgo com plusvalía social y
ecológica. El Estado se financia primordialmente a través de créditos sin
interés del Banco Central. El Banco Central obtiene el derecho exclusivo de la
creación de dinero y efectúa las transacciones de capitales internacionales
para impedir evasión fiscal. Los mercados financieros en la forma actual ya no
existen.
12. Siguiendo la propuesta de John Maynard Keynes del 1944,
se establece una cooperación monetaria global a base de una unidad de
calculación (p. ej. “globo”, “terra”) para el comercio international. A nivel
local, monedas regionales pueden complementar la moneda nacional. Para
protegerse de la competencia injusta, la UE inicia una zona de comercio justo
(Zona del Bien Común) con estándardes harmonizados o con tarifas aduaneras
correlacionadas con el resultado del BBC de la empresa productora. A largo
plazo, la meta es una Zona del Bien Común en la ONU.
13. A la naturaleza se le concede un valor propio por lo
cual no puede transformarse en propiedad privada. Quien necesite un pedazo de
tierra para vivir, agricultura o comercio, se le cede una superficie limitada
de forma gratuita o pagando una tasa de utilización. El uso de la tierra está
condicionado a criterios ecológicos y al uso concreto. Esto será el final de la
especulación inmobiliaria, el “landgrabbing” (apropriación de grandes
superficies por multinacionales u otros países) y el latifundismo. En
contrapartida, se anula el impuesto sobre el terreno.
14. El crecimiento económico deja de ser un fin. Un nuevo
objetivo será la reducción de la huella ecológica de personas privadas,
empresas y naciones, hacia un nivel globalmente sostenible y justo. El
imperativo categórico de Kant será extendido a la dimensión ecológica. Nuestra
libertad de elegir un estilo de vida determinado encuentra su fin cuando limita
la libertad de otros de elegir el mismo estilo de vida o por lo menos llevar
und vida en dignidad. Personas privadas y empresas serán incentivadas para
medir su huella ecológica y reducirla a un nivel globalmente sostenible y
justo.
15. El horario de trabajo retribuido se verá reducido
escalonadamente hacia la marca, deseada por mayoría de 30 a 33 horas semanales.
De este modo queda tiempo libre para otros tres campos de trabajo de gran
importancia: trabajo de relaciones y cuidados (niños, enfermos, ancianos),
trabajo de crecimiento personal (desarrollo de la personalidad, arte, jardín,
ocio), trabajo en la política y actividades públicas. Como consecuencia de este
reparto más equlibrado entre las distintas actividades, el estilo de vida se
hará más suficiente, menos consumidor, y más sostenible.
16. Cada décimo año en la profesión es un “año sabático” que
será financiado a través de un salario mínimo incondicional. Las personas
pueden hacer en este tiempo lo que quieran. Esta medida descarga el mercado de
trabajo en un diez por ciento de la tasa de desempleo en la Unión Europea.
17. La democracia representativa será completada por la
democracia directa y la democracia participativa. La ciudadanía soberana
debería poder controlar y corregir su representación, decretar leyes por si
misma, modificar la constitución y poder controlar las infraestructuras de
abastecimiento: ferrocarril, energía, agua, correos, bancos. En una democracia
real son idénticos los intereses de los representantes y los de la ciudadanía
soberana. Requisitos para ello son derechos constitucionales de co-legislar y
de controlar por parte de la ciudadanía soberana.
18. Todos los puntos angulares deberán madurarse a través de
discusiones intensas en un amplio proceso de bases, antes de que se conviertan
en leyes elaboradas por una asamblea económica directamente elegida; su
resultado se votará democráticamente por la ciudadanía soberana. Lo que sea
aceptado, se introducirá en la constitución y sólo podrá volverse a cambiar con
el respaldo de la ciudadanía soberana. Aparte de la asamblea económica del bien
común puede haber otras
convenciones para profundizar la democracia: asamblea para
la educación, asamblea para los medios de comunicación o una asamblea para el
desarrollo de la democracia.
19. Para afianzar en los niños los valores de la economía
del bien común y poderlos practicar, el sistema de educación debería estar
orientado igualmente hacia el bien común. Esto requiere otra forma de enseñanza
y otros contenidos, como por ejemplo: emocionología, ética, comunicación,
educación democrática, experiencia de la naturaleza y sensibilización corporal.
20. Debido a que en la economía del bien común, el éxito
empresarial posee un significado muy diferente al que actualmente recibe, se
demandan otras competencias de gestión. Las empresas ya no buscan a los
gerentes más duros y ejecutivos de la “eficiencia cuántitativa”, sino a los más
responsables y socialmente competentes, los más empáticos y sensibles que
consideran la codeterminación como una oportunidad y un beneficio para todos.
La economía del bien común no es ni el mejor de los modelos
económicos ni el final de una historia, sólo el paso siguiente hacia un futuro
más sostenible, justo y democrático. Se trata de un proceso participativo, de
desarrollo abierto que busca sinergia en procesos similares como: economía
solidaria, economía social, movimiento de bienes comunes, economía del
postcrecimiento o democracia económica. Juntando sus esfuerzos, una gran
cantidad de personas y actores son capaces de crear algo fundalmente nuevo. La
implementación de la visión requiere motivación intrínseca y autorresponsabilidad,
incentivos económicos, un orden político-legal coherente, así como
concienciación. Todas las personas, empresas y comunidades están invitadas a
participar en la reconstrucción de la economía hacia el bien común
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