jueves, 17 de diciembre de 2015

LA  CULTURA DEL NO. INCREÍBLE PERO AYUDA A GOBERNAR
Dicen que el tiempo lo cura todo, hace ya más de tres años, en abril del 2012, en el inicio de las plataformas  ciudadanas, los indignados etc escribí un artículo con este título haciendo un breve análisis de las situación social y planteando que había que mojarse no sólo criticar, sino también hacer propuestas  y comprometerse. Al final el tiempo ha puesto las cosas en su lugar y la gran mayoría de aquellos movimientos se han coordinado y se han convertido en partidos políticos, aceptando , el sistema democrático que tenemos,jugar, apostar y proponer ideas nuevas y otras formas de gobernar y hacer las cosas.Me parece estupendo,pero las cosas a veces van despacio, la larga crisis económica nos ha hecho reaccionar de golpe y esto está o puede acelerar el buscar soluciones sobre todo para la ciudadanía que más está padeciendo  sus consecuencias, injusticias , ha perdido derechos,y necesitan condiciones e igualdad de oportunidades para defenderse en la vida.Pero ,para mí , es imprescindible también que volvamos a tener un estado des bienestar.menos austeridad, recuperar los valores de la solidaridad, la fraternidad, la convivencia, y que se imponga el deber ciudadano de participar de las decisones importantes,Que a las personas no se nos trate como mercancías, y nuestra sociedad no sea sólo una sociedad consumista.En el citado artículo escribía”:
La ciudadanía  debe criticar las carencias  existentes en los cauces  de participación  de las diferentes normativas municipales y de otras instituciones públicas, pero  nuestro deber no es sustituir a las organizaciones políticas que se presentan a las diferentes convocatorias electorales con sus programas y propuestas de cara a sus posibles votantes.  Nuestra obligación será  la de manifestar  nuestro rechazo o desagrado cuando no correspondan  con nuestro interés  como ciudadanos. Proponer  nuestras objeciones y    alternativas  para ser estudiadas e incorporarlas a la acción de gobierno.
Es falso afirmar que  las  deficiencias en la participación sean las causantes de la nueva cultura del  NO .La democracia participativa se va haciendo cada día pero cada ciudadano y ciudadana debe jugar el papel que le  corresponde al igual que al movimiento asociativo , organizaciones sindicales  y partidos políticos
Las administraciones públicas  a través de sus gestores políticos tienen la obligación de presentarnos sus proyectos y planes de actuación y el desarrollo urbano sobre un territorio concreto, para eso han sido elegidos democráticamente. Paralelamente deberán buscar los cauces más realistas para la participación de la ciudadanía.
Siempre existirán colectivos y entidades contrarias a aceptar  y asumir las reglas del juego establecidas, excusándose en sus deficiencias. Toman como base la idea que la política es cultura y que la injusticia social es la represión conformista que implica cualquier acto que viole las normas sociales convencionales  considerándose como radical y contestataria desde su visión política. A sabiendas que la organización política tradicional  es complicada  y a veces tediosa; involucra a muchas personas “militantes”  en interminables debates, discusiones, acuerdos y consensos.,  generando  un trabajo burocrático y rutinario necesario.
La cultura del NO aparece más atractiva, dinámica, menos comprometida y más  subversiva. Sus actitudes organizativas parecen más  participativas, asamblearias y ágiles en la toma de decisiones  La mayoría de las veces son meros gestos que no producen avance político o económico tangible y que desacredita la urgente tarea de crear una sociedad más justa, produciendo más frustraciones en las reivindicaciones.
La cultura del NO se ve en el odio profundo por  toda jerarquía, burocracia y tecnocracia. Su objetivo político es eliminar las barreras  institucionales  y los intereses creados que se interponen entre la ciudadanía y su participación activa. Pretende pasar de la representación a la deliberación, invirtiendo la estructura política descendente de la democracia representativa y establecer  el sistema decisorio ascendente de la democracia de las bases. Este concepto requiere una política radicalmente descentralizada con el poder disgregado en comunidades, municipios;  reordenando el espacio local de la vida social y urbana.
Sin tener  en cuenta que los problemas políticos  más serios a que nos enfrentaremos serán esencialmente conflictos de acción colectiva y una democracia  local totalmente descentralizada no  podrá  solucionarlos, frecuentemente los origina y alimenta. Sin olvidar  que estas  centralidades  generan sus propias dinámicas descentralizadas para el mejor desarrollo de las micro-políticas, dos cuestiones  que deberán complementarse.
Confiar sólo en el poder de la armonía espontánea  y asumir que cada comunidad defenderá sus propios intereses para lograr mejor el bien común, es un grave error.
Se olvida que para desarrollar  una actividad social  debemos fiarnos de los demás,
el progresivo desprestigio de una educación política participativa en vez de liberar, conecta directamente con los grupos más antisociales.
 Llevando  a los defensores del  NO a rechazar no sólo las instituciones sociales existentes sino a  cualquier otra alternativa que se proponga, aduciendo que  se institucionalizará e impondrá a la fuerza, en definitiva están defendiendo sus identidades de resistencia.
Por este motivo rechazan la política de la  izquierda tradicional al catalogarla de institucionalizada. .Estos activistas abogan por alternativas más profundas y radicales que jamás podrán aplicarse eficazmente, soliendo agravar los problemas que pretenden solucionar. Al final  puede ocurrir que los defensores de la cultura del NO, por su intransigencia,  consigan a la larga los efectos  contrarios  o no  deseados. La rebeldía resulta perjudicial si es anti social , la ciudadanía, en estos casos, no es rebelde si no incívica.  Las alternativas bienvenidas sean pero acompañadas de compromiso y responsabilidad.. PERO SI SE NOS ESCAPA DE LAS MANOS O AL FINAL TOMAMOS ACTITUDES DE NO COMPROMISO 15-M. , SE TERMINA POR AYUDAR A GOBERNAR A LA DERECHA.
Salvador  Pastor Blasco

Periodista

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