Parlón, Iceta y el drama de los socialistas catalanes
Manel
Manchón Manel Manchón
05/09/2016 .Ed.Economía Digital
La izquierda catalana que no apuesta por la independencia de
Cataluña vive sus momentos más duros. Esa izquierda la ha representado el PSC y
también Iniciativa per Catalunya. Las dos formaciones políticas, el propio PSC
y, entonces, el PSUC, ganaron por ese orden las elecciones de 1977, las
primeras del régimen democrático, y se vislumbraba que arrasarían en las
primeras elecciones autonómicas en 1980. Pero no ocurrio. Lentamente, poco a
poco, el nacionalismo impuso las reglas del juego. Primero CiU, y ahora
Esquerra Republicana.
Los republicanos no han engañado a nadie. Llevan años con
una obsesión, que toda la izquierda catalana entre en el campo soberanista. Y
están a punto de lograrlo.
A ICV ya la han captado. Y a los ecosocialistas que quedaban
por el camino, agrupados ahora en el espacio que lidera la alcaldesa de
Barcelona, Ada Colau, los acaban de atrapar. Los llamados 'comunes', el frente
de izquierdas que quiere articular Colau, participará en los actos de la Diada,
y, previamente, conmemorará junto a la CUP y a ERC los 40 años del acto de la
Diada en Sant Boi, en 1976. Lo que defienden todos esos colectivos es que
Cataluña pueda decidir su futuro a través de un referéndum, con el acento, por
parte de Colau, de que esa consulta se debe convocar tras un acuerdo con el
Estado.
¿Quién se resiste a entrar en ese redil? De momento, el PSC,
que, con Miquel Iceta al frente, considera que sin una solución en toda España,
no habrá una salida en Cataluña. Iceta lo tiene claro. La prioridad es que se
pueda articular una gran reforma constitucional en el conjunto de España, y
para ello el PSC debe ayudar al PSOE, y el PSOE al PSC.
Pero el PSC no es monolítico. Aunque algunos dirigentes que
defendían esa vía del referéndum ya se han ido del partido, algunas voces
recuperan esa altenativa. Lo hace Núria Parlón, alcaldesa de Santa Coloma, que
ha anunciado su intención de disputarle la dirección del PSC a Miquel Iceta. A
pesar de que no cuenta con muchos apoyos, y los que tiene se debe a diversas
razones, entre ellas la propia de ocupar cargos orgánicos y sillas para poder
acceder a cargos públicos en el futuro, la vía Parlón dejaría al PSC en el
mismo rincón que ICV, diluido en un frente comandado por Colau.
Si esa opción triunfara, sería el fin del PSC, de una izquierda
que se propuso articular un gran proyecto progresista para toda España, y que
saboreó enormes éxitos. Sería su fin, como ya le ha ocurrido a ICV, que, tras
las largas reflexiones entre Dolors Camats y Joan Herrera, --una batalla
interna que perdió Herrera-- sólo aspira a la pequeña porción que le deje Colau
en un frente de izquierdas que tratará de gobernar la Generalitat en los
próximos años junto a Esquerra Republicana y la CUP. (Resulta, ¡oh sorpresa!
que el nuevo PDC, la ex Convergència, se ha dado cuenta ahora de que ese es, en
realidad, el gran objetivo de Esquerra).
Y es que sería, en realidad, el gran triunfo de Esquerra
Republicana, al lograr que el partido de Reventós y Obiols, el gran referente
de la burguesía progresista y de las clases populares catalanas, acabara
asumiendo las tesis soberanistas, aparcando de forma definitiva la ambición de
trabajar por el conjunto de España. ¡Que satisfacción para los republicanos que
ganar a los chicos socialistas de Sant Gervasi!
Ese es del drama de los socialistas, acosados por todos los
flancos, también por voces internas, que temen quedarse solas en un mapa
mediático en el que ha ganado el soberanismo, y en el que se repite una y otra
vez que el denominador común de la sociedad catalana es la petición de un
referéndum, sin reflexionar en qué consiste, qué consecuencias tendría y sin
pensar en que, en realidad, no se trata de una petición noble, sino en la
excusa del nacionalismo para –hablando de ello de forma permanente-- seguir
gobernando y ocupar las principales esferas del poder.
Firma Manel Manchón
Director
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